Participo como millones de personas en varios
grupos de Whastapp y la mayoría de estos con el tiempo, se van transformando en
espacios donde cada quien publica lo que quiere con la pérdida de su esencia.
Esto es característico de nuestra época y en
especial de la pluralidad de las redes sociales, que es uno de sus puntos más
fuertes pero también más vulnerables. Sin embargo y es mi comentario a
veces estas redes se llenan de rumores falsos, de leyendas urbanas y noticias
que se copian y pegan sin el más sentido lógico.
Tal vez la más destacada es la supuesta
Lotería de Microsoft, que lleva años dando vueltas por la Red, las primeras en
su versión de correo y las últimas por Whastapp. Las últimas versiones afirman
que ganamos un cheque muy grande y que solo con enviar el mensaje a diez
personas más lo vamos a cobrar. Cuántas veces leímos que alguien se ganó la
lotería de ese modo. Es increíble que muchas personas crean en esto y envíen el
supuesto mensaje a toda su lista de contactos.
Meses después usted empieza recibir en su
correo electrónico cientos de mensajes spam, que son producto de la inocencia
de alguno de sus contactos, que regaló todas las direcciones y nunca recibió un
centavo del cheque.
Ejemplos similares como el niño del colegio
alemán desaparecido, la niña con el corazón abierto y que con cada mensaje Bill
Gates donará un centavo, la recolección de fondos para ayudas inexistentes, los
mensajes que con solo enviarlos recibiremos años de suerte y dinero y cientos
de engaños de todo tipo, se duplican cada día.
Lo más incómodo de estos mensajes es que muchos
los reenvían sin apenas leerlos, sin percatarse de su disparate y cuando se trata de demostrar el error no quieren creernos. Tal vez
como afirma un estudio de la Ohio State University y que analiza Carlos Gómez
Abajo en su blog, se ha comprobado que demostrarle a alguien que una afirmación
es falsa no resulta demasiado útil cuando la persona está convencida de que es
cierta, puesto que lo que hacen en ese caso es menospreciar la credibilidad de
la fuente de la corrección.
Esa puede ser la razón por la que corregir el
error del mensaje es más grave que dejarlo correr.
Por eso si lee en estos días un mensaje de “Valeria
Quiñones” una supuesta directora de Whastapp donde le piden que envíen un
mensaje a su red pues solo quedan 530 cuentas disponibles, por favor no lo
reenvíe. Si lee todo el mensaje se dará cuenta de la enorme contradicción que
encierra y usted no quedará muy bien dentro del grupo.
Si vamos a reenviar algo, lo más sensato es
leerlo antes o si vamos a creer lo que recibimos, no haga como una amiga que recibió
un mensaje en el que le comunicaban ser ganadora de un televisor plasma y para
obtenerlo solo debía sacarse una foto en su pantalla. Ella se peinó, se
acomodó, mejoró la luz y cuando fue a tomar la foto, se dio cuenta que su
computadora no tenía cámara.
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