domingo, 19 de abril de 2020

De la didáctica organizativa a la didáctica colaborativa (en tiempo de COVID). Papel del profesor

Algunos colegas me comentaron por que no empleé el término tradicional para llamar a la didáctica organizativa. En educación lo tradicional se asocia a lo poco útil, a lo que no se debe emplear. A diario escuchamos voces refiriéndose a métodos y medios tradicionales, pero tratados con un enfoque que va a más a su sustitución y no a rescatar lo mejor de cada uno de ellos. Métodos como el oral, la elaboración conjunta, el trabajo independiente, pueden cambiar de nombre pero su base es la misma y en ningún momento son tradicionales. Son métodos que se renuevan cada día en su relación con los medios modernos.

La base de la didáctica colaborativa está en la didáctica general que como ciencia data desde la época de Comenio. Rescatamos de la misma las categorías más conocidas como objetivos, contenidos, métodos, medios, evaluación y formas de organización y las insertamos en un ambiente donde prevalece la colaboración entre profesores y estudiantes, entre los profesores y entre los estudiantes.  Tenemos que cambiar nuestra manera de percibir el trabajo del estudiante. Los profesores opinamos muchas veces que no tienen la preparación mínima, que no saben estudiar, que son “flojos” entendido en que ponen en segundo o tercer lugar los estudios, en vez de constituirse en una actividad permanente.

El estudiante se inserta dentro de la dinámica social que existe tanto en su país como en la institución escolar. No es ajeno a la problemática de la sociedad, muchas de las cuales el conocimiento y la investigación no son tareas prioritarias. Vive dentro de organizaciones estudiantiles que ponen primero los intereses personales de sus dirigentes por encima de los colectivos por el que fueron electos. ¿Aceptamos esto como una pandemia permanente, nos sumamos al no se puede cambiar? Al menos a mi me cuesta trabajo aceptarlo.

Repetir las consignas del aprendizaje significativo no ha sido hasta hoy de utilidad, repetir que el estudiante es el centro del aprendizaje, tampoco nos ayudó en mejorar la eficacia del proceso pedagógico. No nos ayudó por que los profesores no cambiamos y no cambiamos a los estudiantes.

La didáctica colaborativa centra su objeto de estudio en la colaboración y parte de modificar el trabajo de profesores y estudiantes, dando el mayor peso a la colaboración

El profesor asume la tarea de organizador del aprendizaje del estudiante. No se convierte en un facilitador como en muchas ocasiones encontramos en la literatura. La tarea del docente es compleja, debe desarrollar nuevas habilidades como las de trabajo cooperado, no solo con los estudiantes, sino con los restantes profesores. Otra de las habilidades necesarias es la relacionadas con el proceso de selección, diseño-elaboración, empleo-evaluación de los medios o recursos que utiliza en sus clases y los que pueden emplear sus estudiantes. No se trata de pedir al estudiante que busque la información, lo que se ha convertido en un error muy repetido y que tergiversa el aprendizaje significativo. Se debe contar con una selección previa y a partir de esta el estudiante ampliará en función a sus necesidades, intereses y en especial las próximas tareas de clases.

Aquí intervienen las habilidades relacionadas con los medios y recursos. Debemos superar la creencia de entregar una fotocopia donde se recopilan artículos de otras personas, muchas veces sin índice, sin comentarios, con tipografía diferentes, en formatos variados, que no alientan la lectura y pocas veces empleados en el aula. Ese procedimiento debemos cambiarlo, aligerar esos textos, seleccionar lo verdaderamente necesario y estimular al estudiante a buscar lo que es útil para ese momento.

Otra de las tareas del profesor es la organización del trabajo grupal, pero con el empleo de los recursos digitales. Debemos suprimir la estructuración de este trabajo donde los estudiantes se hacen responsables de exponer uno de los temas de la asignatura, práctica frecuente y apoyada en la supuesta “pasividad” del estudiante. Los temas para el trabajo grupal deben estar concebidos para aplicar los contenidos en situaciones específicas de su entorno, de su institución e incluso de su hogar. Los grupos pueden formarse bajo la concepción de las inteligencias múltiples y tomar en cuenta los estilos de aprendizaje. Es tarea del profesor colaborar en el trabajo de cada equipo y para ello una herramienta de gran utilidad es Google Drive, donde cada grupo crea un documento que comparte con el docente y este tiene la responsabilidad de seguir de cerca el trabajo grupal.

Las responsabilidades del profesor parten del dominio de sus habilidades de enseñanza y se centran en su tarea básica de organizador del aprendizaje.


2 comentarios:

  1. Bom dia,
    Excelente texto, gostei muito.
    Fui professor do ensino superior e tinha um currículo que tinha que cumprir.
    Numa época de fechamento das escolas e sendo o Brasil um país de enormes contrastes sociais (desigualdades), se torna complicado ter um caminho único de solução para a aprendizagem dos estudantes.
    Porém, acredito que a didática colaborativa seja o único caminho a ser seguido, independente do status de desenvolvimento de um país continente.
    Abraços.

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  2. Esta segunda parte sobre la efectividad de la didáctica colaborativa resulta sumamente valioso en tanto explica en detalle la acción de cada uno de los componentes del proceso de aprendizaje y enseñanza (prefiero emplear esta terminología que la regularmente utilizada en la literatura internacional: proceso de enseñanza y aprendizaje). En cuanto al aprendizaje significativo, efectivamente se emplea por algunos docentes como consigna cuando ciertamente no lo lo es. Es un paradigma de la educación asociado con el aprendizaje constructivista y la Pedagogía liberadora de Freire. Para reafirmar el criterio del autor, rememoro una anécdota de 1993 durante un curso de diplomado con una institución de formación docente cuyo nombre omito por razones éticas. Les pregunté ¿Bajo qué concepción del aprendizaje uds. trabajan? ¿Consideran el criterio constructivista? Todos los presentes levantaron la mano afirmativamente. Pregunta siguiente: ¿En qué consiste el enfoque constructivista? ¿Cómo lo aplican? Las respuestas fueron de toda índole, en la mayoría totalmente distantes del paradigma, por lo que llegué, en aquel momento, a la conclusión que el autor refiere hoy día; una consigna y nada más que una consigna. Pero esta situación de 1993 aún se mantiene. En cursos de diplomados recientes, a la pregunta ¿Cómo se aplica el enfoque constructivista y el aprendizaje significativo en la educación superior? Las respuestas siguen siendo ambivalentes, se repite a Ausebel, Vigotsky y otros autores pero en la práctica se ha avanzado relativamente poco. ¿Qué le falta a algunos docentes (para no generalizar a la totalidad)? Fundamento teórico sólido y puesta en practica real de dos concepciones que han demostrado su efectividad en investigaciones sobre meta cognición, concentración de la atención y el rol de las emociones en el aprendizaje, entre otras. Ya estamos hartos de consignas o de repetir lo que plantea una ley sobre educación. Es imperioso fundamentar científicamente la acción de los docentes en todos los niveles de enseñanza y formar mejores profesionales.

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