En los últimos días en la comunidad CUED de la Cátedra
UNESCO de Educación a Distancia de la UNED se viene generando una discusión en
torno a las competencias que los docentes de este momento debemos reunir.
Caricatura de Fernando Perera Cumerna fperera05@yahoo.es |
La discusión se inició a partir de dos publicaciones del sitio Escuela 2.0 una inicial donde
traducían del artículo “The 33 Digital Skills Every 21st Century Teacher shouldHave” las 33 "competencias" planteadas por su autor. Con posterioridad publicaron una
recopilación de Laura Turner donde comenta 20 competencias para el docente de
nuestra época.
La primera impresión que tuve de este glosario tan amplio de
supuestas competencias, es que no las alcanzaría jamás, pues algunas de ellas,
están fuera de mi interés y otras de mis posibilidades reales para lograrlas.
Cuando la lista se redujo a 20 aun me quedé con la insatisfacción de no
alcanzarlas todas, lo que me deja mal parado como profesor de este momento.
Con el desagrado de no lograr dichas competencias, empecé
por realizar una lectura a las fuentes originales y empezó a cambiar mi temor.
En ambos sitios hacen referencias a habilidades, que no es exactamente lo que
entendemos por competencias, pues sí es lo mismo para qué emplear esta última
categoría.
Seguí disminuyendo mi enfado cuando empecé a leer a Díaz
Barriga en un memorable artículo "El enfoque de competencias en la educación. ¿
Una alternativa o un disfraz de cambio? que me permitió aclarar que no hay una definición precisa de
esta categoría, mientras que su extrapolación al campo educativo viene más por
el camino de la innovación forzada que por el de la necesidad. Responden a
políticas gubernamentales, más que a la propia necesidad de cambiar en la
formación del individuo.
Las competencias tienen su origen en el campo laboral, por
lo que no es de extrañarse su traslado al sector, tratando de formar a un
individuo que responda más a las necesidades industriales que sociales. En el
artículo de Díaz Barriga reconoce la combinación de tres elementos en las
competencias: “…a) una información, b) el desarrollo de una habilidad y, c)
puestos en acción en una situación inédita”.
En otras palabras para conformar una competencia se requiere
del conocimiento específico, combinado con un
grupo de habilidades y generada en una situación real, concreta.
Retomando los dos artículos, me puedo percatar que no
apuntan a competencias (omito la clasificación de Díaz Barriga, que puede
consultar en el artículo señalado) sino a un conjunto de habilidades, algunas de las cuáles no tenemos que alcanzar.
Las habilidades en palabras de Gonzáles Maura “…constituyen
el dominio de operaciones (psíquicas y prácticas) que permiten una regulación
racional de la actividad”. El “saber hacer” como se conocen también las
habilidades se manifiestan de forma muy diferente pues son producto de la
sistematización de las acciones subordinadas a su fin consciente. Esa
sistematización implica no solo repetición, sino en particular su
perfeccionamiento.
Más aliviado al comprender que no se deben analizar como
competencias las sugeridas en ambos trabajos, me propuse revisar cada una de
ellas. En el análisis partí de considerar que la habilidad tiene que ver con las necesidades
del individuo y por ello algunas de estas se enmarcan dentro de necesidades
específicas. Por ejemplo un profesor que nada tiene que ver con la Geografía o
la Historia, para qué debe conocer el trabajo con Google Earth.
De igual manera para qué es necesario trabajar con hojas de
cálculo o bases de datos, si usted nada tiene que ver con estadística,
matemática o ciencias afines. Confieso que las cosas que trabajo en Excel son
solamente repeticiones de hojas creadas por otros y hasta el presente para nada
me sirve este programa (lo que no significa que no reconozca su utilidad). Lo
mismo con las bases de datos, pasé de DBase a EverNote y no sé cómo funcionan
las bases de datos.
Otra de las habilidades citadas es la de trabajar con una
pizarra digital interactiva (PDI), pero me pregunto todos los profesores deben trabajar con una. Es probable
que muchos de los que lean esto nunca trabajaron con una PDI y tampoco tendrán
una en su aula, pues cuando las vayan a comprar existirán otros modelos
diferentes. Recordemos que estamos pasando de las computadoras de escritorio,
las notebook, las netbook, los Smartphone y las tabletas. ¿Requerimos acaso
habilidades específicas para cada una de ellas?
En el inventario de habilidades se señala el trabajo en
Blogs y Wikis, lo que puede ser interpretado de manera diferente. Una habilidad
es la de crear su propio Blog y su propio Wiki y otra es la mantener estas dos
formas de información. ¿Es necesario que todos los profesores dispongan de su
blog y de su Wiki? Sí hoy nos quejamos de la abundancia de información, no
puedo imaginarme l0 que pasaría cuando cada profesor escriba para su blog y
wiki. De manera similar pasa con la habilidad de diseñar y gestionar páginas
Web, cuando hoy eso pasó a un segundo plano. Para qué me es útil diseñar una
página Web que después no puedo colocarla en un sitio.
Para no hacer extenso el análisis creo que ambos artículos
son exagerados en el inventario de habilidades y favorecen a los profesores que
prefieren el inmovilismo o el ligero cambio. A los que nos esforzamos en
mejorar cada día, los artículos pocos nos ayudan. Hay que comprender además que
sí la tecnología cambia, las habilidades citadas en esos artículos también se
modifican o desaparecen.
Los criterios que se presentan en ambos trabajos
parecen insertarse más en la tendencia de cambiar por el mero hecho de cambiar,
esgrimiendo un sentido innovador que a la larga carece de sentido científico. En
este afán de la supuesta innovación empezamos a cambiar nombres, a los métodos
le decimos estrategias, a la evaluación la conocemos por resultados
esperados y al objetivo lo vestimos de competencia.
Para concluir prefiero retomar el inventario de competencias
que la UNESCO propuso en el 2008 para la formación de profesores y que son más
precisas que las mal llamadas competencias de ambos artículos.
Por último me
pregunto, nuestros estudiantes lograrán esas competencias?.
Díaz Barriga, Ángel. "El enfoque de competencias en la educación. ¿
Una alternativa o un disfraz de cambio? Revista Perfiles educativos
UNAM, México 2005
González Maura, Viviana y otros. "Psicología para educadores". Editorial Pueblo y Educación. La Habana. 1995
Fernando Perera Cumerna es Doctor en Ciencias Pedagógicas, caricaturista y amigo personal.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy interesante el artículo de Díaz Barriga (2006). En particular, me llama la atención algo que allí dice: "Si se observa el funcionamiento de la educación a lo largo del tiempo se encuentra que algo que la caracteriza es la tendencia a establecer diversas estrategias y acciones con ausencia de una mínima reflexión conceptual"...(p. 16). Esto nos deja un poco mal parados, ¿no?
EliminarMariaber
EliminarEfectivamente coincidimos en que muchas veces quedamos mal parados, pero como señala Díaz Barriga, son más los presidentes y su equipo, los que hacen que la educación se convierta en un sitio de improvisación y al final los maestros cargamos con las culpas.
En funcion de lo escrito anteriormente, me quedo con una pregunta sin responder... entonces cuáles son las necesidades del profesor en contexto con todas estas series de nuevas competencias?
ResponderEliminarLa principal necesidad del profesor es ser buen profesor, es dominar la Didáctica de su materia y lo demás llega por ese camino.
ResponderEliminarSi bies es cierto el tema de las competencias es inagotable, pero también es cierto que los profesores, deben poseer ciertas competencias y a la vez integrar curricularmente las tecnologías del aprendizaje y el conocimiento, no se trabaja de enseñar informática,ya que cada día las tecnologías son para el usuario y no para el informático.
ResponderEliminarEl artículo de Díaz Barriga, es muy reflexivo.
Tenemos que ir mejorando día a día nuestros procesos.
Saludos!!
http://www.freddybenavidez.com
Excelente reflexión, sería conveniente estructurar una serie de niveles que deben ser superados si o si para cambiar al siguiente nivel de competencias. Gracias por compartir sus conocimientos
ResponderEliminarDr. comparto su opinion para que debo conocer algo o especializarme en ese algo (hojas de excel) si las mismas no aplican a mi actividad laboral y profesional como docente. Considero que ello seria malgastar nuestro preciado tiempo.
ResponderEliminarUn docente debe tener ciertas caracteristicas, las cuales deben ir acompañadas principalmente por la innovacion, considerando la alta información que hoy dia maneja la sociedad.
Asimismo pongo a consideracion una frase la cual me gusta mucho> EL QUE TIENE LA INFORMACION TIENE EL PODER>, por ello considero que el docente que se encuentre bien preparado, diariamente debe preocuparse de dominar la información de su materia y de mantenerse actualizado dia a dia.
Estimado Carlos (con todo respeto):
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con su opinion, asi como tambien comparto las de ese docente admirable, por su entrega en la docencia, como es el Lic. Juan Manuel Martínez Cusicanqui, quien nos indica que la “Competitividad” dentro del mundo pedagogico hay que entenderlo como el desarrollo de las capacidades, destrezas y habilidades del hombre boliviano que lo lleven a enfrentarse en igualdad de condiciones a cualquier otra persona de la región. Una persona “competente” es una persona que ha desarrollado una serie de capacidades que la hacen productiva y merecedora de confianza. Uno como docente tiene con mayor razon la obligacion de ponerse al dia con todo lo que es tecnologia ya que ello podria servirle como un medio mas para entregarle al estudiante lo que necesita.
Saludos
Abad Victor
Saludos
Abad Victor
Estimado Dr. Estoy de acuerdo con sus opiniones acerca de que las competencias son inagotables, en la actualidad que estamos en un mundo globalizado exige a un profesional que sea mas capacitado acorde a las exigencias del avance en todo aspecto, ni que decir con la tecnología, también es cierto que hay competencias que no aplican del todo para el desempeño de un docente.
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