Con la instalación del
COVID en todo nuestro Planeta, muchos sistemas tecnológicos pocos empleados o
casi desconocidos emergieron en el momento más necesitado. Unos de estos
sistemas son las plataformas donde se desarrollan video conferencias, tan
habituales que es difícil no participar al menos de una diaria.
La video conferencia
prefiero abordarla desde la didáctica como método, que al igual que todos se
apoyan en un conjunto de medios, siendo en este caso la plataforma de video
conferencia.
Con este tipo de método
se ahorra tiempo en el desarrollo de los contenidos, en especial en estos
momentos donde muchos seguimos recluidos en las casas, a la par que disminuyen
determinados costos. Es un canal de comunicación sincrónico, que a veces si no se
maneja adecuadamente se transforma en una actividad monótona, donde el
expositor desconoce si los participantes están prestando atención o simplemente
están conectado y haciendo otras tareas. Esto implica que no es trasladar la
actividad presencial a este tipo de ambiente, error muy frecuente en estos días,
sino preparar la conferencia tomando en cuenta que se desarrolla con esas características.
En sentido general las
salas de video conferencia son sencillas de manejar, algunas con más elementos
que otras, pero al menos lo necesario que es la trasmisión de video, audio y
compartir pantallas es muy similar entre todas. Una de las ventajas didácticas
al utilizar este método es el incremento de la motivación y en el interés del
receptor. Esto está en gran medida determinado por tres elementos, el tema al
tratar, el expositor y sus capacidades de interlocución y los demás recursos
como el caso de una presentación en PowerPoint o imágenes.
Este último es el
lado débil de muchas video conferencias, las presentaciones son copias de
textos, con letra pequeña, excesivo texto, imágenes llenas de información innecesaria,
donde no se logra comprender lo explicado. No por el hecho de utilizar la sala
de video y disponer de una presentación se está empleando correctamente el
método, todo lo contrario.
En el caso de las video
conferencias se debe tomar en cuenta dos momentos importante en su selección y
empleo, el primero de ellos la preparación inicial y el otro el desarrollo de
la misma. En el momento de la preparación es necesario la selección adecuada
del contenido, el dominio en el manejo de la plataforma, las posibilidades de
retroalimentación y la revisión del equipo técnico necesario, entre ellos la
conexión a Internet.
En el diseño de las
diapositivas para la video conferencia es recomendable incluir algunas de ellas
en las que se realicen preguntas para favorecer y verificar la atención del
espectador y el grado de comprensión del contenido expuesto. No podemos ver los
rostros de las personas, como lo hacemos en la actividad presencial, por ello
una buena vía para “detectar” sus reacciones es con este tipo de pregunta.
El segundo momento de
empleo de este método es su desarrollo, donde evidentemente es necesario el
dominio del tema, la vinculación entre la voz y las imágenes empleadas, así
como las capacidades comunicativas del expositor. En estas intervienen desde su
ubicación frente a la cámara, la vestimenta, la iluminación y la forma de
dirigirse al auditorio. A veces se confunde hablar frente a la cámara con
hablar delante de un auditorio presencial.
En el Wooc se comentó
sobre la plataforma Jitsi que no es de las más conocidas, pero tiene casi las mismas posibilidades que otras.
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