Hace varios años leí una noticia sobre un
canal de videos clips en chino, que tenía tanta audiencia que los cantantes
preferían estrenar sus números musicales en dicho canal que en otros sitios.
La noticia, tal vez sin mucha importancia
la tuve guardada en mi memoria durante tiempo, hasta que, justamente un catorce de febrero, presencié en una zona del
Malecón habanero, el recital que dos antiguos grupos españoles de música
ligera ofrecieron ese día.
Esa noche los ex integrantes de los
Fórmula V y los Diablos se unieron en La Habana, para recordar las viejas melodías que en la década del 60 y 70
los hicieron famosos en buena parte de nuestro planeta.
En aquel momento, más que recordar
canciones que no por viejas dejan de ser agradables, me sorprendió como la
mayoría de los allí presentes eran jóvenes, los que no habían nacido, cuando
los que hoy estamos llenos de recuerdos hacíamos estas canciones parte
de nuestra compañía diaria. Ellos tarareaban las melodías con la misma fuerza
con la que nosotros lo hicimos dos y tres décadas atrás.
Pensé en otros grupos musicales que
también se hicieron famosos en esa época y que hoy se escuchan con la misma
frescura de entonces. Nombres sobran, ejemplos abundan, pero tal vez nos falte
analizar las razones que propician este gusto de los jóvenes.
Volé con la imaginación a aquellos años,
y hurgando en mis recuerdos mitad adolescente y mitad adulto me percaté que
muchos de estos grupos los conocíamos por lo que cantaban, es decir solamente
los escuchábamos y muy pocas veces, en ocasiones ninguna los veíamos. Aclaro
que cuando los veíamos era por la televisión, casi nunca por su presencia
física.
En otras palabras, ellos dejaron un
recuerdo que nos llegó por el oído y no precisamente por la vista. Fue la radio
la que nos regaló aquellas canciones y fue ese medio quien hizo popular a mas
de un cantante o grupo. Agrego además que era casi siempre la radio la que nos
permitía escucharlos, pues en pocas ocasiones encontrábamos una grabación en
disco o cinta
No abundaban tampoco los equipos
grabadores, pues tanto estos como los casetes de audio llegaron cuando muchos
de esos grupos se habían separado. Para esa fecha la televisión creó los videos
clips que fueron por supuesto destinados a los nuevos grupos y cantantes.
Los párrafos anteriores me obligan a
pensar qué hubiese pasado si aquellos músicos hubieran contado con la maquinaria
publicitaria que tienen muchos grupos musicales actuales.
O tal vez podemos invertir el
razonamiento, los que hoy son populares lo habrían sido en las décadas
anteriores cuando se escuchaban más de lo que se veían entonces. No se lo que
usted piensa pero mi opinión es que muchos de los que hoy atiborran los
espacios musicales ni siquiera hubieran podido llegar a grabar un disco.
El gusto musical se crea por la
repetición constante de las canciones y sí estas se mezclan con imágenes el
mensaje se afianza con mas fuerza. Vemos con desaliento como se repiten en
parte de la población patrones de conducta nada aconsejables, gestos, ropa y
hasta nuevas frases inundan nuestra vida diaria gracias a la imagen y sonido
que acompaña a la televisión.
El video clip tampoco es ajeno a lo
anterior, aunque me inclino a pensar que es este género el que más aporta a la
interpretación de la imagen, al mensaje subliminal y también, porqué no a la incomprensión
de lo que se muestra.
Es en los musicales donde se esconden con
fuerza las apelaciones subliminales o subconscientes. Posiciones eróticas, colores
calientes, apelaciones a los órganos sexuales constituyen el punto de partida
de un video clip.
También abundan aquellos clips donde uno
no entiende lo que está viendo, trata de encontrar la relación entre el texto
de la canción y las imágenes y termina convencido que su cultura no está a ese
nivel, cuando en realidad es la cultura del realizador la que ha quedado
aplastada ante la tecnología.
Es justamente en ese momento cuando usted
decide cambiar de canal, apagar su televisor o pasar a otro video, si está en línea, pues la función recreativa de estos medios nada tiene nada que ver con el esfuerzo descomunal y fuera de toda
lógica que debemos hacer para interpretar un video de este tipo.
Le propongo un sencillo experimento, vea
diez de estos clips y trate de analizar la relación entre la imagen y la letra,
entre los personajes y el ritmo de la canción, entre la melodía y los planos en
que se desarrolla la acción. Si usted encuentra en más de la mitad una relación
equilibrada entonces podrá ayudarme a entender muchos de los videos clips que
no entiendo.
¿POR QUÉ NOS GUSTAN TANTO LAS REPOSICIONES DE CIERTOS VIDEO CLIP?
ResponderEliminar¿Por qué nos gusta ver una y otra vez la reposición de ciertas películas, series de televisión y video clip, releer repetidamente un libro, “escuchar un centenar de veces determinada canción” o repetir un año tras otro el mismo destino vacacional? Cristel Russel, profesor de Marketing en la American University de Washington (EE UU), ha analizado la ciencia que hay detrás de este fenómeno tan extendido. Y ha llegado a la conclusión de que tras el hábito del re-consumo -entendido como el "consumo activo, voluntario deseado de una misma experiencia en repetidas ocasiones"- hay cinco propósitos: regresivo, progresivo, reconstructivo, relacional y reflexivo. En otras palabras, según Russell lo que nos empuja a ver reposiciones en el cine, volver al mismo destino turístico o escuchar la misma canción no es un sentimiento de nostalgia, sino mecanismos psicológicos mucho más complejos.
"Los consumidores obtienen experiencias más ricas y profundas cuando ven la reposición de una película, releen una novela o escuchan la misma canción", explican los autores. Pero, además, este fenómeno ayuda a ser más conscientes del paso del tiempo y a ligar experiencias pasadas, presentes y futuras; así como a reflexionar sobre nosotros mismos. A esto se suma que el re-consumo puede ser más eficiente (y satisfactorio) a nivel emocional que buscar experiencias nuevas, tal y como concluyen los investigadores en la revista Journal of Consumer Research.