Después de comentar sobre lo bueno y lo malo de las redes,
me queda para el final lo feo. Algunos lectores pueden considerar que lo malo y
lo feo en las redes tienen la misma connotación. Sin embargo lo anterior no me
limita a intentar separar un calificativo del otro.
Lo malo de las redes se expresa en la forma en que se
interactúa en ellas y las consecuencias que esto tiene entre los que las empleamos.
En lo malo valoramos el sexting, el grooming, la perdida de privacidad y de tiempo, la falta de
intimidad, el spam, los virus y troyanos, así como la suplantación de
identidad, los contactos peligrosos, el sedentarismo, la obesidad, el
aislamiento social y el ciberbullying, entre otros.
Si lo malo se expresa de ese modo, cómo se manifiesta lo
feo.
Este calificativo tiene que ver en la manera en que se establecen normas,
regulaciones y prohibiciones que en vez de favorecer el trabajo con las redes y
su acceso, llevan a todo lo contrario. Algunas personas se esconden detrás de
ellas para crear todo un conjunto de regulaciones que siempre son olvidadas. No
me opongo a las regulaciones, pero si a aquellas que prohíben la libertad de
expresión, las que demuestran rechazo a las redes porque alguna vez los
dirigentes de la sociedad fueron criticados o quedaron expuestos en sus actos
ilegales. Me opongo también a aquellas críticas a las redes que buscan por
cualquier vía suprimirlas, limitarlas o impedir que sean empleadas por los
ciudadanos.
Lo feo de las redes no tiene que ver directamente con ellas,
se apoya en un grupo de factores como es el caso de la visión que cada
institución educativa tiene de la utilidad de las redes. También influyen los
intereses de profesores, padres de familia y los directivos escolares, sin
dejar de lado los recursos disponibles. El listado se hace mayor cuando lo
relacionamos con el estado y la sociedad en general.
La mayoría de los estudiantes aprendieron el manejo del
celular y el de las redes sociales fuera de la escuela. Los profesores hicieron
lo mismo, por lo que ambos no sienten la necesidad de trasladar ese aprendizaje
a la institución escolar. No podemos exigir a los maestros que enseñen con las
redes, cuando ellos aprendieron sin estas. Debemos entonces enseñarles las
ventajas y desventajas, para que pueden hacer un uso adecuado.
Los maestros no fueron preparados para enseñar el uso
correcto de la redes, no tienen el tiempo suficiente para hacerlo y pocos
currículos escolares contemplan asignaturas o competencias transversales donde
estos temas sean obligatorios. Se insiste más en los problemas que pueden
acarrear el uso de las redes, que en la educación para evitar dichos problemas.
Algunas ideas para el empleo de las redes
Prohibido prohibir.
Prohibir el uso del celular o el acceso a las redes entre los adolescentes,
refuerza la necesidad de descubrir qué se “esconde” detrás de la prohibición.
Es más sensato educar en su uso, que prohibir el empleo.
No preocuparse por
participar en más redes. Cada red tiene características diferentes, algunas
nacen y mueren con rapidez, otras se mantienen estables. Las razones para
seleccionar una u otra no están escritas, depende de las necesidades, gustos y
preferencias de cada persona. También influyen las habilidades de cada
individuo en el manejo de los dispositivos, el acceso a Internet y en el manejo
de las redes. Participemos en aquellas que nos reportan utilidad y descartemos
las que son por moda o para seguir a pocas personas.
Si un día no accede a
las redes pierde muy poco o nada. Lo que no se leyó en un momento, no
necesariamente es lo más importante. Si así fuera lo recibiríamos por varias
redes o incluso de manera personal. Algunas redes son tan efímeras que no es
necesario recuperar todos los mensajes. Es preferible leer los nuevos, que emplear
tiempo en los anteriores.
No ponerse como meta
dedicar un día en específico o una hora determinada para acceder a las redes,
ellas no se rigen por calendarios. Las redes están activas todos los días y
como mencionamos antes sí la información es tan importante la recibirá por
varias vías.
Integrar las redes
con recetas al estilo ITFFF. Es un servicio donde con pequeñas “fórmulas”
se puede distribuir la información de una red en otras.
Emplear servicios que
permitan visualizar los mensajes de varias redes en una misma pantalla.
Desde hace años utilizo Yoono, que es un excelente administrador para varias
redes sociales y se instala como complemento en casi todos los navegadores. Con
Yoono se puede acceder a las cuentas de varias redes y leer con mayor rapidez
los mensajes, concentrando la atención en una única pantalla.
Seleccione aquellas
redes que le resultan más útiles. Sí desea estar al tanto de un tema emplee
aquella red que proporcione ese tipo de información. Empleo Twitter y sigo a
las personas que ofrecen la actividad que me interesa. Para crear una comunidad
de aprendizaje empleo Facebook, que también me es de gran utilidad para
recordar los cumpleaños de mis amigos. Si es un mensaje puntual, nada mejor que
un servicio de mensajería instantánea como Whatsapp o Telegram.
En resumen las redes existen, existirán y nuestra tarea como
educadores es emplearlas con un sentido práctico, trasmitiendo sus ventajas y
enseñando cómo evitar sus inconvenientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario