El crecimiento de la información, los grandes cambios en la
ciencia y su aliada la tecnología, los nuevos problemas que enfrenta la
humanidad, entre otros tantos elementos obligan a una preparación permanente,
actualizada y en constante cambio. Lo anterior es una de las razones por lo que
la mayoría de las carreras universitarias asumen como tareas prioritarias los procesos
de modernización y actualización de su malla curricular, adaptándola a las
nuevas exigencias.
Esta necesidad fue la razón por la que el Decano de la
Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, designó
una comisión encargada del rediseño y actualización de la licenciatura en Ciencias
de la Educación. La misma fue creada a finales del 2014 e integrada por la Dra
Rosario Betancourt García, la Dra Wilma Forest Herrera, la Msc María del Pilar
Trigueros, la Msc Edith Villarroel Fernández, el Dr Henry Andrade Sánchez, el
Dr Carlos Bravo Reyes y liderados por el Director de la Carrera el Msc Rafael Melgar
Portales.
Edificio donde se ubica la Carrera |
Nuestra Carrera se crea en 1993 bajo la modalidad presencial
y paralelamente se organizó el programa de licenciatura para maestros
normalistas de los niveles de educación primaria y secundaria bajo las
modalidades semipresencial y a distancia conforme a los requerimientos
establecidos por la Ley 1565 de la Reforma Educativa de aquel entonces.
A partir del 2002
entra en vigencia un nuevo diseño curricular (PL 145–9) para la formación de
licenciados en educación vía bachilleres bajo la modalidad presencial. De
inmediato dicho plan contó con una gran aceptación entre los jóvenes
bachilleres del Departamento, lo que se vio reflejado en la cifra de
matriculados que fue en aumento hasta el 2009.
Desde el 2010 y hasta
el 2015 la matricula descendió un 36%, lo que se debe a muchas razones. Entre
ellas destaca que las autoridades universitarias regulan el ingreso a partir de
fórmulas matemáticas poco comprensibles que favorecen unas carreras en
detrimento de otras. Por lo que en cada año los cupos para nuestra Carrera se
vieron reducidos.
Sin embargo en mi opinión hay otro factor que también es responsable de
esta baja tasa de ingresos. Por lo general, la licenciatura en educación se
asocia directamente con la práctica docente, con el trabajo en el aula, en
otras palabras con la formación profesoral. Una revisión de los currículos de
esta profesión en numerosas universidades corrobora este criterio.
Pero en Bolivia sucede un fenómeno diferente, las licenciaturas
en educación que se ofertan en las universidades públicas y privadas, no están
dirigidas al trabajo en aula. Por ello el perfil de sus graduados, del que
comentaremos en otras entradas, es más amplio y diverso. Lo anterior puede
parecer un acierto de estas carreras, lo cual es correcto, pero al analizarlo
desde otro punto de vista, la interpretación puede ser diferente.
En Bolivia la
formación normalista se mantiene, aunque con otra denominación. Como gremio
estos profesores se opusieron a que los licenciados en educación pudieran
trabajar como profesores en las escuelas fiscales e incluso ocupar cargos en
este tipo de institución. Sin embargo muchos de esos profesores normalistas, se
graduaron de licenciados en nuestra Carrera
La nueva Ley de
Educación Avelino Siñani - Elizardo Pérez, promulgada por el actual Gobierno Nacional en diciembre del 2010, cita
en el artículo 36: “(Exclusividad de la Formación de Maestras y
Maestros). Las Escuelas Superiores de Formación de Maestras y Maestros son las
únicas instituciones autorizadas para ofertar y desarrollar programas académicos
de formación de maestras y maestros”. A su vez el artículo 38 de la citada Ley
señala: “El Ministerio de Educación otorgará el Título de Maestro con grado de
Licenciatura, y su respectivo reconocimiento en el Escalafón del Magisterio”.
Lo anterior puede interpretarse que la licenciatura en educación
para las universidades y de maestro para las Escuelas Superiores de Formación
de Maestras y Maestros, antes llamadas Escuelas Normales, tienen puntos
en común, pero perfiles opuestos. Es en este contradictorio panorama nacional
que nuestra Carrera se desenvuelve en el último lustro.
La situación actual de la Carrera de Ciencias de la Educación
El currículo actual no fue modificado
sustancialmente desde el 2002, quedó rezagado de la realidad educativa actual,
además de no actualizarse en campos que no son cubiertos por otras carreras y donde
el licenciado en educación puede trabajar y aportar al desarrollo del país. Otro
elemento tomado en cuenta para la modificación curricular es el bajo nivel de titulación en relación con
los inscritos y los que concluyeron el plan de estudios (egresados), situación
que es similar a lo que sucede en el sistema de universidades públicas.
Desde el 2010 al 2014 el promedio de titulación anual fue del 4,2 por
ciento en relación con los inscritos en la carrera. Si ese dato lo analizamos
tomando en cuenta los estudiantes que culminan la Carrera en los diez
semestres, sin interrupción alguna, el número disminuye al 3,0% como demostró
la investigación que realizaron dos estudiantes.
En esa misma investigación se demostró que como promedio los estudiantes
requieren 13 semestres para alcanzar el noveno semestre, es decir seis años y
medio, eso sin contar la defensa de su trabajo de grado o la modalidad que
seleccionen en el décimo semestre. Si los resultados anteriores son
preocupantes y no exclusivos de la Carrera, no debemos dejar de reconocer la poca
investigación que se realiza, tanto por estudiantes como por profesores.
En el primer caso, los estudiantes deben seleccionar una asignatura
final de grado en el noveno semestre, donde inician una investigación que debe
ser defendida en el siguiente semestre. Sin embargo el 63% abandona esa
investigación para matricular un Diplomado como modalidad de graduación y evitar
la defensa de sus trabajos de investigación. Esta práctica muy extendida en
casi todas las carreras de nuestra Universidad atenta directamente a la
investigación.
Al analizar el panorama de la investigación por parte de los profesores encontramos que carecen de incentivos para investigar, e
incluso para trabajar en programas de postgrado, asesorar tesis de maestría y
doctorado por la prohibición que establece la Ley Financial de percibir dos
salarios en la misma institución. Aun cuando el posgrado y la asesoría de tesis
no conlleven un salario mensual, tampoco puede recibir la remuneración. Esto implica la imposibilidad de realizar las tareas anteriores.
Con estas premisas y tomando en cuenta las
entrevistas a los graduados, a sus empleadores, a autoridades del sector
educacional y la auto evaluación de la Carrera, los integrantes de la Comisión nos
dimos a la tarea de comenzar el complejo trabajo de diseñar el nuevo currículo.
El punto de partida fue las bases del diseño curricular, de las que comentaré
en el siguiente trabajo.
Buen articulo Dr.estos aportes son de mucha importancia.
ResponderEliminarDr Bravo aplaudo que se socialice por las redes sociales el rediseño de la carrera de Ciencias de la Educacion que ha implicado todo un trabajo arduo. Como consultora responsable del rediseño curricular que fui contratada de mayo a diciembre del año 2015 merezco por lo menos ser nombrada como coautora del trabajo. Tambien por etica se debe nombrar a la comision de rediseño currocular compuesto por 11 estudiantes de la carrera de Ciencias de la Educacion quienes aportaron en la generacion de la propuesta al igual q la comision de docentes.
ResponderEliminar