martes, 5 de abril de 2011

El mejor medio de enseñanza.


En diferentes cursos de posgrado que he impartido sobre el tema de los medios, algunos participantes me insisten en establecer un listado de los medios imprescindibles, de aquellos que no pueden faltar e incluso me han preguntado, cuál es el mejor de todos. 

Sin lugar a dudas es bien complejo señalar cuál es el medio de enseñanza más importante, el más útil, en fin señalar solo uno es casi imposible. Sin embargo me atrevo a señalar que un medio es el que puede dirigir el trabajo de los restantes medios, organizar la secuencia de sus acciones y en especial orientar el trabajo de los estudiantes. 

Además este medio es el más empleado y también el más mal empleado. Por supuesto que me refiero a la voz.

No todas las personas pueden expresarse con claridad cuando hablan ante un auditorio. Ello se debe a innumerables factores que van desde la disposición de los órganos de la fonación hasta elementos subjetivos como el nivel cultural, la preparación para su trabajo, la presencia personal, entre otros.

A pesar de ello todas las personas son capaces de hablar y comunicarse oralmente. El lenguaje oral precede a la escritura y hablamos más de lo que escribimos. Los residentes de las regiones urbanas según establecen algunos investigadores se comunican oralmente durante las 3/4 partes del día y sólo leen o escriben la tercera parte del día.

La diferencia principal entre el lenguaje oral y el escrito se manifiesta por la expresividad que durante la conversación tienen las personas. Los gestos, los movimientos, la pronunciación, la entonación, las características personales del que habla, el interés y las motivaciones por hablar o escuchar, la preparación de los que intervienen en la conversación, entre otros muchos factores, determinan la riqueza de la comunicación oral que ni el mejor libro puede superarlo.

Un elemento de vital importancia en el discurso del conferencista o en la clase del profesor es su propia personalidad. Este debe poseer un sistema nervioso equilibrado, donde los procesos de excitación e inhibición  estén mutuamente compensados. El profesor debe ser capaz de introducirse rápidamente en su tema cuando ha sido interrumpido por cualquier causa, cuando los estudiantes le pregunten debe responder con seguridad y exactitud.

En mi opinión la voz del profesor debe destacarse por tres rasgos fundamentales: dicción, entonación y ritmo.
A lo anterior se suman otros elementos como los gestos y movimientos del profesor durante la exposición oral, que contribuyen a llamar la atención, a redundar sobre lo dicho y en especial disminuir la fatiga pedagógica en los largos períodos de clase.

A pesar de la importancia de la voz como medio de enseñanza en muy pocas instituciones formadoras de profesores le dedican el tiempo necesario a mejorar la manera de decir, a enseñar cómo desplazarse en el aula, a valorar la importancia del ritmo en la exposición, a discutir sobre la importancia de la presencia personal y en especial la personalidad del profesor. 

Aun cuando la voz sigue siendo nuestro primer medio de enseñanza, el más empleado y por ende el más afectado, no existen legislaciones laborales, que consideren las afecciones en los órganos fonatorios como accidente o motivo de incapacidad laboral. Por lo general los profesores debemos competir con ruidos externos, con las pobres condiciones acústicas de los locales docentes, con los ruidos ocasionados por los estudiantes, entre otros tipos de ruidos. Aun con todos esos ruidos debemos seguir en nuestro trabajo.

Muchos profesores se quejan de dolores en la garganta, otros padecen de disfonía permanente y no encuentran respaldo en las autoridades para disminuir o eliminar las causas externas de tales males. 

En definitiva nuestra voz, que es nuestro más útil medio de enseñanza, que ni el más sofisticado de los medios actuales puede superar, debemos cuidarla y preservarla para que siga siendo nuestro “mejor” medio. 

2 comentarios:

  1. Coincido con ud. Carlos.. La voz será siempre la guía principal para los otros medios, pero si no hay una buena presencial no habrá una total aceptación de la audiencia, ésta última sería una complementación a la actuación del conferencista o expositor.

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  2. Carlos
    Tienes razón en decir que la voz es el medio más útil de enseñanza y debemos cuidarla.
    Edwin

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