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viernes, 2 de noviembre de 2012

No lo dude el maestro es insustituible



Acabo de leer unas interesantes declaraciones de Nicholas Negroponte fundador del proyecto "Una laptop por niño" ( One Laptop Per Child) donde relata la experiencia que su organización llevó a cabo con un grupo de niños analfabetos en Etiopía. 

Negroponte explica la experiencia
en la conferencia del MIT
Fuente http://mashable.com
En su experimento entregaron tabletas en cajas cerradas a un grupo de 20 niños en dos aldeas distantes entre sí. Según comentan al inicio del experimento los niños jugaban con las cajas hasta que uno la abrió y logró encender la tableta. 

En ese mismo experimento Negroponte narra  lo siguiente: “Within five days, they were using 47 apps per child, per day. Within two weeks, they were singing ABC songs in the village, and within five months, they had hacked Android.”

El hackeo de Android al que se refiere es que lograron encontrar la cámara, que por descuido uno de los empleados de OLPC había deshabilitado.  El resto del artículo se puede leer en este enlace

Las conclusiones a las que llega Negroponte durante su conferencia en el MIT celebrada en esta semana es que si los niños aprendieron a leer, entonces pueden aprender para seguir leyendo. En otras palabras los niños demostraron que pueden aprender a leer, pero al costo de lo que está en esa tableta. 

No dudo de la efectividad del proyecto, ni de las buenas intenciones de Negroponte y todo su equipo, tampoco de la posibilidades que tiene el entregar tabletas o computadoras a los niños para mejorar su aprendizaje. 

Sin embargo la euforia de estos experimentos quedan por lo general solo en el inicio. El propio Negroponte en una entrevista posterior señaló que  si se financia el proyecto por lo menos por un año o un año y medio se pueden lograr resultados que la comunidad científica no dudaría en reconocer.
 
Después de leer el trabajo me quedan numerosas dudas. Qué pasará cuando esas tabletas, que se alimentan con paneles solares dejen de funcionar. La humedad, los cambios de temperatura, el polvo y otros elementos que en el campo son constantes, se convierten en enemigos de estos dispositivos. 

Qué sucederá cuando los niños pierdan el interés por el “juguete” como sucede desde siempre. Les entregarán otros más sofisticados, trabajarán más personas en la creación de estos nuevos equipos y así con el analfabetismo de unos pagaran los gastos de los ingenieros del primer mundo. 

Dónde quedan las emociones,los valores, los intereses grupales y los sentimientos.  Es qué la tableta nos enseñará eso y mucho más. 

Me parece realmente una utopía, un gasto de dinero y hasta una burla a esos niños. Si calculamos el costo de las tabletas, los salarios de los que la programaron, el embalaje, el envío, los salarios de los que pasaban por las aldeas a descargar la información del manejo de las tabletas, los pasajes de avión, el hospedaje y las dietas, de seguro el precio es bien elevado. 

Supongo que con esos “gastos” se podía construir una escuela sencilla, sin necesidad de cajas y tabletas y pagar a un maestro por varios años. 

El analfabetismo no se resuelve con tabletas ni computadoras, sino con la voluntad del ser humano, ese maestro que es y será siendo insustituible.

4 comentarios:

  1. Sin duda que cuando nos olvidamos del sentido de la verdadera responsabilidad social y aprovechamos de las oportunidades para beneficiarnos personalmente de las circunstancias como la que nos describe el Dr. Bravo, caemos en la triste desesperación de ser los genios cambiando el mundo cuando lo único que se consigue es un leve maquillado de la realidad actual...

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  3. Es Impresionante lo que puede hacer la tecnología,con los avances cada vez más sofisticados,pero esos materiales son solo medios e instrumentos,que no llegaran a sustituir al docente, porque son múltiples factores que como humano no se pueden sustituir;como la relación persona a persona y esa esencia que solo siendo humanos podemos tenerla que una maquina no transmite.

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  4. Exacto Doctor, la transmisión de valores del ser humano que muchas veces se le encarga al maestro es insustituible, una computadora no es capaz de inculcar el respeto o enseñar la educación del saludo etc.

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