En colaboración con Mercedes Leticia Sánchez Ambriz.
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En la última década, los sistemas educativos y el
mercado laboral han experimentado una acelerada transformación impulsada por la
digitalización, la automatización y la inteligencia artificial. En este
contexto, los modelos tradicionales de titulación (licenciaturas, maestrías,
posgrados largos) resultan insuficientes para atender la demanda de
actualización continua, reconversión profesional y adquisición de nuevas
competencias en plazos reducidos.
Diversos informes de la OCDE (2023) y de la Unión
Europea (s. f.) señalan a las microcredenciales como instrumentos clave para
articular trayectorias de aprendizaje flexibles, moduladas y alineadas con
necesidades reales del trabajo y de la sociedad. Estas certificaciones permiten
reconocer logros de aprendizaje específicos, obtenidos en experiencias
formativas breves, que pueden acumularse y combinarse a lo largo de la vida.
Paralelamente, el desarrollo de recursos educativos
abiertos (REA/OER) ha reducido barreras de acceso al conocimiento, al promover
materiales reutilizables y adaptables para distintos contextos (UNESCO, s. f.).
Dentro de este ecosistema, el formato HTML adquiere relevancia estratégica: es
un estándar abierto, ligero, multiplataforma y fácilmente integrable en
entornos virtuales, blogs, LMS y dispositivos móviles.
¿Qué son las microcredenciales?
Si bien no existe una única definición global,
existe un consenso creciente en torno a ciertos elementos clave. La Unión
Europea define las microcredenciales como certificaciones de resultados de
aprendizaje adquiridos tras experiencias formativas de corta duración,
evaluados con criterios transparentes y claramente definidos (Unión Europea, s.
f.).
De manera similar, la OCDE (2023) y diversos marcos
europeos (por ejemplo, el proyecto MICROBOL) coinciden en que las
microcredenciales: cubren un volumen pequeño de aprendizaje en comparación con
títulos tradicionales; se centran en resultados de aprendizaje explícitos (lo
que la persona sabe, comprende y puede hacer); incluyen evaluación formal de
esos resultados; están asociadas a estándares o marcos de competencias
(académicos, profesionales o sectoriales); y pueden acumularse o combinarse
para construir trayectorias de formación más amplias.
¿Cuál es su utilidad inmediata?
Las microcredenciales se han posicionado en la
intersección entre educación, trabajo y aprendizaje a lo largo de la vida. La
literatura reciente destaca tres propósitos centrales (OCDE, 2023):
actualización (upskilling) y reconversión profesional (reskilling),
respondiendo a la necesidad de adquirir rápidamente nuevas competencias
digitales, técnicas o socioemocionales; flexibilización de la educación
superior y técnica, facilitando que personas adultas, con responsabilidades
laborales y familiares, accedan a formación modular y acumulable; y
reconocimiento de aprendizajes formales, no formales e informales, ofreciendo
evidencias verificables a empleadores, más allá del simple listado de cursos en
un currículum.
Estudios recientes muestran que las
microcredenciales pueden aumentar la empleabilidad, al permitir que los
individuos acrediten habilidades concretas, actualizadas y alineadas con
necesidades del mercado laboral, especialmente en sectores tecnológicos y
digitales (MDPI, 2023).
Microcredenciales en educación: oportunidades para
docentes y estudiantes.
En el ámbito educativo, las microcredenciales
pueden cumplir múltiples funciones. Los docentes, certifican competencias en
diseño de recursos digitales, evaluación formativa, pedagogías activas, uso didáctico
de IA, etc., y permiten construir rutas de desarrollo profesional continuo
basadas en pequeñas metas alcanzables. En el caso de los estudiantes
(escolares, universitarios y de posgrado), reconocen logros específicos
(programación básica, diseño de recursos HTML, pensamiento crítico, habilidades
STEAM, idiomas, etc.) y motivan el aprendizaje mediante metas cortas y
visibles, vinculadas a proyectos reales.
Para las instituciones, permiten diseñar catálogos
de microcredenciales alineados con planes de estudio y prioridades
institucionales, fortaleciendo la vinculación con el sector productivo en
colaboración con empresas y organizaciones (OCDE, 2021). En América Latina,
donde persisten brechas de acceso y de calidad, las microcredenciales pueden
funcionar como puentes para ofrecer formación focalizada a docentes y
estudiantes, con costos relativamente bajos y alta pertinencia local, siempre
que se acompañen de un diseño pedagógico sólido y criterios claros de calidad.
Otra vía de dar soporte a las microcredenciales es
mediante los recursos en formato HTML, los que se convierten en medios de enseñanza,
son de libre acceso y permiten su uso, adaptación y redistribución (UNESCO, s.
f.). Entre sus beneficios se destacan la reducción de costos, el aumento del
acceso y la posibilidad de adaptar los materiales a contextos específicos
(ERIC, s. f.; Old Dominion University, s. f.). En este contexto, los archivos
en formato HTML presentan ventajas significativas para el diseño de
microcredenciales, como se muestra en la siguiente infografía:
Los archivos HTML
facilitan la creación de microcredenciales al ser compatibles con diversos
dispositivos y plataformas, permitiendo una experiencia de usuario accesible y
flexible. Su estructura abierta posibilita la integración de elementos
multimedia, interactividad y actualizaciones dinámicas sin depender de software
propietario. Además, la naturaleza ligera del formato contribuye a una rápida
carga y eficiencia en ambientes con conectividad limitada, característica
crítica en regiones con brechas digitales como América Latina.
Estos atributos hacen del
HTML un soporte técnico idóneo para implementar microcredenciales que requieran
escalabilidad, personalización y accesibilidad, fomentando así una mayor
inclusión y adaptabilidad en los procesos de formación continua.
Breve cierre de la primera parte
Las microcredenciales representan una innovación
relevante en el ecosistema educativo actual, al ofrecer trayectorias de
aprendizaje modulares, flexibles y orientadas a competencias, que responden a
las demandas de la sociedad digital y del mercado laboral en transformación. La
evidencia disponible muestra que pueden mejorar la empleabilidad, facilitar el
re- y upskilling, y contribuir a la inclusión de grupos tradicionalmente
excluidos de la educación superior (OCDE, 2023; MDPI, 2023).
Por otra parte, los recursos educativos en formato
HTML se configuran como una infraestructura técnica y pedagógica ideal para el
despliegue de microcredenciales: son abiertos, ligeros, adaptables, accesibles,
compatibles con REA y fácilmente integrables en diversos entornos tecnológicos,
incluido el trabajo offline.
Al combinar la lógica de las microcredenciales con
el potencial del HTML como contenedor multicanal, es posible diseñar
experiencias formativas ricas, contextualizadas y escalables, especialmente
pertinentes para América Latina y otros contextos con brechas de conectividad y
de acceso (UNESCO, s. f.; Weizenbaum Institut, s. f.).
Referencias
European Commission. (2022). Micro-credentials
for lifelong learning and employability – Council Recommendation.eur-lex.europa.eu+1
OECD. (2023). Micro-credentials for lifelong
learning and employability: Uses and possibilities.OECD+1
Gamage, K. A. A., & Dehideniya, S. C. P.
(2025). Unlocking career potential: How micro-credentials are revolutionising
higher education and lifelong learning. Education Sciences, 15(5), 525. MDPI
UNESCO. (2011). A basic guide to open
educational resources (OER).unesdoc.unesco.org
Atenas, J. (2024). An introduction to open
educational resources and their affordances. Weizenbaum Journal of the
Digital Society.Weizenbaum Institut
Krelja Kurelovic, E. (2016). Advantages and
limitations of usage of open educational resources in small countries.ERIC+1
Clinton, V., & Khan, S. (2019). The impact of
open educational resources on student outcomes. (cit. en Abdous, 2023).Old Dominion University
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