domingo, 10 de julio de 2022

Infoxicación o intoxicación por la información.

Recientemente con mis estudiantes de la mención en tecnología educativa, conversaba sobre la galopante cantidad de información que cada día circula en los grupos de WhatsApp donde coincidimos.

Una de las participantes dijo que había silenciado casi todos los grupos de esta red donde participa, en especial uno en el que recibe más de cien imágenes y videos al día, muchos de ellos repetidos.


Otro estudiante comentó que estamos intoxicados de información, recibimos mucho más de lo que podemos asimilar y muy poco de esto nos resulta útil. El término más empleado para describir este fenómeno es el de infoxicación, que tiene su raíz anglosajona, conocida como overload information” o sobre carga informativa.

En la práctica todos sufrimos la infoxicación. Uno de los casos más cotidianos lo encontramos cuando realizamos una búsqueda en la Web empleando un par de palabras y nos quedamos atónitos al ver que el resultado es de varios millones de enlaces. Estamos frente a una cantidad de fuentes tan enorme que no podemos revisar. Nos desubicamos, no encontramos por dónde iniciar, no sabemos qué hacer. Este es uno de los primeros síntomas de la infoxicación.

Otra manera de sufrir la infoxicación es el hábito casi extendido de leer de manera diagonal en la pantalla, no leemos las líneas como hemos aprendido, de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. En la pantalla de la computadora o del celular saltamos líneas, obviamos palabras con el objetivo de terminar cuanto antes, para pasar a otra lectura.

Esto trae como consecuencia que no se logra profundizar en el contenido y la comprensión lectora, sucumbe ante tanta avalancha informativa. Leemos de todo, pero conocemos de poco.

Otra manera de sufrir la infoxicación es cuando pasamos de una tarea a otra sin terminar ninguna de las dos. Tomamos el celular para revisar los mensajes de las redes sociales, pero no logramos concentrarnos en lo que antes estábamos realizando. Sufrimos la inmediatez, llegamos a convencernos que es más importante leer el mensaje que recibimos en WhatsApp que seguir en la tarea que estábamos ejecutando. En otras palabras, sustituimos lo importante por lo inmediato, s lo que algunos expertos llaman consumo por la inmediatez.

Una de las estudiantes me dijo que ella guarda en su computadora todo lo que le parece útil, es gran consumidora de información, pero, confesó que casi nunca recuerda lo que archivó y tampoco lo encuentra. Este es otro de los síntomas de la infoxicación.

A veces tratas de solucionar un problema y se te ocurre navegar en YouTube, escribes en su buscador lo que necesitas resolver y encuentras decenas de videos sobre lo mismo. Ves la duración de estos y casi siempre te decides por el más corto, pero antes de llegar al final te percatas que no resuelve tu necesidad y buscas otro y así ves varios videos de lo mismo. Estas sufriendo la infoxicación.

En Facebook vas directo a las notificaciones de lo que publicaste, te preocupas por los like que recibes, al igual que en Instagram y TiktoK. Sí estas en esa condición también estas infoxicado. No tiene cura este mal actual, porque las redes crecen cada día y con ellas la información. Pero esto no significa que no puedas disminuir tus niveles de infoxicación, lo que comentaré próximamente.

El comentario es un podcast preparado para la emisora panameña Radio Top Chiriquí, pueden acceder al mismo en este enlace

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