Uno de los principios didácticos más conocido y socorrido, expresa
la relación entre teoría y práctica. No dudo que sea el principio más repetido,
al que se le asigna la mayor importancia y el más estudiado.
Comenio, en su “Didáctica Magna” hizo
referencia durante varios de sus capítulos a este principio. En una parte de su obra se puede leer: “Lo que
ha de hacerse, debe aprenderse haciéndolo” y más adelante leemos: “Luego
también en las escuelas deben aprender a escribir, escribiendo; a hablar, hablando;
a cantar, cantando; a razonar, razonando.
De este modo las escuelas no serán sino talleres destinados a los trabajos. Así
todos experimentarán en la práctica la verdad de aquel proverbio: Construyendo construimos”.
José Martí escribió en 1883, para el
periódico “La Nación” de Buenos Aires: "Puesto que a vivir viene el
hombre, la educación ha de prepararlo para la vida. En la escuela se ha de
aprender el manejo de las fuerzas conque en la vida se ha de luchar. Escuelas
no deberían decirse, sino talleres. Y la pluma debía manejarse por la tarde en
las escuelas; pero por la mañana la azada"
El tema del comentario viene dado por
la percepción que no en pocas ocasiones tenemos los profesores de las
posibilidades de los estudiantes de llevar a la práctica los contenidos
teóricos.
No es un secreto que estas
posibilidades se inician con el trabajo del profesor, con la organización de su
actividad docente, con el empleo de variados métodos y medios. Apreciamos variadas
formas para lograr este tipo de vinculación, algunas poco ortodoxas, como las
de aquellos profesores que exigen que junto al documento impreso entreguen la
misma información pero manuscrita, o los que en el extremo opuesto solo se
dedican a teorizar sin demostrar su aplicación. Un ejemplo permanente lo
apreciamos en algunas asignaturas como física y matemática, donde muchos
profesores llenan la pizarra de fórmulas y teoremas cuya aplicación poco
importa.
La vinculación de la teoría y la
práctica es un viejo problema, cuya solución no se resuelve inventando competencias,
diseñando currículos, introduciendo medios de todo tipo, capacitando a los
profesores o discutiendo sobre paradigmas para al final tratar de asimilar uno
de ellos. No hay fórmula mágica para la combinación teoría práctica.
Tan responsable es el profesor como el
estudiante. En no pocas ocasiones encontramos estudiantes que esperan que sea
su profesor el que diga qué debe hacer, qué acción tiene que ejecutar para
hacer esto o lo otro.
Recientemente discutía de este tema en
un posgrado y el origen se dio porque pocos de los asistentes llevaron a la
práctica lo que tratamos en una clase. Se exigía un mínimo de esfuerzo, sin
embargo algunos pensaron que no podían lograrlo y otros que no le resultaba
necesario.
En otras ocasiones observamos que solo tomando en cuenta la evaluación es
que se produce la tan esperada vinculación entre la teoría y la práctica. Entonces
no es dicho principio el motor impulsor del aprendizaje del estudiante, sino la
presión que la evaluación y su correspondiente calificación ejercen sobre él.
En definitiva la aplicación de este
muy comentado principio didáctico es tan complejo de aplicar como la de hallar
el famoso Santo Grial.
Referencias:
Comenio, Juan Amos. “Didáctica Magna”
Editorial Pueblo y Educación. La Habana. 1983
Martí José. Obras completas. Tomo VII.
Editorial Política. La Habana. 1978
Esta interacción entre la teoría Vs. práctica, se desarrolla con la primacía de la práctica, pues históricamente las ciencias surgen de la práctica.
ResponderEliminarParecería que existen ramas del conocimiento en la que se puede aplicar la práctica a los conocimientos teóricos impartidos, y en otras no por ser eminentemente "teóricas".
ResponderEliminarSin emabrgo el docente debe buscar los mecanismos que le permitan desarrollar actividades que permitan a los estudiantes asimilar ese conocimiento teórico que a la larga podrá olvidarlo.
Darío Anchaluisa
Creo que las tesis de grado son exactamente lo expuesto, existen miles de proyecto teóricos sin solución en la práctica; con estos consejos se debe revertir estos casos
ResponderEliminarSaludos
Rómulo
Un gran sabio me dijo una vez: QUIEN NO TIENE ILUSIONES, NO TIENE DESILUSIONES, y tenia razon (a mi criterio), las cosas son como son y no mas. Yo puedo enseñar a pescar al que tiene hambre, mas si mas puede su ociosidad y pereza que su buena voluntad, mi conciencia está tranquila, mi mente serena y mi corazon en paz.
ResponderEliminarSaludos
Atte.
Abad Victor
Si bien es cierto los conocimientos teóricos son importantes, es a través de la práctica donde el individuo asimila de mejor manera lo aprendido.
ResponderEliminarSaludos
Héctor