Recientemente, concluyó el proceso de admisión estudiantil en nuestra Facultad. Fue un esfuerzo enorme, casi siempre secundado por un grupo de agoreros, que llenaron de piedras un camino que debía ser llano para todos.
Los bachilleres deben tomar dos exámenes, ambos se ejecutan
de manera digital, empleando o bien un sistema que tiene la propia universidad o
una instalación Moodle que se ejecuta en otra facultad. El sistema de la
universidad requiere cargar previamente un instalador que supuestamente
garantiza la seguridad en el acceso al examen, al crear un sistema de claves
para el número total de máquinas. Este sistema es válido solamente para el día
del examen.
En la facultad de Humanidades se disponen de no más de 50
computadoras, distribuidas en dos laboratorios. Los equipos son obsoletos,
algunos se reinician con frecuencia, en otros las pantallas después de tantos
años de uso no funcionan correctamente. A esto se suma que el laboratorio más
grande, donde solo están activas unas 40 máquinas, desde hace meses no le
funcionan sus equipos de aire acondicionado. Es posible imaginarse que un
ambiente cerrado, debido a su diseño, con máquinas que desprenden calor en su
funcionamiento, no es el adecuado para realizar un examen.
En una encuesta realizada al concluir el segundo examen, se les
preguntó a los bachilleres; en una semana qué tiempo empleaban una PC o
portátil. Para sorpresa, solo el 24 % respondió que utiliza
diariamente una computadora, el 43 % algunas veces, el 18 % muy pocas veces y el
14 % responde que nunca. Estos datos nos sitúan en una situación más compleja,
pues la mayoría no tiene las habilidades mínimas para trabajar con una PC. Nos encontramos durante los dos exámenes con
estudiantes que no conocían el teclado de la computadora.
En estas situaciones se genera un mayor estrés a los
estudiantes, ya que deben responder 40 preguntas en 40 minutos. La práctica
demostró que, como promedio, demoraron unos 30 minutos, aunque la mayoría con muy
bajos puntajes.
No es necesario ser experto en higiene escolar para
comprender que tomar un examen en condiciones de calor excesivo y con
estudiantes que muestran pobres habilidades para el trabajo con las
computadoras es altamente negativo.
Aplicando matemáticas simples.
Para este proceso se matricularon 1218 estudiantes,
que rinden dos exámenes. Los estudiantes antes de ingresar al examen deben
colocar su huella dactilar para su reconocimiento. En los exámenes que
realizamos en el segundo semestre del pasado año, empleando las computadoras de
la facultada, nos topamos con que uno de los dos lectores no funcionó. En ese
momento debían ir al laboratorio de la planta baja, tomar la huella y subir
nuevamente. Por lo general el proceso de vaciar el laboratorio, tomar las
huellas y esperar por que los estudiantes se acomoden en sus puestos, demora
unos 70 minutos por cada grupo.
Si tomamos en cuenta la cantidad de estudiantes y la
cantidad de máquinas, da como resultado que se deben dividir en 25 grupos. Cada
grupo consume 70 minutos como mínimo, eso significa que en total deberíamos
trabajar unas 30 horas continúas o el equivalente a 4 días de trabajo. Todo
esto sin contar con los problemas técnicos que siempre se presentan. Además, el
software que emplea la universidad exige que cada día se cambie la clave, por lo
que se debe cargar máquina tras máquina, lo que consume cada día tiempo extra.
Considerando ese cálculo tan sencillo, que, al ser repetido
en la segunda ocasión, sería el mismo resultado, es que se decidió realizar el
examen en otros ambientes. De este modo no se pierden ocho días de
trabajo y de estudio por parte de los bachilleres. Este ambiente que es de la Universidad,
dispone de 150 computadoras, todas en red, sin conexión a Internet y con
ambientes climatizados, amplios y de fácil acceso. A este se suma que disponen
de un personal especializado y dispuesto a resolver cualquier dificultad
técnica que se presente.
En conclusión, suponer que es mejor perder 8 días de
preparación de los estudiantes y tomar un examen en ambientes dañinos a la
salud, que solo reducirlo a dos días y en locales correctamente equipados, es no
saber matemáticas o jugar a seguir creando problemas donde debe existir la paz.
En esta ocasión, para tranquilidad del equipo de los profesores de la Facultad, el
proceso concluyó con el ingreso de más de 800 estudiantes en todas las
carreras.
En el siguiente comentario explicaré sobre las clases en
YouTube y el empleo de los Chatbots para la preparación de los estudiantes.
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