En colaboración con Mercedes Leticia
Sánchez Ambriz
Si tienes prisa, te invito a que escuches el pódcast en este enlace
En los últimos meses hemos sido testigos
de los avances y desarrollo de los llamados chats inteligentes (ChatGPT, Gemini,
Copilot, entre otros) que se han convertido en recursos que no solo responden
preguntas, sino que ofrecen oportunidades de creación, innovación y reflexión
crítica en el aula.
Sin embargo, la literatura académica
carece de una clasificación sistemática en niveles de uso
pedagógico de los chats,
lo que limita la comprensión de su potencial en relación con las competencias digitales docentes. A partir de la
interacción con estos agentes es posible proponer una tipología de cinco
niveles de uso —básico, intermedio, avanzado, experto y
creativo-estratégico— la cual se vincula
con marcos reconocidos de competencias digitales como DigCompEdu (Redecker,
2017) y el Teacher Digital
Competence (TDC) Framework (Falloon, 2020).
Competencias digitales docentes
El Marco Europeo para la Competencia
Digital de los Educadores (DigCompEdu) es un referente
desarrollado por la Comisión Europea para describir las habilidades digitales
específicas que un docente debe poseer. Este marco identifica un total de 22 subcompetencias,
organizadas en 6 áreas
principales (Redecker, 2017).
DigCompEdu proporciona un lenguaje común para
evaluar y desarrollar la competencia digital docente en distintos niveles. Este
marco deja claro que un docente digitalmente competente
no solo maneja herramientas, sino que las integra con intención pedagógica,
reflexiona sobre su impacto y colabora con otros para innovar en la educación.
En el contexto actual, marcado por la irrupción de tecnologías de IA generativa
(como chats de IA), DigCompEdu resulta especialmente relevante: sus áreas y
niveles ayudan a identificar qué
necesita un educador para usar estas nuevas herramientas de modo eficaz, ético
y orientado al aprendizaje de sus alumnos.
En paralelo a los marcos europeos, académicos
como Garry Falloon (2020) han propuesto
visiones holísticas de la competencia digital docente. Falloon introduce el Teacher Digital Competency (TDC) Framework, que amplía las
concepciones dominantes (centradas en lo técnico o en modelos
como TPACK) hacia una comprensión más amplia y multidimensional. Este marco parte de la idea de que los docentes necesitan
un conjunto cada vez más complejo de conocimientos y habilidades para
desempeñarse de forma ética, segura y productiva
en entornos digitales diversos.
En esencia, Falloon combina las competencias
tecnológicas y pedagógicas tradicionales con dimensiones de
carácter ético y profesional, reconociendo que ser competente
digitalmente implica más que saber usar herramientas: implica integrarlas al
currículo de manera efectiva, actuar profesionalmente en contextos digitales y modelar un uso responsable de la tecnología
Tanto
el marco DigCompEdu como el TDC Framework de Falloon coinciden en que el uso de
herramientas de IA en la educación
–como los chats conversacionales– debe apoyarse en una sólida competencia
digital por parte del docente. Un docente competente digitalmente sabrá evaluar el
potencial educativo de estas herramientas, integrarlas en sus clases
de forma alineada con el currículo, mantener conductas éticas
(p. ej., tratando los sesgos de la IA, la privacidad de los datos de
estudiantes, la autoría del contenido generado) y continuar aprendiendo a medida que surgen nuevas
tecnologías.
Ambos
marcos proporcionan guías complementarias: DigCompEdu ofrece un desglose
detallado de áreas y niveles para desarrollar
y autoevaluar esas competencias en la profesión docente,
mientras que el TDC Framework enfatiza una visión integral que incorpora
explícitamente las responsabilidades éticas y profesionales necesarias para
liderar la innovación digital en las escuelas de manera segura y efectiva.
La
clasificación de cinco niveles y su relación con las competencias digitales
docentes
La tipología propuesta de cinco niveles de uso pedagógico de los chats inteligentes
—básico, intermedio, avanzado, experto y creativo-estratégico— constituye un
puente conceptual entre la práctica educativa y los marcos de referencia de
competencia digital docente. Cada nivel representa un grado de complejidad
creciente en la integración de estas herramientas, desde lo instrumental hasta
lo transformador, y permite mapear su desarrollo en correspondencia con los
niveles y áreas de DigCompEdu y las dimensiones del TDC Framework, como
se muestra a continuación:
1.
Nivel básico. En este nivel, el docente utiliza el
chat como apoyo instrumental para resolver dudas simples o realizar búsquedas
rápidas. Se corresponde con los niveles A1–A2
de DigCompEdu, centrados en la exploración inicial de recursos
digitales, y con la dimensión
técnica del TDC, vinculada a la adquisición de destrezas
funcionales.
2.
Nivel intermedio. El uso del chat se orienta hacia la producción de materiales sencillos
(cuestionarios, resúmenes, esquemas). Esto refleja el nivel B1 de DigCompEdu (Integrator),
donde los docentes integran recursos digitales en tareas específicas, y la dimensión curricular del
TDC, ya que el chat comienza a incorporarse explícitamente a la planificación
pedagógica.
3.
Nivel avanzado. El docente emplea el chat para el diseño de experiencias educativas
completas: guiones instruccionales, secuencias didácticas o
rúbricas. Se ubica en el nivel B2
de DigCompEdu (Expert), donde los educadores utilizan los
recursos digitales para enriquecer la enseñanza y la evaluación, y en la dimensión profesional del TDC,
relacionada con la innovación en la práctica docente.
4.
Nivel experto. Aquí, el chat se convierte en un aliado en la producción académica y en
la reflexión crítica, incluyendo elaboración de marcos
teóricos, referencias o análisis éticos. Corresponde al nivel C1 de DigCompEdu (Leader),
en el que los docentes ejercen liderazgo en la integración digital, y a la dimensión ética del TDC,
donde la toma de decisiones sobre privacidad, autoría y sesgos de la IA es
esencial.
5.
Nivel creativo-estratégico. El máximo nivel se alcanza
cuando el docente cocrean
soluciones institucionales e innovaciones pedagógicas apoyadas
en IA, como el diseño de bots educativos o la implementación de políticas de
uso responsable. Esto se corresponde con el nivel C2 de DigCompEdu (Pioneer),
que impulsa la transformación educativa, y con la integración transversal de las
dimensiones del TDC (ética, curricular, técnica y profesional),
consolidando un perfil de docente innovador y estratégico.
Esta articulación permite comprender que
el uso progresivo
de los chats no es un proceso aislado, sino un indicador del desarrollo integral de la competencia digital docente.
Así, los cinco niveles no solo ofrecen una clasificación práctica, sino también
un marco interpretativo que vincula la evolución del docente en el uso de IA
con referentes teóricos consolidados.
La clasificación de cinco niveles ofrece un puente conceptual entre el uso
práctico de los chats y los marcos de competencia digital docente. Este enfoque
permite:
- Visualizar
progresión: de tareas simples a transformaciones
estratégicas.
- Alinear
formación docente: cada nivel se corresponde
con etapas del DigCompEdu, lo que facilita planes de capacitación.
- Incorporar
la ética digital: en niveles avanzados, el
uso de IA exige reflexión crítica sobre privacidad, sesgos y
responsabilidad pedagógica.
- Aportar
originalidad: la propuesta de niveles no
se encuentra en la literatura actual, lo que brinda un aporte innovador al
debate académico.
Para
resumir
Educar con inteligencia artificial no se reduce a
utilizar chats como simples herramientas de consulta; más bien, implica reconocer su potencial como aliados
estratégicos en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Su verdadero
valor pedagógico se encuentra en la capacidad de integrarlos de manera
intencional, ética y crítica en la práctica docente, de modo que fortalezcan la
creatividad, la personalización del aprendizaje y la innovación educativa.
La clasificación en cinco niveles de uso
pedagógico de los chats propuesta en este trabajo se vincula directamente
con el desarrollo progresivo de las
competencias digitales docentes. No se trata de establecer una jerarquía
rígida ni de etiquetar a los docentes, sino de ofrecer un mapa de ruta que les permita identificar su nivel
actual y proyectar un camino de crecimiento profesional. Esta visión reconoce
que cada docente transita de forma distinta, en función de su contexto,
recursos y disposición para la innovación.
Asimismo, la transición entre niveles no es
automática. Exige formación continua,
disposición para la experimentación y, sobre todo, una reflexión pedagógica profunda sobre el “para qué” de la tecnología en la
educación. Solo desde esa mirada crítica es posible garantizar que el
uso de chats de IA no reproduzca prácticas rutinarias, sino que contribuya a transformar la experiencia educativa
en coherencia con los valores, los fines de la educación y las demandas de una
sociedad en constante cambio.
La integración de la inteligencia artificial en la
educación requiere docentes que no solo dominen lo técnico, sino que también
ejerzan un liderazgo pedagógico y ético.
De esta manera, los chats inteligentes pueden pasar de ser herramientas
emergentes a convertirse en compañeros
estratégicos en la construcción de una educación más inclusiva, crítica e
innovadora.
Referencias
Falloon, G. (2020). From digital
literacy to digital competence: the teacher digital competence framework. Educational Technology Research and
Development, 68(5), 2449–2472.
Redecker, C. (2017). European Framework for the Digital
Competence of Educators: DigCompEdu. Publications Office of the
European Union.
Zawacki-Richter, O., Marín, V., Bond,
M., & Gouverneur, F. (2019). Systematic review of research on artificial
intelligence applications in higher education. International Journal of Educational Technology in Higher
Education, 16(39
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