En los últimos comentarios del Blog, casi que sin
proponérmelo, vine dedicando varios momentos a comentar lo que en mi opinión
debe ser un profesor, maestro, catedrático, en fin educador en el más amplio
sentido de la palabra.
Varios profesores me comentaron por diferentes medios que
comparten por completo estos comentarios.
Comenius en su época escribió: “.. enseñar todo a todos”, José de la Luz y Caballero en el siglo XIX expresó: “Enseñar puede cualquiera, educar
solo quien sea un evangelio vivo”. A la vez José Martí en ese siglo
sentenciaba: “..la educación quién lo duda, es una obra de infinito amor”
Los profesores, los que somos de formación y no de titulo,
somos Quijotes de nuestro tiempo. Luchamos contra los molinos que representan
la ignorancia, la grosería, la egolatría, la mentira y el oportunismo.
Nuestras espadas llevan el filo de la palabra y cortan las
ideas tergiversadas, miran al futuro y no al pasado, se levantan con tanta
fuerza que no dejan lugar a dudas: nuestra profesión es una obra eterna.
¿A qué edad se debe empezar la educación moral de los hijos?, preguntaron aun sabio. Este contestó: "Veinte años antes de nacer por lo menos, educando a sus madres- fue la pronta respuesta. - El Faro.
ResponderEliminarpor lo tanto me ahiero a l oque dijo JOSE DE LA LUZ y CABALLERO.
Pero claro esta, que si no dejas legado, creo que no fuiste un buen EDUCADOR.
Pero un legado se construye con SABIDURIA, y la SABIDURIA es Conocimiento y en el conocimento esta la inteligencia.
MATEO 4:4
saludos
Juan Rubén
ResponderEliminarMuy acertado tu comentario y muy de acuerdo en el legado que hay que dejar,que no tiene que ser póstumo.
Muchas gracias