La presencia permanente de los dispositivos móviles en las
aulas universitarias motiva a un replanteamiento constante del empleo de estos
dispositivos, en especial los celulares. Prohibir su empleo no es solo negar su
existencia sino distanciarnos cada vez más de la realidad tecnológica.
Es fácil verificar como su uso inadecuado durante la clase,
genera una profunda distracción de la atención. Pero el celular es un medio que
está con los estudiantes y profesores, va con nosotros a todas partes y esta
cualidad se traduce en la mayor ventaja para su selección en la clase.
Con el celular los estudiantes responden preguntas en línea a
modo de autoevaluación de un tema con el empleo de Socrative, como explicamos
en una entrada anterior. Pueden crear un documento en Google
Drive, trabajar en línea entre varios compañeros y mostrar sus resultados al
instante. Tienen la posibilidad de consultar multitud de servicios en línea
como traductores, enciclopedias entre otros que intensifican el trabajo
pedagógico. El caudal de posibilidades es infinita y depende en gran medida de
la preparación del profesor para seleccionar estas herramientas, como también
de la disposición e interés de los estudiantes, sin olvidar los requerimientos
técnicos necesarios.
El portafolio digital del estudiante.
Una de las vías de aprovechar tanto los dispositivos
móviles, la conexión a internet y la multiplicidad de medios es a partir de la
creación de un portafolio digital. Las fotos que los estudiantes toman a las
pizarras, las que hacen a resúmenes de trabajos, a páginas de libros, o las que
se toman con otros compañeros de clase o fuera de esta por lo general se
almacenan en la memoria del celular y después se deben borrar por el consumo de
espacio.
A su vez los resultados de las búsquedas de artículos,
libros y otros recursos, van a parar a memorias USB, llenas de virus y
olvidadas en muchas ocasiones, con la consiguiente pérdida de tiempo e
información. Con la creación de un portafolio digital, donde la información
pueda ser clasificada en carpetas, etiquetada y además compartida en redes
sociales o por medio de correo electrónico, se pueden evitar los procesos
traumáticos de la pérdida de datos
Desde hace algunos años empleo con mis estudiantes
universitarios una excelente agenda denominada Evernote. En ella
se almacena y organiza toda la información que deseemos en todos los formatos
existentes. Se realizan copias en la nube y se guarda en el celular lo que necesitamos,
incluso solo una parte de la nota y no todo el contenido. La agenda es
multiplataforma, lo que facilita aún más su acceso. Si trabaja desde su
ambiente Web, o su versión en una computadora de escritorio o desde el
dispositivo móvil, todas se sincronizan entre sí, sin necesidad de activar un
comando realice esta tarea.
La utilidad de esta agenda en el trabajo con los
estudiantes, nos llevó a crear en el 2013 el Mooc: “Evernote un recurso insustituible en la enseñanza” que al estar alojado en Facebook en un grupo
público, cuenta hoy con más de tres mil participantes.
Como producto de dicho Mooc, se publicó un libro con
licencia (by-nc-nd) donde se describen 33 ideas sobre su
empleo en clases. El libro se puede descargar desde este enlace
Con esta agenda los estudiantes pueden archivar todos los
documentos, desde fotos, videos, hasta presentaciones, archivos en formato de
texto y otros. Otro punto importante es la clasificación con etiquetas, la
creación de libretas o directorios donde pueden colocar las notas. Para no
acceder varias veces a la misma nota con el consiguiente consumo de Internet,
estas libretas se pueden descargar a la memoria externa del celular y consultadas sin conexión.
En otros tipos de actividades Evernote actúa como
recopilador de trabajos y evaluaciones, evitando emplear el correo electrónico.
Para ello el profesor crea una libreta pública a la que los estudiantes envían
sus trabajos. Por su carácter público todos verifican que su trabajo se puede
leer en la libreta, conjuntamente con los de los otros estudiantes. Esta es la
forma que empleamos para recopilar las evaluaciones de los Mooc que realizamos
en Facebook.
Otra forma de emplear esta agenda es a través de la creación
de una biblioteca digital que profesores y estudiantes pueden construir en
cada etapa del curso. Con ella además de favorecer la actualización permanente,
se mantiene el vínculo con todos los estudiantes, aun cuando terminaron nuestra
asignatura o incluso la carrera.
Captura de pantalla de la libreta "Lecturas de la semana" |
Un ejemplo de este tipo de biblioteca es la que desarrollo
desde hace varios años llamada “Lecturas de la semana”. En ella agrego todo tipo de información relacionada con las tecnologías, con la
enseñanza y en general todo lo perteneciente a la educación. En estos momentos
la biblioteca se acerca a los 700 enlaces, cien etiquetas y una variedad de
información que se puede trasladar en el celular o consultar en la nube. Otra ventaja
es que cualquier persona puede consultar en línea la biblioteca o descargarla
completamente, sin costo alguno, ni necesidad de pedir autorización. El enlace
es bit.ly/lsemana
Evernote tiene una versión gratuita que permite almacenar
hasta 40 megas por mes. Pero cuando se enlazan libretas externas o de otros
propietarios estas no se toman en cuenta en la suma de datos.
Como portafolio digital, Evernote facilita la organización
de la información e incrementa la seguridad en el almacenamiento de datos,
además de favorecer la organización del estudiante. Como medio, en la clase mejora el interés y la motivación por la asignatura, además de incorporar a su
sistema personal de aprendizaje un nuevo recurso de carácter versátil.
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