Un amigo decía que viajar a otro país era como una materia universitaria,
siempre aprendías algo nuevo, incluso si ese lugar lo visitas nuevamente. Eso
es lo que me sucede con México y en particular con Guanajuato, esa ciudad
mágica, llena de colores, con contrastes únicos.
Una de las mejores experiencias fue la de atravesar en auto algunas de
sus calles estrechas, donde en ocasiones si circula un vehículo no puede pasar
un peatón. El video ilustra uno de esos momentos angustiantes, donde se
requiere la pericia del conductor y un poco de suerte.
Otro de los tantos encantos de Guanajuato es el Cerro del Cubilete, que se
establece como el centro geográfico de México. En dicho sitio se levanta un
centro religioso denominado Cristo Rey, una colosal estatua en color negro
marca dicho centro. En el interior el salón es sobrio, y rodea las columnas que
lo levantan una corona de espinas y en centro una colosal corona. Su
construcción se inició en 1944 y fue concluido cinco años después.
Los atardeceres en la ciudad son atractivos desde casi todos los ángulos,
el contraste de colores de las casas, la luz solar que se van perdiendo y las
luces que alumbran casas y calles, hacen de ese momento una oportunidad para no
perderse.
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