La educación a distancia, también denominada en otros
momentos, como educación abierta, por correspondencia, no presencial o estudios
dirigidos, tiene entre todas estas denominaciones un elemento común: la
distancia.
Otro de elemento clave en esta forma de organización
es la presencia de medios, que en su calidad de componente del proceso
pedagógico, actúan entre el contenido y el estudiante. Desde las famosas cartas
que Maimónides enviaba a sus discípulos, pasando por el periódico, la radio,
los materiales impresos y llegando a las aulas digitales actuales, estamos en
presencia de un grupo variado de medios, que facilitan el acceso a la
información y su transformación en conocimiento.
En la actualidad gran parte de los cursos que se agrupan
dentro de la educación a distancia emplean medios digitales, con lo que se
rompen dos barreras importantes: el tiempo y la distancia.Por esta razón me inclino a pensar que dicha educación
perdió hace tiempo el concepto mismo de la distancia. La separación al
profesor, es cosa del pasado y en cierta medida se puede afirmar que nunca
existió tal separación.
Lo anterior se demuestra al comprender que el profesor o
tutor siempre estuvo presente de un modo u otro en los medios empleados por el
estudiante y en las indicaciones necesarias para su trabajo. No es una
presencia física, pero sí influye en la organización del aprendizaje de dicho
estudiante.
Hoy podemos concebir la educación sin distancia como un
sistema de formas de organización, que tiene como meta la formación integral
del estudiante. No se puede pensar solo en desarrollar las competencias u objetivos
del curso, se debe ir más allá en la formación de ese individuo en las
relaciones con los demás, en el incremento de su responsabilidad y en especial
en el respeto por su propio aprendizaje.
Considero que el sistema de la educación a distancia o sin
ella, tiene tres grandes componentes: autonomía, medios y comunicación
bidireccional.
La autonomía, valorada en numerosos estudios de Moore, Holmberg
y otros, es un rasgo que deben poseer
los estudiantes de este sistema y aun en aquellos que no lo tienen logrado en
sus inicios como estudiantes, lo deberán alcanzar en su desarrollo.
Los medios actúan en
su condición de componentes del sistema al propiciar el contacto del estudiante
con las fuentes de información y de ese modo disminuir su dispersión. Sin ellos
la educación sin distancia no habría existido y su perfeccionamiento actual
obedece en gran medida al tránsito de los medios analógicos a los digitales. Ellos
sustituyen solamente a determinados canales respecto a cómo se comunica la
información de manera presencial. Pero este tránsito es causa directa de la mala costumbre de
convertir las aulas digitales en almacenes de información, muchas veces
innecesaria.
El tercer componente es la comunicación bidireccional, es
decir aquella mantenida entre el estudiante y el profesor, así como entre todos
los estudiantes. Esta es una de las grandes conquistas del sistema de educación
sin distancia en especial con el empleo de los medios digitales. Internet abrió
una puerta muy importante para esta comunicación, la que se mejora cada día con
el empleo de otros medios.
En definitiva la educación a distancia o sin distancia es un
sistema de formas de organización donde prevalece la autonomía del estudiante,
mediante una variedad de medios, para disminuir la dispersión de la
información.