miércoles, 15 de febrero de 2012

¿Existe el aprendizaje móvil?


Cada día no dejamos de asombrarnos de la cantidad de conceptos, teorías, enfoques y comentarios de todo tipo que leemos en la Red.

Esto es una característica de la llamada infotoxicación donde todo “vale” y aunque genere confusión en unos y entusiasmo en otros es una de las grandes conquistas del ser humano, aun cuando todos los países no lo interpreten como tal.

Pero una cosa es escribir y proponer enfoques innovadores y revolucionarios y otra muy distinta justificar sin un enfoque científico. La ciencia, es desde hace casi un siglo una fuerza productiva y protagonista directa de los saltos de nuestras sociedades.  

En dos anteriores comentarios consideré que desde el punto de vista didáctico, el celular al ser incorporado a la actividad educacional, lo hace en su condición de medio. No por el hecho de ser un nuevo recurso y que todos los estudiantes poseen uno, ya está implícitamente incorporado al proceso pedagógico. Pensar de ese modo limitaría las funciones de este medio.

Recientemente y después de escribir los dos comentarios encontré en la Red el  “Infokit sobre el aprendizaje móvil” Este es un: …”recurso de desarrollo que JISC infoNet puso en marcha en ALT-C 2011 junto con la nueva publicación: ”Prácticas emergentes en la era digital” de JISC. Este infoKit es una guía práctica para que las instituciones educativas puedan planificar la implementación de una iniciativa de aprendizaje móvil”.  Sí desea lo puede descargar desde esta dirección.

En algunas de sus 78 páginas se pueden leer tantas alabanzas al llamado aprendizaje móvil, que estuve a poco de lamentar mis dos publicaciones anteriores. Sin embargo, el Infokit es una guía para la equivocación, más que para el desarrollo de dicho aprendizaje.

Un primer absurdo que salta en las primeras páginas es cuando citan: “El aprendizaje móvil implica un cambio en el sentido de que la capacidad de comunicarse con los tutores y compañeros, así como acceder a los recursos de aprendizaje, cambia lo que es posible en la educación”. Es casi imposible comprender lo que aquí se escribe. Sí se cambia lo posible, estamos en lo imposible, es decir aprendemos de lo imposible? ¿Pero se puede fundamentar un aprendizaje móvil, o es que los seres humanos somos inmóviles?.

Más adelante encuentro: “El aprendizaje móvil puede significar muchas cosas para diferentes grupos de personas”, o lo que es lo mismo nada para otras personas. Menuda e interesante definición de un supuesto concepto.

En otra página se lee: “Un último punto a considerar es la facilidad con que los dispositivos móviles permiten la creación de contenido generado por los usuarios. Junto con el auge de las redes sociales y de los servicios de localización, los estudiantes móviles pueden interactuar con el contenido y desarrollar en más formas que nunca las habilidades que se espera que aprendan”. Resulta que el Infokit es de los que opinan que el medio es el elemento generador del aprendizaje. En este punto hay una distorsión completa de esta categoría tan compleja. 

El aprendizaje según Otmara González: “… es un proceso de construcción y reconstrucción (no solo de registro u observación) por parte del sujeto que aprende de conocimientos, formas de comportamiento, actitudes, valores, afectos y sus formas de  expresión, que se producen en condiciones de interacción social en un medio sociohistórico concreto, en dependencia del nivel de conocimientos que posea el sujeto, de sus intereses, estado de ánimo, actitudes y valores hacia diferentes esferas de la rea­lidad social y personal, que lo conducen a su desarrollo personal y al intercambio y en ocasiones al desarrollo personal también de los sujetos con los cuales interactúa".

Como podemos comprobar, no es el medio el responsable del aprendizaje, sino el sujeto que aprende y lo hace en un entorno sociohistórico determinado y en relación con los demás, que es el punto de partida del Enfoque Histórico Cultural de Vigostky.

A su vez los estudiantes siempre son móviles, no por el hecho de ocupar una de sus manos con un celular le otorga la distinción de móvil. En ese caso podíamos expresar también que existe el bus móvil, el auto móvil, la televisión móvil o la radio móvil. 
 
En otras de las páginas del mencionado Infokit se puede leer: “El aprendizaje móvil es independiente del contenido y, como tal, a menudo puede ayudar a eliminar barreras existentes de cara a mayores resultados para toda la institución”

En este punto encontramos un gran error, pues sí el aprendizaje es independiente del contenido, entonces qué está aprendiendo, cuál es la fuente de la que se nutre. Pensar de ese modo es dejar en blanco el aprendizaje. 

En mi opinión no solo hay una enorme contradicción con respecto al aprendizaje como acto humano, sino que se confunde intencionalmente al medio con el método. En este caso se sobrevalora la importancia del medio, por encima del propio método, que tanto estudiantes como profesores emplean. En otras palabras no hay un aprendizaje móvil, hay un aprendizaje que emplea diferentes medios que ponen al estudiante en contacto con el contenido. 

La innovación, la incorporación de medios, los cambios en los currículos, las modificaciones permanentes en los métodos y en los contenidos, no se realizan por satisfacer gustos personales, sino por la necesidad de superarnos permanentemente. Pero estos cambios para que sean efectivos deben apoyarse en las ciencias pedagógicas, pues de lo contrario estaríamos negando la base científica de la actividad pedagógica. 

En ese caso la historia de la educación ha demostrado como todos aquellos procesos carentes de lógica científica han pasado desapercibidos y lo peor ocasionando gran daño a los sujetos sometidos a dichos disparates pedagógicos.

No se trata de negar el uso del celular en la clase, sino de emplearlo para el aprendizaje  pero sobre bases científicas, no lucrativas como se evidencia en dicho Infokit.

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