Quién estaba preparado para lo que estamos viviendo en estos días, qué gobierno, qué organismo pudo prevenir algo cercano a lo que hoy sucede. Quién pudo predecir el aislamiento de millones de personas, o la famosa frase del distanciamiento social. Quién se imaginó alguna vez a decenas de millones de estudiantes en sus casas, a colegios y universidades cerradas y profesores cumpliendo la cuarentena. Nadie, así de simple.
No necesitábamos
prepararnos para algo que nunca pasaría, para qué perder tiempo y recursos en
pensar en algo como esto. Sin embargo pasó y sigue pasando.
Algunos comentan sobre
perdedores y ganadores, otros escriben sobre conspiraciones, secretos
guardados, curas mágicas, vaticinios insólitos mientras la lista se hace enorme.
Las redes sociales colapsan de mensajes que prometen la cura tomando desde
medicinas naturales, hasta licores de toda marca.
En la mayoría de los
mensajes apocalípticos o en los más terrenales, abunda un tema común: el
Planeta no será igual que antes, las personas no seremos iguales. Tal vez si,
tal vez no. Con la velocidad en la que vivimos es probable que al cabo de un
tiempo esto sea una historia más en la vida de todos.
Pero me atrevo a explicar
que sí habrá y está sucediendo un cambio en los procesos educacionales, en la
manera de enseñar, en la manera de aprender. Un cambio que nuestros estudiantes
lo iniciaron tiempo atrás, pero que los maestros no supimos entender, nos cegó
nuestra didáctica organizativa. Nos preocupamos por crear currículos modernos,
por repetir que el aprendizaje debe ser significativo, por encasillar el
aprendizaje en planes rígidos dirigidos a sujetos que piensan muy diferente a
nosotros.
Nos acomodamos a diseñar
currículos bajo el mismo formato, nos acuartelamos en las mágicas competencias encuadrando
a estudiantes que viven pendiente de la tecnología, que en su mano llevan
siempre un menudo equipo, desde el cual pueden acceder a todo el contenido que
explicamos en nuestras clases.
Ese menudo equipo llegó a
la escuela de abajo hacia arriba, los estudiantes lo introdujeron, no de
contrabando, sino por la fuerza. Le dimos de lado a ese equipo, lo negamos en
las clases, sin embargo se impuso.
Hoy queda demostrado que
los currículos que armamos durante años, que discutimos en muchas sesiones de
trabajo, se pueden cambiar, se pueden modificar, tal vez cambiar por completo. Nos
venció un organismo que ni siquiera es una célula, tan pequeño que no lo
percibimos con nuestra vista, pero lo suficientemente fuerte para enviarnos a
nuestras casas y desde allí ver a nuestros alumnos.
Nuestra didáctica
organizativa está colapsando, mueren las concepciones que claman por el currículo
fijo, mueren las consignas paradigmáticas, mueren los teóricos que no se percatan
del cambio en nuestros estudiantes y lo que el bendito celular representa.
En estos días quedamos
convencidos que la práctica puede ser simulada, no se requiere lanzar un cohete
para practicar las ecuaciones, no es tan importante ir a un colegio a llenar
encuestas y realizar entrevistas cuando podemos simular los problemas
educacionales.
La didáctica organizativa
está dando paso a la didáctica colaborativa. Des-construyamos el currículo,
empleemos los medios digitales, enfoquemos nuestro trabajo al micro aprendizaje
y colaboremos con nuestros estudiantes, a lograr ese aprendizaje que ellos
necesitan y que a nosotros aún nos cuesta comprender.
Los ganadores en tiempo
de COVID son la educación y nuestros estudiantes.
Muy lúcido y realista, además de positivo y optimista, un artículo que merece ser socializado por su calidad y el profesionalismo de quién lo escribe.
ResponderEliminarMuy bueno,lo aplaudo
ResponderEliminarSin duda alguna después de todos los acontecimientos que están sucediendo y en especial el Covid-19, muchas cosas serán distintas pero si luego de todo esto,el proceso formativo no tiene cambios en sus enfoques aplicando los medios digitales seguiremos encerrados en esas cavernas del tradicionalismo...
ResponderEliminarComparto con sus ideas. El cambio tiene que darse, el empleo de la didáctica antes del covid no será la que debemos utilizar después de los eventos sucedidos y lo por venir. Un aplauso a sus ideas
ResponderEliminarClaro en todo estimado colega y reitero, un virus nos cambió la vida y a muchos, entre los que me incluyo, nos empezó a sacar de la ZONA DEL CONFORT MENTAL y ojo, creo que los jóvenes nos llevan una distancia muy larga; van delante de lejos... hay que ir a su alcance, pero a su tiempo y ritmos!!
ResponderEliminarMuy buen artículo que toca la necesidad de adaptarse a los cambios y buscar nuevas estrategias.
ResponderEliminarEs evidente que en estas circunstancias tenemos que dar soluciones con las herramientas disponibles, y cada vez exigirnos más porque todo cambio muy rápido.
ResponderEliminarExelente profesor.
ResponderEliminarEstaremos atentos a su venideros aportes a la educación moderna.
Atte
Jose moron
Evidentemente,este fenómeno de la pandemia ha influído en todos los ámbitos de la Humanidad. Como docentes nos vemos ahora, aún más presionados a cambiar o cambiar nuestra práctica educativa, a aflojar nuestra resistencia al cambio y salir de nuestra zona de confort. Muy buen artículo Dr.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, excelente querido Doctor lo felicito!
ResponderEliminarAtte. Denise Contreras
Excelente
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa didáctica colaborativa así como la incorporación de las TICs y TACs han revolucionado los paradigmas educativos en los que se insertan las investigaciones sobre la efectividad del aprendizaje significativo, los currículos basados en el planteamiento de problemas, las prácticas preprofesionales para una adecuada formación. Coincido con el autor en el valor del trabajo colaborativo sustentado en las aplicaciones de la tecnología adecuadamente orientadas y utilizadas por los docentes en beneficio de los estudiantes y el trabajo creativo de estos últimos.
ResponderEliminarEn tiempos de pandemia internacional cada vez se hace más útil el empleo de métodos y medios de enseñanza que optimicen el aprendizaje y la motivación de los estudiantes.
ResponderEliminarDe acuerdo en tiempos de pandemia se tiene que reformularvun nuevo currículo, y considerar a los que no tienen tecnología tanto para docentes como quizá tengan equipo pero obsoleto y para los estudiantes donde los padres puedan adquirir a bajo costo la herramienta
ResponderEliminar