Desde abril de
este año y durante 18 meses se celebra el encuentro Educared 2012 que con el
título ¿Cómo debería ser la educación del siglo XXI? está concentrando
interesantes discusiones en torno a los ejes hasta el momento desarrollados.
Los dos primeros ejes: “Relaciones entre educación, sociedad y trabajo”
y “Tecnología y calidad educativa” permitieron confrontar criterios y opiniones
diversas sobre la educación a lo largo de los diferentes debates que se suceden
semanalmente.
En el debate “De la sociedad 1.0 a la sociedad 3.0: ¿escuelas 1.0 para
formar estudiantes 3.0?” me pregunté por qué cuestionar a la
escuela, por qué exigir a sus profesores lo que la sociedad no es capaz de
lograr. En los periódicos y en los noticieros de televisión es frecuente ver el
gol de un jugador, los éxitos de la modelo de turno, pero pocas veces se
comenta de un profesor, de los éxitos con sus estudiantes. Por ello es que propongo
cambiar la pregunta: qué debe hacer la sociedad para cambiar la escuela.
Aun recuerdo las palabras de Diego Leal cuando en su exposición en el
Encuentro hizo alusión a que las escuelas se están convirtiendo en clientes de
los fabricantes de tecnología, reaccionado a las presiones del entorno y a la
moda de la tecnología, sin conocer a fondo las necesidades.
Esta problemática no es nueva, en los años sesenta y setenta al calor
del esplendor de la tecnología educativa, muchas escuelas se llenaron de las
mal llamadas máquinas de enseñar, que apretando botones y bajo un enfoque
conductista pretendían lograr el aprendizaje perfecto en los estudiantes. Las
máquinas quedaron en el olvido y su uso fue tan fugaz que es poco probable que alguna
funcione en la actualidad.
Cuando el cine viajó de Europa a
América trajo consigo no solo su magia, sino el interés comercial. En la revista
"La Escuela Activa" de 1938 se denomina al cinematógrafo:
"...como uno de los medios más propicios para transformar la escuela..." y se describe como el: "... instrumento
más revolucionario introducido en la educación
desde el invento de la imprenta".
La sobrevaloración de los medios de ayer y las tecnologías de hoy no es
un fenómeno nuevo. Es obra y gracia de corrientes mercantilistas que se
esconden en políticas educacionales de carácter general.
La moda actual es la de dotar a los profesores de computadoras
portátiles, pegarles el logotipo del gobierno y la foto del presidente o
ministro de turno y engañarse mutuamente. El profesor sabe que le dará poco uso
en la clase y los gobernantes tratan de no saberlo, pero lo importante es que
las entregaron en actos pomposos.
Se olvidan que las escuelas carecen de condiciones para proyectar,
muchas no cuentan con proyectores multimedia y fueron construidas cuando la
concepción general era que el buen profesor solo requiere emplear la pizarra y
el libro.
Recientemente nuestra Facultad compró varias pizarras digitales
interactivas y los técnicos de la empresa vendedora fueron a capacitarnos en su
uso. Lo único que aprendí en aquella sesión fue que sí esperaba a dichos
técnicos para aprender su empleo, no la utilizaría jamás. Las empresas lo que
le interesa es vender su producto, pero preparar a los profesores no es una
idea que pase por sus administrativos.
El último de los debates de Educared 2012 y que lleva por nombre “Desafíos que debemosenfrentar ante la nueva cultura digital” cita entre uno de ellos, el papel motivador
de las administraciones educativas. Muchos de los administrativos educacionales
tienen poca preparación en el empleo de las Tics y aun con el deseo de mejorar
su preparación, la carga burocrática a la que se enfrentan es tal que no les
alcanza ni la semana de más de siete días que canta Armando Manzanero en su
conocida canción, para acercarse al empleo de las Tics.
Los gastos en tecnologías y nuevos equipos siguen aumentando, pero no
lo hace a la par las calificaciones de los estudiantes. Las tesis que leo a
diario son perfectas obras del manejo del Crtl C y Ctrl V y en las citas
bibliográficas tienen cada vez mayor espacio, sitios como Monografías y el
Rincón de Vago.
Escuchamos que el libro digital es la opción a los libros de textos y
estuve pensando en comprar una tableta digital para leer algún libro. Sin
embargo al lado de mi computadora de escritorio tengo tres libros impresos que
no logro terminar de leer, mientras que en los discos duros de la computadora
conservo infinidad de libros que ni siquiera recuerdo en que carpeta están
ubicados.
No niego las ventajas de las tecnologías, pero me pregunto sí es
realmente necesario seguir la moda tecnológica del momento, sí urge estar
detrás de la tecnología o simplemente emplear y bien la que me resulta
suficiente.
Ginerés, Camila:
" ¿Cómo procede la nueva pedagogía para dar mayor interés y vida a la
enseñanza? "La escuela activa". Vol. 1. Agosto de 1938. Número 2.
Pág. 104. Cuba.
Video de Diego
Leal en Educared 2012 http://youtu.be/yVL58C4J6C0
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