El desarrollo de Internet, la creación de numerosas
aplicaciones para la Web 2.0, entre otros elementos, favorecieron el auge de diversas plataformas
educacionales. Estas vienen a ayudarnos a resolver uno de los grandes problemas
educacionales de la actualidad: la indetenible necesidad de actualización
permanente.
Una de las mayores contradicciones que se presentan en el
campo de la educación superior es la existente entre el volumen de información cada
vez mayor y el tiempo para procesar y transformar en conocimiento una parte de
esta. Mientras la información crece exponencialmente, el tiempo no lo puede
hacer. Las carreras universitarias, aun cuando reduzcan en tiempo, lo que están
haciendo es traspasar a otros la responsabilidad de formar a los estudiantes.
En los últimos años se viene produciendo un crecimiento de
los llamados cursos en línea o virtuales, como consecuencia directa de la
necesidad de superación permanente. Por supuesto que estos cursos, desde
una visión didáctica, se deben considerar dentro de lo que llamamos educación a
distancia. La distancia es el elemento definitorio, dirigida a la separación
física entre profesor y estudiante.
En la actualidad ese concepto de distancia cambió y en vez
de estar conformado por la relación profesor alumno, interviene un nuevo
elemento que es la dispersión de información. Esta última viene a constituirse
en uno de los ejes principales de la educación a distancia.
En esta dirección es a la que deben dirigirse los cursos en
línea o virtuales. Ellos organizados tanto en modalidades formal o no, deben
contribuir a la preparación permanente de las personas.
Dichos cursos se ven favorecidos por una parte por el
desarrollo de Internet y sus variadas aplicaciones y por otra el crecimiento de
plataformas que permiten su desarrollo. No
me detendré en mencionar algunas de estas plataformas y sus ventajas, lo que
dejo para futuro comentario.
Mi enfoque en este caso tiene que ver con la interpretación
de lo que es un curso en línea, virtual o como le llamo aula digital. Partimos de una organización pedagógica de todos los componentes de dicho
curso, tanto desde el currículo hasta la preparación de profesores y
estudiantes.
En mi opinión el aula digital que es el soporte del curso,
es un sistema de métodos y medios donde se produce la interacción entre
profesores y estudiantes. Es decir, el aula digital se debe concebir como el
principal punto de encuentro entre los componentes personales.
En ella se desarrolla, en parte el proceso de aprendizaje a
un alto nivel. Los estudiantes se ponen en contacto con las informaciones
necesarias, previamente seleccionadas a partir de los objetivos o competencias
a desarrollar.
Los estudiantes, componente más importante del proceso
pedagógico, deben estar en condiciones de procesar esa información para
transformarla en conocimientos. Por ello la organización del aula es un
elemento clave en todo este complejo proceso.
Muchos de los cursos que apreciamos carecen de una
organización pedagógica, prima el criterio de colocar archivos en formato PDF,
para su descarga y lectura posterior. Se enlazan presentaciones en Power Point
diseñadas para ambientes presenciales y videos que poco contribuyen al
aprendizaje. Estos últimos a veces se demoran en cargar en las pantallas de los
estudiantes. Se traspasan los gastos de impresión de la universidad o colegio
al estudiante.
Estamos ante la presencia de numerosas aulas digitales o
virtuales que son almacenes de información, donde su selección es muy pobre, agobian
al estudiante y por consiguiente el abandono de dichos cursos.
En las aulas virtuales no se puede proceder de la misma
manera que en los ambientes presenciales. Los procesos de acceso a la
información son diferentes, lo que determina cambios en nuestra organización. Los
medios que empleamos en la actividad presencial deben ser rediseñados para los
ambientes a distancia. Usar en estos cursos presentaciones en Power Point diseñadas
inicialmente para acompañar la explicación del profesor es confundir al
estudiante a distancia y limitarlo en su aprendizaje.
Sobre este tema hay muchos otros elementos para comentar
próximamente, pero retomo la idea inicial, son aulas no almacenes de documentos
digitales.
Muy deacuerdo, las aulas digitales es un instrumento de interacción (docente-estudiante). MOODLE tiene varias herramientas para interactuar con los estudiantes que pena que algunos docentes y univesidades lo utilicen como un gestor de descarga.
ResponderEliminarSin embargo, existen docentes que saben sacarle el jugo a esta herramienta, pero lastimosamente solo algunos estudiantes sacan provecho de ello.
Beymar
Posdata: Gran artículo
Moodle nos proporciona las herramientas que facilitan la enseñanza a distancia y la hacen más llevaderas.
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