jueves, 29 de diciembre de 2016

La diatriba de Alvaro Puente

Casi al finalizar el año, fue publicado en el periódico “El Deber” un artículo de Álvaro Puente, titulado "Juicio de responsabilidades". Más que un artículo es una diatriba pública contra la educación superior.

El trabajo está lleno de errores sensacionalistas y pareciera una persona resentida con la universidad, sea pública o privada. Los errores se inician cuando señala que a los estudiantes no se les da ninguna competencia. Cualquier persona que trabaje en serio en la educación conoce que las competencias no se dan, no caen de ninguna parte, no están en nuestros bolsillos. Estas se desarrollan en el estudiante, son complejas, difíciles de medir y dependen de la organización del trabajo del profesor, de los recursos, de los métodos, de las experiencias previas de los estudiantes, del tipo de contenido y otros factores más. Eso lo aprendimos en la universidad y después lo venimos aplicando.  

Otro craso error, es señalar que los bachilleres tienen un retraso de seis años, para esta persona sería necesario que la enseñanza primaria y la de bachiller duren 18 años, tal vez encontremos al director de un colegio que pueda extender la enseñanza por tanto tiempo. Pero el colmo de la diatriba llega cuando ofende a los médicos graduados al decir que estos no comprenden el cuerpo humano. Dónde están esos médicos tan analfabetos, al menos los que conozco que no son pocos no caen en ese grupo.

Es obligado aclarar que en la universidad se enseña ciencia, se hace ciencia y se desarrolla la ciencia y se hace desde cientos de años. No tenemos un premio Nobel, no tenemos variedad de revistas científicas, no escribimos tanto como lo esperado, pero no quita que no investiguemos. Que no podamos investigar como debe ser es algo que en la diatriba se olvida, o tal vez no quiere mencionar. Tenemos una Ley nacional que limita a los profesores universitarios ser tutores de tesis de maestría o doctorado e impartir posgrados, así como también recibir el pago por el tiempo dedicado a la investigación extracurricular, como se hace en todas las universidades de este Planeta. Tal vez esa competencia indagatoria esté fallando.

La universidad no vive en el país de los ciegos, se ilumina con cientos de miles de personas competentes, que comprenden tanto la injuria expresada en dicho trabajo como los beneficios que la universidad aporta para su vida. Pero es increíble leer trabajos que solo ven lo negativo, que solo ven la paja en el ojo ajeno. Es inaudito olvidar la incapacidad malsana de reconocer la virtud de los miles de graduados de nuestras universidades, de las miles de horas dedicadas a su formación.


Por ese camino recomiendo que no se enferme, que no lea, que no respire el mismo aire que los demás, que no pase por debajo de los edificio ni los puentes, tampoco circule por la aceras.  Tampoco aconsejo quedarse en su casa, por aquello que algún avión puede convertirse en un arma mortal. Pero le aconsejo visitar nuestra Universidad, la Gabriel, darse ese baño de energía positiva que a todos le viene bien. 

lunes, 19 de diciembre de 2016

25 años con la Gabriel


Cada paso anterior deja una huella
que lejos de borrarse se incorpora
a tu saco tan lleno de recuerdos
que cuando menos se imagina afloran.
Pablo Milanés “El tiempo, el implacable, el que pasó

El tiempo pasa más aprisa que nuestros deseos, no tiene compasión alguna, no perdona distancias, es implacable como canta Pablo. Más allá de la magnitud física y su significado en el estudio de esta ciencia el tiempo nos persigue y siempre nos gana. 

Pero ni la categoría científica, o la letra de la canción son las motivadoras de este comentario, es un hecho que marcó una importante etapa en mi vida. Entre el 9 y el 20 de diciembre de 1991 impartí mi primer posgrado en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno. en Santa Cruz de la Sierra.

Mi vinculación con Bolivia se inició en 1989 cuando participé del Segundo encuentro Latinoamericano de Video, que agrupó a más de cien videastas de unos 12 países de la región. La reunión se realizó en Cochabamba y desde ese momento establecí contactos con algunas universidades, los que fructificaron en mi primer viaje de carácter profesional en septiembre de 1991. En esa fecha fui inicialmente invitado a impartir una serie de cursos en la Universidad Privada del Valle de Cochabamba. Los temas de aquellos cursos giraron sobre el proceso de selección, diseño y empleo de los medios de enseñanza y sobre la producción de video educativo.

Mi contacto con Santa Cruz, fue casual y tan casual que nada tiene que ver con el campo educacional. En los años 90 en muchos países latinoamericanos existió un profundo movimiento de solidaridad con el pueblo cubano, también presente en Bolivia. En aquel tiempo en cada uno de los nueve departamentos se crearon grupos de solidaridad llamados Instituto cultural de amistad cubano boliviano (ICABC) Entre sus tareas más significativas estaba la de desarrollar conferencias, muestras de películas y otros actos relacionados con el pueblo cubano. 

En Cochabamba en el año 1993.
En ese entorno y gracias a la ayuda de algunos de los miembros del grupo de solidaridad que funcionaba en Cochabamba, se concretó el contrato de trabajo entre UNIVALLE y la Universidad Pedagógica de La Habana, donde trabajaba. Fue la primera vez que un profesional de esta Universidad viajaba a América del Sur en calidad de un contrato de trabajo. En el plano personal fue una experiencia única y trascendental, más cuando hoy Cuba recibe una considerable cifra de ingresos por los servicios profesionales de médicos y profesores, entre otras profesiones. 

Debo agradecer a Katia Gumucio  a Sonia Andrade, fallecida años atrás, Yolanda Sejas  y todo aquel grupo de solidaridad que me abrió durante años sus casas y su amistad.

Esta primera experiencia dejó el camino abierto para que en los siguientes años muchos profesionales cubanos, en especial en el área de la educación trabajaran en casi todas las universidades estatales. De este modo se crearon programas de maestrías y doctorados, aun hoy vigentes que contribuyeron al desarrollo de miles de excelentes profesionales nacionales.

Mi llegada a Santa Cruz.

Como señalé gracias al movimiento de solidaridad con Cuba que radicaba en Cochabamba, fue que viajé a esta tierra camba. Lo hice acompañando a la delegación cochabambina al Congreso feminista que se celebraba en esta tierra en una fecha que no recuerdo del mes de octubre o noviembre del 1991. En medio de una de las sesiones del Congreso una de las participantes y profesora de la Universidad me contactó y el resto es la historia que hoy llega a los 25 años de trabajo permanente. En esta Ciudad al igual que en Cochabamba fui recibido por muchos amigos como Rubén Poma, Roger Ortiz y Marie, entre otros muchos otros amigos. 

En aquel entonces recién comenzaba a funcionar la Escuela de Posgrado de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, su fundador, Carlos Guzmán de Córdoba siempre supo confiar en mi trabajo y le estoy profundamente agradecido por más de una década de colaboración. 

Con Isaac Avalos, Enma Bolquer y Tania Terceros en
el balcón de la Escuela de Posgrado en 1993
Quiero agradecer además a varios de los colegas que me ayudaron en mi trabajo docente y que casualmente también se iniciaban en la Universidad. Entre ellos Emma Bolquer  Isaac Antonio Avalos Vásquez,  Victor Henry Andrade Sánchez y Adolfo Solís con los que compartí grandes momentos en nuestras vidas. Tenemos tantas anécdotas de esos años de trabajo, que no alcanza un día para revivirlas.

En aquel primer curso de posgrado trabajé con un grupo excepcional de profesores, varios de ellos colegas de trabajo en mi Facultad de Humanidades. Durante todos estos 25 años tuve el privilegio de contar entre mis alumnos de posgrado a casi la mitad de los profesores de nuestra Universidad. Esto fue posible gracias a la creación del Diplomado en Educación superior, que años después fue obligatorio para todos los profesores. Al Diplomado le siguieron la Maestría y el Doctorado también en Ciencias de la Educación. Estos cursos se expandieron también a las universidades privadas de Santa Cruz, muchas de las cuales replicaron los programas de posgrado de la Gabriel. 

Quiero por último expresar públicamente mi agradecimiento a todas las personas que durante 25 años confiaron en mi trabajo. Con un número tan alto de amigos, mi agradecimiento es infinito.

viernes, 18 de noviembre de 2016

La Habana, la capital de todos.

Donde yo nací, donde me crié, donde me formaron así comienza una popular canción de Pablo Milanés, el grande de la Nueva Trova cubana, que la pido prestada para escribir de mi Habana. La Habana que llega a sus 497 años rebosante de energía y llena de turistas.

La Habana es la ciudad donde el reloj camina más despacio, la vida es menos rápida y la gente vive más. Los vecinos son por casi toda la vida y muchas veces hasta que la muerte los lleve al descanso final. Usted puede salir al balcón de su casa y pedir al vecino más cercano un poco de azúcar o un limón y el pedido pasa de balcón en balcón hasta que a sus manos llega el limón más fresco de todo el vecindario.

En las mañanas el olor a café salta de una casa a otra, se filtra por las rendijas de las puertas y nunca adivinamos si es del vecino de la derecha, el de los altos o el de la izquierda. Los timbres de los teléfonos tienen el mismo sonido en casi todas las casas y tampoco reconocemos si el que se escucha es de nuestra casa o el de los vecinos más cercanos. 

La Habana es la ciudad donde en las esquinas y plazas populares su gente se reúne, no solo para disfrutar de la belleza del lugar o de la brisa refrescante, para conversar de política, de béisbol o salud, sino también para emplear las conexiones Wifi por la que la mayoría de los habaneros acortan la distancia con su familia allende los mares.

Dos lugares populares de La Habana donde acceden a la conexión Wifi
Es la Ciudad donde los teléfonos públicos, casi extinguidos en la mayoría del Planeta, son empleados por sus habitantes. Muchos de ellos llevan en sus bolsillos tarjetas, no del banco, ni de presentación, sino las empleadas para llamar a través de esos teléfonos.

La Habana es la ciudad donde la economía estatal arrastra muchos de los malos hábitos del extinto sistema socialista y que limitan la innovación del habanero. En La Habana los restaurantes privados, no son restaurantes, son paladares y durante muchos años les llamaron bonsái ya que solo podían contar con 12 sillas, como los doce apóstoles o la conocida cinta “Las doce sillas” todo un clásico del cine cubano.

La entrada de una paladar en una casa de dos plantas, un plato típico cubano
Es la capital donde los ómnibus tienen otros nombres, las guaguas se llamaron enfermeras en los años 50 por su color blanco, en los 80 se transformaron en aspirinas, porque quitaban el dolor de cabeza de transportar millones de habaneros, pero no resolvían el problema. La aspirina se combinó con el camello, que al decir del humorista Carlos Ruiz de la Tejera, era un monstruo rodante de muchas ruedas y donde cabían cientos de guaguanautas. A los camellos los relevó el metro bus, un adelanto de un metro para la Ciudad que solo fue portada de los periódicos. Con ese afán de transformación, los camellos cambiaron de nombre y bautizados como P, con una lista de números del 1 al no sé cuánto. 
El metrobus y el P, sustitutos del camello
La Habana es la ciudad cosmopolita, los extranjeros no son señores, son amigos, a los asiáticos les dicen chinos, a los españoles gallegos, aunque sean canarios y a los norteamericanos no se les dice gringos, sino yumas.

Es la Ciudad donde los autos norteamericanos de los años 40, 50 y 60, pierden su marca para ser llamados almendrones. Ellos no compiten con los modernos Audi, Mercedes y de otras marcas y modelos, simplemente ganan en cantidad, colores, contaminación y pasajeros.

Los habaneros, no tienen necesidades, ellos resuelven, lo mismo reparan un colchón en el medio de la calle, que la habitación de puntal alto la dividen a la mitad entre el techo y el piso y donde antes dos camas ocupaban todo el espacio, ahora la ocupan cuatro, gracias a la barbacoa, que nada tiene que ver con la conocida expresión culinaria.
A la izquierda la barbacoa de una casa, dividida a la mitad solo se puede aprecia
desde el frente de la vivienda. Reparación de un colchón
No hay cable de televisión, solo canales nacionales que cada vez menos personas sintonizan, a excepción del horario de la telenovela y la pelota. Pero el habanero es inventor por nacimiento, ante la falta del cable, creó el paquete. Es una selección de lo más actual en el mundo de la televisión, si quiere ver la última serie de Juego de Trones, en La Habana se ve primero que en muchos otros países. El paquete es moderno, cabe en una memoria USB o en un disco externo de 1 Tb, los noticieros y los documentales del paquete, tienen más credibilidad que Telesur.

Pero La Habana y toda Cuba por obra y gracia de la burocracia económica, tiene dos monedas nacionales, ambas se llaman pesos, pero solo el cubano sabe identificarlo. Cuando le dicen 10 pesos, generalmente son 10 pesos de la moneda oficial, la que se describe en Wikipedia. Pero cuando le dicen 10 fulas, 10 chavitos o 10 CUC, son 10 pesos de la otra moneda que equivale a veinte y cuatro veces más. Pero aún con monedas todos saben la conversión y lo mismo pagas el ómnibus con cuarenta centavos nacionales, que con cinco centavos de la otra moneda. En fin los habaneros son grandes matemáticos, el mejor ejemplo Baldor, el del libro de matemáticas que muchos creímos era árabe por la portada de su libro, pero habanero de nacimiento.

La Habana es la ciudad de las columnas, como expresó Alejo Carpentier, la de las sábanas blancas de Gerardo Alfonso, es la ciudad más coqueta que una flor, como canta Xiomara Laugart, es la capital por donde pasaron las grandes figuras de los últimos dos siglos, desde Humbolt, Einstein y todos los actores y directores del cine norteamericano de la primera mitad del siglo pasado, sin olvidar a los premios Nobel Hemingway y García Márquez.

Por eso nadie duda que entre cientos de ciudades, la Habana es la ciudad maravilla, es la ciudad de todos. 

martes, 1 de noviembre de 2016

En la clase con Internet. Exámenes en línea

Desde hace tiempo quería relatar algunas actividades que realizo con mis estudiantes universitarios y que tienen el objetivo de elevar la motivación por la tecnología educativa. 

En el blog expliqué varias de ellas, como el caso del concurso con el empleo de Twitter,  o el Día de la Imaginación, la Portada de la clase, la Radio Fifi, entre otras. La mayoría de estas actividades se ejecutan en línea, en algunas se emplean computadoras de escritorio, pero en todas los dispositivos móviles están presentes.

Los celulares, como expresa un reporte de la UNESCO “…han llegado a la educación de abajo arriba; casi siempre los educandos usaban ya dispositivos móviles en su vida cotidiana.” Similar situación sucedió con casi todas las tecnologías que llegaron a la escuela. Los jóvenes la emplearon fuera de esta y cuando la utilizaron en la escuela muchas veces encontraron pocos incentivos para su uso. 

Sin duda alguna el celular es el dispositivo que más polémica está generando en los últimos años, a la pregunta de permitirlo o no se generan fuertes debates. Están los que se oponen alegando la pérdida de concentración del estudiante, la disminución en la comunicación personal traspasada al equipo, el uso como material para el fraude o el simple capricho de algunas autoridades

En el otro extremo están los que consideramos al celular como parte de la clase, insistiendo en la correcta regulación para evitar los problemas antes mencionados. Considero que prohibirlo carece de toda lógica, llegaron a nuestras aulas y debemos rescatarlos como parte de las mismas. 

En la obra de la UNESCO citada anteriormente se señalan numerosas ventajas del empleo de este medio. Entre ellas rescato el acceso a la lectura de libros y otros elementos similares, a la formación a distancia, a bibliotecas y artículos variados. Igualmente favorece la alfabetización en zonas donde aún sigue existiendo este problema, además de incrementar la motivación por la lectura, entre otras muchas razones.

Son variadas las formas de emplear los celulares en la clase, desde encontrar la definición de un término científico, localizar una imagen o una dirección Web, pasando por la lectura de documentos y su uso permanente con las redes sociales. Existen otras muchas maneras de utilizar el celular en las clases, algunas las abordaré en próximos comentarios. En este me detengo en la evaluación en línea.

Socrative para los exámenes en línea.

Generalmente cuando nos referimos a evaluación no podemos desprendernos de la calificación, acompañada por la recogida de datos y su valoración en el rendimiento del estudiante. Además de estas funciones, el diagnóstico y la retroalimentación son otras funciones, que todas en su conjunto contribuyen a la elevar la motivación y la seguridad del estudiante en el aprendizaje. A estas dos últimas funciones me referiré al comentar sobre Socrative.

Socrative es una plataforma para realizar exámenes en línea, cuenta con dos tipos de usuarios: profesor y estudiante. Tiene tres tipos de preguntas: test o de opción múltiple, verdadero o falso y respuesta corta. Su limitado tipos de preguntas no es impedimento para su uso.

Entre sus ventajas encontramos la sencillez de la interfaz, la facilidad en crear las preguntas, la obtención de los datos de la evaluación en el momento que el estudiante responde y la posibilidad de descargar estos datos. Estas razones contribuyen a emplear la plataforma para la retroalimentación del tema tratado en clase. La misma razón es útil para realizar un diagnóstico previo a la clase y sus resultados ser empleados para agregar otros contenidos, emplear otros medios o modificar determinados métodos.

También es de utilidad la opción de generar cuestionarios grupales, que incentivan la competencia entre los estudiantes.

Por dónde empezar.

El primer paso es acceder a la plataforma y crear una cuenta, como profesor o estudiante. Con la cuenta de profesor podrá crear exámenes y la habitación (aula) donde acceden los estudiantes para resolver el test.

Una vez que ingresó a la plataforma, el siguiente paso es crear la habitación a la que los estudiantes accederán para resolver el cuestionario. El nombre de dicha habitación puede ser modificada tantas veces se desee, mientras no exista un cuestionario en ejecución.

Para la captura de las pantallas decidí nombrar a la habitación como REDSOCIAL


Crear el cuestionario.

Haga clic en Concurso y después en Crear Cuestionario tal y como muestra la imagen. 
















Escriba el nombre del cuestionario y empiece a agregar las preguntas.

En todos los tipos de preguntas puede insertar imágenes, como en el ejemplo.


No existe límite en la cantidad de preguntas, pero es necesario tomar en cuenta que el cuestionario se resolverá en línea, probablemente desde un dispositivo móvil, de pantalla pequeña y condiciones limitadas por Internet.

Lanzar el cuestionario


Cuando el cuestionario está listo para su ejecución debe proceder a su ejecución, llamado lanzamiento. Esta tarea puede realizarse tanto horas antes o minutos antes de indicar el nombre del aula y la dirección de acceso. .

Los estudiantes.

Una vez lanzado el cuestionario los estudiantes deben acceder al sitio, escribiendo la dirección http://www.socrative.com/ No es necesario que creen una cuenta, solamente hacen clic en “STUDENT LOGIN” como muestra la imagen.

El siguiente paso es escribir el nombre del aula (habitación) previamente creada, como indica la imagen.

El paso siguiente es escribir su nombre.
Con esta última opción el estudiante ingresa al cuestionario. En la medida que va respondiendo a las preguntas, el profesor puede ver todos los resultados, pregunta por pregunta.


El empleo de este tipo de recurso facilita una retroalimentación inmediata, además de favorecer la motivación del estudiante. 

miércoles, 26 de octubre de 2016

Emplear Moodle no garantiza la calidad de un curso a distancia 2/2

En la anterior entrada comenté sobre la necesidad de preparar a los profesores que trabajan en ambientes digitales a distancia. La preparación debe iniciarse por el diseño instruccional de su asignatura, comprender que no es la plataforma la clave del éxito, menos del aprendizaje, sino la organización de todas las actividades.

Esta organización, se inicia en el diagnóstico del estudiante. En aquellos casos donde los estudiantes, no importa su nivel educacional, tienen poca o ninguna experiencia en este tipo de ambiente y/o en los procesos a distancia se requiere de ayudas extras, de tiempos más extensos o de cursos previos. Con los profesores de nuestra Universidad planteamos varias estrategias, una de ellas consiste en la creación de exámenes en línea con carácter diagnóstico y que pueden resolver tantas veces deseen.

Además de estas sugerencias planteamos un grupo de indicadores que permiten al profesor evaluar su aula digital, entre ellos los más importantes son:

1-   Organizar todos los recursos, actividades y bloques en función del estudiante y no del profesor.
2-   Facilitar el desarrollo integral del estudiante. No se trata solamente del contenido, se debe velar por lo estético del aula, sus combinaciones de colores, la formación de valores como la responsabilidad, la puntualidad en la entrega de trabajos, entre otros.
3-   Permitir con facilidad el acceso del estudiante a todos recursos disponibles.
4-   El estudiante debe sentirse “cómodo” dentro de la plataforma y en el aula digital. Significa un acceso sencillo, el empleo de temas visuales que acopañen la lectura, colores claros y con contrates aceptables, tamaño de la letra adecuado, entre otros elementos.
5-   Presencia de suficientes ayudas informativas, insistiendo en lo gráfico para ahorrar tiempo en la lectura. Sugerimos la creación de mapas conceptuales en los que se indiquen las unidades de la asignatura.
6-   Posibilidad de colocar su fotografía y una breve descripción de sus intereses y gustos.
7-   Diversas formas de comunicación en la plataforma. Evitar ruidos en la comunicación al crear canales paralelos. En el caso de emplear WhatsApp debe exigirse que solo sea para comunicaciones puntuales.
8-   Existencia de recursos que permitan construir su conocimiento con la ayuda de los demás estudiantes. La presencia de foros y el trabajo en grupo son dos pilares importantes.
9-   Descargar archivos de cualquier tipo de formato y subir aquellos en formatos establecidos. No abusar de la cantidad de archivos a descargar ni tampoco convertir el aula en un almacén digital.
10- Control por parte del profesor de los accesos de los estudiantes a todos los recursos de contenido e interacción desarrollados,
11- Emplear diferentes recursos para la evaluación al estudiante.
12- Sección o espacio de novedades y de consultas al profesor.
13- Organizar el trabajo en el aula a partir de condicionales.

Los condicionales en la organización del aula digital.

El último punto de los indicadores anteriores viene a constituirse en una de las bases de la organización del aula digital. Se trata de incorporar restricciones de acceso o condicionales a las diferentes tareas que se ejecutan en dicha aula. Por ejemplo antes de responder una tarea evaluativa, el estudiante debe iniciar la lectura de los contenidos teóricos y participar en un foro exponiendo su criterio y complementando el de otros de sus compañeros. Una vez que realiza esas tareas, se habilita la evaluación de dicho tema.
  
El esquema ilustra el recorrido del estudiante antes de alcanzar la tarea evaluativa
Los condicionales contribuyen a la mejora en la organización del estudiante, reduce el tiempo en la plataforma y crea un clima que favorece la motivación y el interés. El establecimiento de los condicionales permite el desarrollo de las competencias de los estudiantes, mejorando su autonomía y la seguridad en todo el recorrido por las diversas actividades que va a encontrar en el aula digital.

Un ejemplo de restricciones. En este caso es necesario ver previamente un video
para avanzar a esta actividad.

Es de esperar que lo anterior contribuye a disminuir la cantidad de deserciones que se experimentan en los cursos a distancia.

Moodle es la plataforma, pero no es la garantía del éxito en el curso. El aula digital es construida por el profesor, su calidad no depende del empleo de Moodle, sino de la organización didáctica del aula, que se inicia en su diseño instruccional. 

jueves, 20 de octubre de 2016

Emplear Moodle no garantiza la calidad de un curso a distancia.

Moodle es la plataforma open source más empleada, sus casi 95 millones de usuarios, matriculados en 11 millones de cursos distribuidos en 232 naciones, es un aval impresionante, para una plataforma que sigue viva y competitiva. 

Su versatilidad es tan amplia que se emplea tanto para cursos con alta regulación, que en aquellos bajo la concepción de un Mooc. Esto es posible por la variedad de recursos y actividades disponibles, complementado con el acceso a varios bloques. La instalación estándar, presenta 14 diferentes tipos de actividades, 7 recursos y más de 20 bloques, esto sin agregar los complementos elaborados por terceros.

La combinación de recursos, actividades y bloques puede transformar el aula digital en un ambiente agradable para el aprendizaje del estudiante y en un laboratorio de investigación para el profesor. Las estadísticas que se obtienen de la mayoría de las actividades en la plataforma, son útiles para el análisis de las rutas seguidas por los estudiantes.

El sitio de nuestra Universidad, (Autónoma Gabriel René Moreno) acoge a casi 11 mil estudiantes, que representan alrededor del 12% de todos los matriculados. Las actividades más utilizadas en las aulas digitales son por este orden: archivos, cuestionarios, foros, lección, tarea y libro. Algunos como los paquetes SCORM, las bases de datos, las etiquetas, las encuestas, los glosarios y las consultas son pobremente empleados.

Moodle que por su versión 3.1, mantiene su sistema de acreditación internacional (MCCC), ofrece una variedad de formas de ayuda en línea y con su renovación permanente, es casi imposible resistirse a desarrollar un curso. En especial si este se centra más en los contenidos y menos en la relación entre sus actores. Pero no es la plataforma, como tampoco la tecnología, la responsable de la calidad del curso.

Entonces de qué depende.

Empecemos por lo más evidente, la preparación de los profesores. Esta se inicia no en el conocimiento de la plataforma, sino en el diseño instruccional de su asignatura tomando en cuenta que toda o una parte de la instrucción se desarrollará en ambientes digitales.  En el caso de nuestra Universidad, desarrollamos un modelo de diseño instruccional adaptado tanto a las características de los docentes y estudiantes como a la organización de la enseñanza donde las aulas digitales también se emplean en cursos presenciales. Este modelo cubre tres etapas, diagnóstica, metodológica y aplicativa, que dan como resultado final la creación del aula digital y su permanente perfeccionamiento. 

El diagnóstico de las necesidades de los estudiantes es el punto de partida para la organización de los ambientes virtuales. A veces se considera que enseñar al estudiante cómo trabajar en la plataforma es suficiente para que se inicie en este tipo de ambientes. En ese caso es una equivocación, es más importante que el estudiante comprenda su rol, que admita sus responsabilidades y se organice para trabajar a distancia antes que entender el significado de los iconos y cómo se emplea este u otro recurso.

Recientemente en un curso que desarrollé en esta plataforma, los organizadores insistieron más en el empleo de la plataforma y no en el desarrollo de las  habilidades de los participantes para trabajar a distancia. En el grupo de matriculados, solo 3 de cada 10 hizo un curso a distancia. En la primera semana de clases los reclamos estuvieron dirigidos a problemas técnicos, organizativos, de tiempo disponible y en especial los relacionados con la comprensión lectora. Por lo general se "ve" la pantalla y el texto pero no se leen todas las instrucciones.

En dicha primera semana comprobé que la primera actividad, un libro con pocas páginas y poco texto, uno de los matriculados lo revisó 177 veces y en promedio todos lo hicieron más de 20 veces. En el siguiente libro, la cifra disminuyó, el que más lo leyó lo hizo 45 veces y un promedio general para todo el grupo de 10 veces. El tercer y final libro fue leído 26 veces por una persona, con un promedio general de 5 veces. La disminución es consecuencia directa de la experiencia que fueron acumulando en los primeros días y que no dependía por completo del manejo de la plataforma, sino de las habilidades que debían desarrollar previamente. Para ese curso confeccioné un listado de consejos para los estudiantes a distancia. 
  

La organización del trabajo en el aula digital.

El aprendizaje en ambientes digitales requiere de una organización particular, que se inicia como expresamos anteriormente en el diseño instruccional. No son los recursos de la plataforma el punto de partida, es lo que se aspira a lograr. Moodle es una plataforma vertical en la relación profesor estudiante, por ello nuestra meta en la Universidad es trabajar con los profesores en transformar las actuales aulas digitales de carácter tradicional en aula digitales extendidas, donde prime el trabajo grupal y el empleo de las redes sociales.

Para alcanzar ese último nivel se requiere un cambio en la forma en que percibimos el aprendizaje del estudiante, en la manera en que empleamos los recursos de la Web, la plataforma y en especial el compromiso del estudiante por su aprendizaje y su desarrollo integral.

La organización del aula digital también pasa por la distribución de los recursos, actividades y bloques que incorpora la plataforma. Como leemos de izquierda a derecha es preferible que los bloques aparezcan al lado izquierdo, dejando el espacio restante para los recursos y actividades. Moodle permite modificar la configuración de la página central del curso a través del formato de curso. En nuestro caso estamos empleando el formato “temas en pestañas” que tiene un diseño que permite la visibilidad de modo horizontal de todos los temas o unidades. Así se reduce el empleo del mouse para hacer scroll adaptándose con facilidad al trabajo con celulares.
Tema en pestañas, que evita el manejo vertical de la información.

Otro elemento que insistimos es la presencia de suficientes ayudas gráficas, comenzando por mapas conceptuales o mentales, que ayuden al estudiante a “ver” rápidamente la organización de los contenidos.

El mapa tiene el objetivo de orientar rápidamente a los estudiantes de los temas a tratar durante el semestre

Por último en el trabajo con Moodle, propusimos a los profesores crear condiciones o restricciones de acceso en la mayoría de las tareas. Es decir que el estudiante para seguir a otra tarea debe cumplir un grupo de requisitos previos, lo que obliga a seguir un orden lógico. Sobre este tema comentaré en el siguiente comentario. 

martes, 5 de julio de 2016

Las redes sociales en las elecciones universitarias. Cuatro años después.

En junio del 2012 publiqué en este blog un trabajo con el nombre de este encabezado y cuatro años después nuevamente nos encontramos en un nuevo período electoral, eligiendo a las autoridades de nuestra Universidad. Casi 70 mil estudiantes y 1508 profesores están habilitados para ejercer su derecho de elección. Se enfrentan cinco frentes para ocupar los puestos de Rector y Vicerrector, 62 profesores para los cargos de Decano y Vice Decanos de las 17 facultades y 94 aspirantes a directores de las más de 50 carreras que pueden elegir a su director.

Las campañas políticas se iniciaron en junio y se extienden por un mes, para que el 8 de julio se lleve a cabo la primera vuelta de estas elecciones. Las actividades proselitistas abarcan todos los espacios posibles, desde las instalaciones universitarias y sus alrededores hasta las redes sociales. Es en estas últimas donde llevo a cabo mi análisis.

En el 2012 la única red social empleada fue Facebook. Ninguno de los cuatro frentes que disputaban el Rectorado, empleó otra red social. Cuatro años después a Facebook se suma WhatsApp, red donde se libran los más enconados debates, como explico más adelante.

Las campañas en Facebook

Si en el 2012 fue la única red empleada, en la campaña actual también es utilizada de manera muy similar a cuatro años atrás. Para ser objetivo en el análisis partiré de los mismos indicadores que emplee la vez pasada: estructura de la página o grupo, información de utilidad, información sobre los candidatos y presencia en otras redes.

De los cinco frentes que en estas elecciones se disputan el rectorado de la Universidad, cuatro tienen páginas en Facebook. Solo uno de estos frentes no tiene representación en la Red, pero se puede acceder a la página de uno de sus candidatos, donde coloca algunos mensajes con muy poco sentido común y sin relación con la campaña.

De los cuatro restantes, tres de ellos tienen páginas oficiales, mientras que un cuarto grupo emplea una página personal, por lo que es necesario solicitar su amistad, para acceder a toda la información. El otro indicador para el análisis se relaciona con la información de utilidad a la que se puede acceder en cada frente.

Considero como información de utilidad, las propuestas y sus formas de materialización que cada frente tiene sobre el mismo tema en común: la universidad. En este campo más allá de videos y fotos de diferentes actos es imposible encontrar un documento que explique en detalle sus propuestas y menos aún la manera en que llevarían estas a la práctica. Solo uno de los tres frentes con página oficial, tiene un enlace a un documento externo donde se encuentra parte de esta explicación.

Otro punto ausente en todas las páginas, es la información sobre los candidatos. Aunque sean personas con cierto reconocimiento público en el entorno universitario, ninguno de los candidatos muestra su currículum, ni un enlace donde pueda ser estudiado. Tal vez parece que es más importante la promesa que la persona que lo puede llevar a cabo. Incluso en la propaganda impresa que vi en estos días, no encontré referencia alguna a la experiencia laboral de los candidatos

Al igual que todos los candidatos se aplazan en mostrar su información personal, no encontré presencia de estos en otras redes sociales, como por ejemplo Twitter o Google +. Un detalle que me llamó la atención es que sumando los “me gusta” de cada página llegan a cerca de los 42 mil, cifra varias veces superior a la de cuatro años atrás.

Realizando una comparación con el empleo de Facebook, en las elecciones del 2012, las dos mejoras notables, son la presencia de videos propios, algunos con los candidatos y otros sin ellos y la cantidad de me gusta de cada página.

El empleo de WhatsApp en la campaña.

Cuatro años atrás, WhatsApp apenas tenía 100 millones de usuarios a nivel mundial que comparados con los mil millones de hoy la convierten en la red de mayor crecimiento. En varias pesquisas que realicé con profesores y estudiantes de la Universidad, casi la totalidad de los encuestados señaló su pertenencia a esta red.

Para argumentar esta parte del trabajo realicé dos tareas principales; el análisis de las respuestas a un cuestionario en línea y el monitoreo durante varios días de algunos grupos de profesores y estudiantes. El cuestionario divulgado mediante WhatsApp, estuvo disponible solo 24 horas e indagó en cuatro áreas significativas en el uso de esta Red.

La primera de las preguntas estuvo dirigida a verificar cuál es la reacción al recibir un mensaje en la Red. La imagen ilustra las respuestas, donde seis de cada diez prefiere leerlo cuando tiene tiempo, aunque esto signifique unos minutos después.

La segunda pregunta indagó por la cantidad de grupos a los que pertenece en esta Red.

Como se aprecia la mayoría participa en más de cuatro grupos, llegando una tercera parte a involucrarse en más de diez grupos. Estos resultados están dentro de lo esperado. Muchos profesores comparten con sus estudiantes varios grupos en esta Red y a estos se suman los de carácter institucional, sin olvidar los más íntimos formados por amigos y familiares.

Otra pregunta estuvo dirigida a comprobar la cantidad de personas que abandonan los grupos de WhatsApp en los que fueron incluidos.

Para ser sincero los datos me sorprendieron, la mitad afirma que no se retiró de un grupo con fines políticos, mientras que un tercio afirma lo contrario. La sorpresa del resultado está dada por la experiencia que muchos fuimos incluidos en varios grupos sin nuestro consentimiento. Algunos grupos fueron creados con números no existentes en Bolivia, en algunos no se recibió información inmediata que justificara la pertenencia y en otros se trató de grupos a los que nos interesa participar.

WhatsApp, la red de más mensajes y menor impacto.

La segunda tarea para el análisis del empleo de esta red en el período electoral, consistió en revisar las conversaciones de varios grupos de profesores y estudiantes, donde se trata el tema electoral. Gracias a varios colaboradores pude acceder a una veintena de grupos de seis facultades.

Entre esos grupos se contabilizan más de 1400 personas y generan como promedio al día en esta etapa unos 200 mensajes. Algunos días la cifra crece mucho más, al extremo que en uno de los grupos a los que pertenezco circularon más de 500 mensajes en unas doce horas. A esa enorme cantidad de información se unen las imágenes y videos que circulan en cada grupo, la mayoría de las veces repetidos.

En todos los grupos que logré revisar existe un elemento común: la polémica, la discusión a veces ofensiva, los mensajes con poco sentido común y el contraste de los que llaman a la calma, a abandonar los insultos y amenazas. En esta etapa descubrimos algunos lados “ocultos” de varias personas, como también encontramos a líderes y mediadores que en algunos momentos lograron disminuir el tono de la polémica.

WhatsApp es una red de memoria corta, contrario a Facebook, donde es más sencillo hallar los mensajes. En WhatsApp la cantidad de mensajes es tan alta, que pocos pueden leer todas las conversaciones y se concentran generalmente en las últimas.

No existe una estrategia clara de cómo emplear esta Red en la campaña electoral. En todos los grupos la tendencia fue añadir las mismas imágenes y videos varias veces para contrarrestar las del grupo rival, pero al parecer no da los frutos esperados.

Esta conclusión se desprende de las respuestas a otra de las preguntas de la encuesta, que valoró la influencia que los mensajes tienen en la decisión de voto en las elecciones.

Entre poco y casi nada, se encuentran siete de cada diez participantes. El resultado demuestra que los mensajes en WhatsApp no tienen el efecto esperado. 

Es probable que después de las elecciones vuelva a reinar la calma, es probable también que dentro de cuatro años vuelva a realizar un análisis sobre el mismo tema, pero no aseguro que WhatsApp y Facebook sigan teniendo la misma preferencia. 

miércoles, 29 de junio de 2016

Esta no es la Universidad que tenemos.

El pasado 19 de junio, el diario El Deber, órgano de circulación nacional con sede en Santa Cruz publicó un trabajo denominado “La campaña del “regalito” se apodera de la Gabriel" firmado por Ruy Dalence Delgado.

En dicho trabajo se realiza un “análisis” de la campaña electoral que por estos días mueve a varios frentes de la U, en una contienda para elegir Rector, Vice Rector, Decano, Vice Decano y Jefes de Carrera. Destaca por encima de todo lo más negativo y sucio de esta campaña, que en el fondo es el reflejo de lo que sucede en el país. Recuerde solamente las campañas electorales, los regalos, las prebendas, las falsas promesas y traslade eso a la U.

Es totalmente cierto que la U está disfrazada, sus muros, pasillos, pisos, escaleras y hasta los árboles están llenos de afiches, plásticos de colores, banderas y cuanto pueda llamar la atención de un color u otro. Igualmente prosperan las casas y toldos de campaña, la música, el corte y alisado de cabello, el regalo de palomitas de maíz, panchitos y algodón de azúcar. Eso se ve con solo traspasar las puertas abiertas para todos.

Sin embargo señor periodista hay muchas cosas que usted no vio, que tal vez no preguntó o lo peor que ni pensó que existían.

Las aulas no están vacías, como usted muestra en una de las fotos, es que acaso su cámara quedó sin batería para recoger las cientos de aulas donde los estudiantes y profesores pasan clase, a pesar de la música y los regalos.

En dicho trabajo se recoge una valoración externa y en mi opinión fuera de lugar del respetado Carlos Hugo Molina, donde señala y cito textualmente: “Bajo estas condiciones, sin aporte sustantivo para la región y el país, la universidad no le sirve a nadie” Quisiera entender que “nadie” se refiere a la famosa historia de Odiseo y Polifemo, donde el primero engaña al cíclope, haciéndose llamar nadie, para salir con sus hombres del encierro.  

La Universidad que tenemos.

La Universidad, es el reflejo de lo que sucede en el país, no somos un ente aparte, aislado y aséptico. Está bajo el efecto de las presiones de todos los grupos que intervienen desde la sociedad en todos sus niveles y estratos. Se somete a las variaciones de la economía, a los cambios de la ciencia y de la conciencia social.

La UAGRM es la universidad que más creció en infraestructura en los últimos diez años, es la única que tiene presencia en muchas de las provincias del Departamento. Es una mega universidad que crece cada año, a un ritmo mayor que sus ingresos le permite.

Es muy probable que desconozcan los resultados que se plasman en las 24 Expo Ciencia que la Universidad ha realizado hasta el 2015. Tampoco se conocen las patentes que los profesores de la Universidad han recibido, como es el caso de las dos últimas, sobre el alimento complementario para niños de 6 meses a cinco años, o la de la harina de pan de arroz instantáneo. 

También se desconocen las investigaciones realizadas y con frutos directos en el desarrollo de la región y del país. Por ejemplo en el campo agrícola, que cuestiona Carlos Hugo Molina, se pueden señalar los aportes realizados al mejoramiento de la soya, al análisis de la fruticultura cruceña, al estudio de la contaminación ambiental que genera la industria lechera, la identificación de las variedades y la productividad de la almendra chiquitina, al mejoramiento de pastos, al crecimiento del ganado, entre otros muchas.
    
Además un punto que la sociedad no conoce en detalle es la imposibilidad de los profesores de la U, de impartir posgrados, asesorar tesis de maestría o de doctorado. La Ley Financial impide el pago a los profesores por este tipo de trabajo. ¿Cómo la sociedad se pronuncia por un pago justo al trabajador y olvida este compromiso con la academia y la investigación?.

Otro elemento a destacar y que no es recogido por ningún medio, es el proceso de acreditación nacional e internacional que se lleva a cabo en nuestra Universidad. Hoy contamos con 22 carreras acreditadas que representan casi el 40% de todas las carreras. De estas cinco tienen certificación internacional.

Tampoco se mencionan los miles de participantes en los Mooc que la Carrera de educación hizo en los últimos años, las investigaciones con los hijos de los reclusos de Palmasola, el trabajo con las comunidades chiquitanas, el impulso al turismo, los estudios psicológicos de la población cruceña y otros tantos trabajos que llenarían todas las páginas de El Deber.

Si repasamos los periódicos de la región veremos que muy pocos cuando tratan el tema de la educación lo hacen de manera positiva. Casi siempre prima lo negativo y poco se destacan las miles de horas que los profesores dedican a formar a los que hoy trabajan en todos los ámbitos de nuestra región. Ese aporte es olvidado y transformado en información vulgar e incompleta.


La Universidad no se libra de sus errores, de sus problemas, como los tiene la sociedad, pero reclamo respeto a nuestros profesores, que unos pocos no son la mayoría de los que comprendemos que la educación y la formación es un acto de amor infinito.