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lunes, 20 de junio de 2011

Los ejes del aprendizaje con las Tics.


Una tendencia cíclica en los sistemas educacionales es la consideración que llenando de medios el aula, se mejora sustancialmente el sistema. En los años 30 del pasado siglo se insistía con el empleo del cinematógrafo, como medio para mejorar la educación. Con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, cuando surge con fuerza la Tecnología educativa, se instó a comprar todo tipo de medios. Entre aquellos estaban las mal llamadas “máquina de enseñar” que apoyadas en un basamento conductista y de la mano de la teoría de Skinner, apologizaban la sustitución del maestro.  

Cuando las computadoras empezaron a dejar de ser objetos raros en las escuelas y universidades, nuevamente se alzaron voces que alegaban que ahora era el momento de sustituir a los profesores y lograr un aprendizaje libre y excelente. Fue la época del movimiento del aula sin paredes, llenas de medios, pero vacías de resultados.

Contrariamente a lo que se puede suponer, no fueron los profesores los creadores de estas ideas, sino las empresas productoras de los medios, que vendían productos no ideas. Hoy estamos ante otra avanzada de ideas similares, pero la experiencia de la escuela es otra. Hay más investigaciones, más profesores convencidos de la utilidad de los medios y más estudiantes que los emplean. 

En la actualidad partimos de una base Vigostkiana, nutrida de los aportes de Ausubel y Brunner todo unido en un aprendizaje significativo.  Se traslada el aprendizaje hacia las necesidades del individuo, rompiendo el esquema de dominación de la escuela. 

Con el empleo de las Tics, no dudamos que mejora sustancialmente el aprendizaje del estudiante y de las personas en general. Aprendemos tanto sobre lo que nos interesa como lo que la sociedad nos impone. No podemos dejar a un lado el proceso de aprendizaje que se produce en la institución docente (reconocido como aprendizaje formal) aun cuando impone las leyes de la clase social en el poder.

Al decir de Neri en su obra “Educando en tiempos de la Web 2.0”, “..la educación se encuentra aún anclada al modelo industrialista de relaciones saber-poder establecido…” 

El desarrollo de las actuales tecnologías no es un proceso ajeno a la escuela, todo lo contrario, dejar de reconocerlo no le hace un favor a nadie. En ese sentido opino que el proceso de aprendizaje donde intervienen estas nuevas tecnologías transcurre en tres ejes fundamentales.

El primero de ellos es la posibilidad de conectar a la red todos los equipos, como celulares, computadoras, tablet Pc, entre otros, compartiendo nuestros documentos, entre ellos. Así todo lo que estemos leyendo, estudiando, escribiendo lo podemos continuar sin necesidad de aferrarnos a un único dispositivo. Trabajamos en la casa con una computadora de escritorio, vamos a la universidad con una netbook y nos desplazamos a otras partes con el celular. 

Es útil poder acceder a lo que estamos haciendo desde cada uno de estos dispositivos. Con frecuencia empleo Evernote  para recordar citas, direcciones necesarias para un artículo y en especial sincronizar las ideas que suelen surgir en medio de un debate, una conferencia e incluso una clase con los estudiantes. Lo mismo sucede con varios de los servicios de Google, como es el caso de sus documentos, esencial para mi trabajo. 

El segundo eje lo tomo de una idea de Alejandro Piscitelli, publicada en su libro “Nativos digitales” del 2009. Este eje se denomina la ubicuidad y es la conexión en cualquier parte. Cada vez es más frecuente conectarse a la red desde muchos sitios; la universidad, un hospital, la biblioteca, el aeropuerto entre otros muchos lugares. La tendencia es la de aumentar las posibilidades de conexión, lo que trae aparejado que más personas acudan a dichos sitios. 

A partir de esa conexión en muchos lugares podemos seguir con las tareas de aprendizaje y no las interrumpimos. 

El tercer eje es el que considero más importante y complejo: la interactividad permanente, en especial rompiendo la distancia. La educación está superando la barrera de la interactividad personal y cada vez trasladándola más hacia los entornos digitales, donde se produce una interacción no física pero sí social. 

La concepción del aprendizaje puesta en relieve con el Enfoque Histórico Cultural coloca el centro de atención en el sujeto activo, consciente, orientado hacia un objetivo; su interacción con  otros sujetos (el profesor, otros estudiantes y otras personas en la redes sociales) sus acciones con el objeto de estudio con el empleo de diversos medios y diferentes estrategias. Su resultado principal lo constituyen las transformaciones dentro del sujeto, es decir, las modificaciones psíquicas y físicas del propio estudiante, mientras que las transformaciones en el objeto de la actividad sirven sobre todo como medio para alcanzar el objetivo de aprendizaje y para controlar y autoevaluar el proceso. (Bravo, Carlos, 2010) 

La complejidad del eje empieza por que aun no conocemos a fondo las estrategias que emplean los estudiantes para trabajar en las redes sociales. Tenemos la duda permanente de cuáles son las herramientas que más utilidad tienen tanto para profesores y estudiantes en la interacción a distancia. Existe una gran distancia entre el empleo de las redes sociales con un carácter interactivo y su inclusión en la práctica educativa. Profesores y estudiante aun ven esta interacción más como un elemento ajeno a la escuela que como parte de la misma. 

Abundan los criterios que las Tics son más útiles como refuerzo del aprendizaje, fuera de la escuela que en la misma. Los profesores “encargan” búsquedas de información, que se transforman en “copias” de información, subvalorando las posibilidades de los estudiantes y enmarcando el empleo de Internet a un solo ámbito. 

Un ejemplo de cómo las redes sociales pueden conformarse en un espacio de interacción lo estamos viviendo en estos días, en un grupo creado en Facebook por una profesora. Nuestra Carrera de Ciencias de la Educación, en la necesidad permanente de mejorarse, emprendió un proceso de rediseño del currículo y pedimos a los estudiantes egresados que respondieran una encuesta y al resto de los estudiantes que comentaran sobre una pregunta. 

Ambos instrumentos los socializamos empleando el servicio de documentos de Google, favoreciendo el acceso libre de los estudiantes, a la par de demostrar el empleo de una excelente herramienta. Los resultados obtenidos están permitiendo analizar las opiniones de los estudiantes, componente principal de nuestro trabajo, para mejorar nuestro diseño de la Carrera. 

El grupo anteriormente citado es una muestra de lo mucho que se puede lograr cuando se combinan los tres ejes del aprendizaje. El logro mayor se alcanzará cuando cada sujeto involucrado en su propio aprendizaje evalúe sus resultados y se sienta satisfecho con sus logros.  

Notas.
Bravo Reyes, Carlos. “Modelo para el diseño de las aulas digitales”. Santa Cruz. Bolivia. 2010

Neri, C. & Fernández Zalazar, D. Telarañas de conocimiento: Educando en tiempos de la Web2. Buenos Aires: Libros y Bytes. 2008

Piscitelli, A. Nativos Digitales. Dieta cognitiva, inteligencia colectiva y arquitecturas de la participación. Buenos Aires: Santillana. 2009

1 comentario:

  1. Excelente artículo. El punto es que (al menos en Argentina), los docentes están lejos, lejísimos de percibir siquiera estos ejes.
    Más allá de la posibilidad de conectar en red todos los equipos (rara en las escuelas, si es que dependemos de las netbooks), la ubicuidad de conectividad y la conexión permanente, presentan una arista compleja y bastante inasequible desde el punto de vista del docente: La pérdida del control sobre los contenidos a los que se accede y la heterogeneidad de fuentes. Creo que ese es el desafío de la formación docente hoy.

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