De nuevo el tiempo disponible es mi mayor reto para continuar con el recorrido que iniciamos en Ciudad de México y seguimos a Guanajuato, después a Dolores Hidalgo y Atonilco y cerramos esa primera parte con San Miguel de Allende.
En Dolores Hidalgo, ciudad oficialmente llamada “Dolores Hidalgo Cuna
de la Independencia Nacional” se encuentra, además de la Parroquia, la cárcel en
la que el Padre Hidalgo liberó a todos los prisioneros para que se incorporaran
al ejército libertador.
Otros dos sitios de interés son la casa natal y la tumba de
uno de los compositores y cantantes más conocidos en México; José Alfredo Jiménez.
Su casa natal, donde vivió pocos años, es un sitio de obligada visita. Nació el
19 de enero de 1926, su padre boticario de profesión crea la primera farmacia
de Dolores en 1900, la que permite sostener a la familia. En su casa los padres
organizan veladas literarias a las que acuden músicos, poetas y políticos de la
época. El padre muere cuando Alfredo tiene 10 años y la familia decide vender
la farmacia y trasladarse a Ciudad de México.
Mural de “José Alfredo Jiménez”, oleo creado por Octavio
Ocampo en el 2002. Se rinde homenaje a varios músicos que han interpretado la
obra de Alfredo. Entre ellos se encuentra Lucha Villa, Chavela Vargas, Armando
Manzanero, entre otros.
En el museo llama la atención el sombrero bordado en hilo de oro que usó José Alfredo en su última presentación en vivo, en 1973.
El cementerio es pequeño, sus tumbas son sencillas, pero la
más vistosa, la más grande y la más visitada es la del compositor, que pidió
ser sepultado en su ciudad natal.
Parte posterior de la tumba
No hay comentarios:
Publicar un comentario