martes, 5 de agosto de 2025

“Estudia y aprende”: fundamentación, ventajas y riegos.

Una caricatura de una persona

El contenido generado por IA puede ser incorrecto.

En colaboración por Mercedes Leticia Sánchez Ambriz

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En la última semana de julio, y como nos tiene acostumbrado ChatGPT, se lanzó una nueva opción de trabajo para todos los tipos de cuenta. Esta responde al nombre de Estudia y Aprende. El nombre es totalmente explícito, una alusión directa a emplear un tutor personalizado, que interactúa mediante preguntas y respuestas con el usuario. No es solo la respuesta a la pregunta, sino que mediante el diálogo mediado (al mejor estilo socrático) va ayudando a crear una respuesta donde usuario y máquina colaboran.

Como es de esperar, esta nueva opción puede ser empleada de diferentes formas; desde la clásica copiar y pegar, sin esfuerzo mental, hasta el verdadero aprendizaje significativo. No es solo una tarea para el estudiante, lo es también para el profesor, ambos van a coincidir en llevar a cabo acciones similares. Un ejemplo puede ilustrar la forma de trabajar de Estudia y Aprende.

Le hice una pregunta tan sencilla como: “Explica las leyes de Newton”, su respuesta

Captura de pantalla de un celular con texto

El contenido generado por IA puede ser incorrecto.

Después me respondió de esta manera.

Interfaz de usuario gráfica, Texto, Aplicación, Correo electrónico

El contenido generado por IA puede ser incorrecto.

Así fue explicando cada una de las tres leyes, tomando en cuenta que es para un estudiante de secundaria.

Con posterioridad hizo la siguiente pregunta

Interfaz de usuario gráfica, Texto, Aplicación

El contenido generado por IA puede ser incorrecto.

Este sencillo ejemplo muestra que la nueva opción de ChatGPT no es un simple reservorio de respuestas etiquetadas, sino que estimula al estudiante a pensar de otra manera. Veamos a continuación algunas ideas que fundamentan a “Estudia y Aprende”

Fundamentación pedagógica de “Estudia y aprende”

Desde nuestro punto de vista, esta nueva opción se puede fundamentar desde diferentes enfoques y teorías pedagógicas.

Enfoque histórico cultural de Vygotsky (1978) quien planteó que el aprendizaje ocurre en un contexto social y que las interacciones con el “otro” más experto permiten al individuo desarrollar habilidades dentro de su Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) (2021). Un asistente de IA puede verse como un mediador cultural adicional en el entorno del alumno. Al igual que el tutor o profesor, ChatGPT (empleado con esta concepción) puede desempeñar el rol de andamiaje: por ejemplo, haciendo preguntas orientadoras o descomponiendo un problema complejo en partes manejables, ayudando al estudiante a avanzar de su nivel actual a uno más alto. Según Vygotsky, las herramientas (incluyendo las tecnológicas) amplían las capacidades cognitivas; aquí la IA actúa como herramienta semiótica que provee lenguaje, ejemplos y representaciones para que el alumno construya significado.

Sin embargo, es necesario reforzar la idea de que la interacción social, es con la o las otras personas. La IA, por muy capaz que sea, carece de la carga cultural y emocional propia del ser humano. Esto no elimina que el estudiante interactúe con la IA, equivocándose y acertando para seguir mejorando su ZDP.

Constructivismo (Piaget, Bruner). El constructivismo plantea que el aprendizaje es un proceso activo en el que el estudiante construye nuevos conocimientos basándose en sus esquemas previos. Herramientas como “Estudia y Aprende” pueden potenciar un enfoque constructivista si se usan para exploración y descubrimiento: por ejemplo, el estudiante formula preguntas y la IA le devuelve información, casos, contraejemplos, permitiéndole reformular sus ideas. Bruner (1966) escribió sobre la importancia del descubrimiento guiado y de la espiral de aprendizaje.  Partiendo de este criterio un tutor de IA, como al que nos referimos, puede ayudar a estructurar ese descubrimiento mediante una secuencia graduada de preguntas o retos. La IA también puede presentar múltiples representaciones de un mismo concepto (narrativa, visual) facilitando la asimilación y acomodación piagetianas.

Pero, al igual que en el caso del Enfoque Histórico Cultural, se debe velar que la herramienta de la IA no sea la principal manera de “construir” el conocimiento. La IA puede limitar la iniciativa del alumno: es esencial que el estudiante siga siendo el protagonista que pregunta, prueba y conecta ideas, con la IA solo como facilitadora. Cuando se usa para crear entornos simulados o experiencias interactivas, la IA abre posibilidades para el aprendizaje experiencial que defendía Piaget, siempre y cuando el estudiante manipule activamente la información brindada. Por el contrario, si el estudiante se limita a copiar y pegar las respuestas no se logra dicho aprendizaje.

Conectivismo (Siemens & Downes 2005): Como teoría contemporánea, el conectivismo propone que en la era digital el aprendizaje se da a través de redes donde las personas y las herramientas están interconectadas. El conocimiento reside en la red y aprender es, en esencia, saber navegar y realizar conexiones. ChatGPT ejemplifica un nodo potente en la red de conocimiento de un estudiante: es capaz de conectar piezas de información dispersas, actuar como motor de búsqueda avanzado y convertir datos en conocimiento real.

Según Siemens, una habilidad clave es la curación de información, distinguir lo relevante de lo irrelevante. Aquí el estudiante debe ejercer un pensamiento crítico significativo, pues la IA entrega respuestas elaboradas que podrían evitar que el alumno consulte fuentes originales. No obstante, usada correctamente, la IA puede extender la red cognitiva del estudiante: por ejemplo, sugerir recursos, autores o enlaces que el alumno no conocía, cumpliendo la idea de Downes de que aprender es formar conexiones nuevas. La teoría conectivista también subraya que el conocimiento está en continua actualización; en ese sentido, un modelo como ChatGPT tiene límites para reflejar lo más nuevo, pero su integración con Internet en algunas aplicaciones mitiga esto. Desde esta perspectiva, educar con IA implica enseñar a los alumnos dónde y cómo encaja la IA en su red de aprendizaje personal, cuándo fiarse de ella, cuándo verificar con otras fuentes y cómo usarla para amplificar su capacidad de aprender en comunidad.

Condiciones necesarias para emplear “Estudia y aprende”

Queda demostrado que esta nueva función de ChatGPT puede favorecer el aprendizaje autodirigido, brindar tutoría virtual y generar contenido educativo adaptado, lo que promete enriquecer las experiencias de estudiantes y facilitar la labor docente. Sin embargo, no podemos dejar de lado un grupo de riesgos significativos: desde cuestiones éticas (plagio, autoría difusa, deshonestidad académica, privacidad de datos) hasta pedagógicas (dependencia, superficialidad, disminución del pensamiento crítico). Esto nos lleva a afirmar que el éxito de estas innovaciones dependerá no de la tecnología en sí, sino de cómo la integremos intencionalmente en nuestros sistemas educativos.

Es importante seguir reconociendo que la IA no reemplazará a los profesores, pero aquellos que sepan apoyarse en la IA posiblemente reemplazarán a los que no lo hacen. Nuestro rol debe ser más de un guía crítico en la era de la IA. Crítico no significa negar o prohibir.

Igualmente, los estudiantes deben comprender que aprender no es igual a obtener respuestas instantáneas, y que su capacidad de pensar, crear y cuestionar es lo que los distinguirá en un mundo con máquinas inteligentes. Las instituciones educativas, por su parte, tienen la responsabilidad de liderar el cambio con políticas proactivas, recursos adecuados y formación continua, para evitar quedar rezagadas ante una realidad que avanza velozmente.

Como idea central debemos adoptar una visión de “IA centrada en el ser humano”: es decir, toda implementación debe estar al servicio del desarrollo integral del estudiante. Como hemos señalado en otros comentarios, que la IA trabaje para mí.

La IA debe concebirse como una herramienta para amplificar las oportunidades de aprendizaje, no para desplazar el esfuerzo ni la interacción humana significativa.

En conclusión, nos encontramos ante un momento bisagra, como lo fue en la época del COVID. La incorporación de asistentes de IA en la educación no es automática ni sencilla, pero ignorar la existencia de “Estudia y aprende” sería perjudicial.

Referencias

Bruner, J. S. (1966). Toward a theory of instruction. Harvard University Press.

Fariñas, Gloria. (2021). La Zona de desarrollo próximo: l. S. Vygotski y p. Ya. Galperin en https://www.editoracientifica.com.br/books/chapter/210705488

Siemens, G. (2005). Connectivism: A learning theory for the digital age. International Journal of Instructional Technology and Distance Learning, 2(1). http://www.itdl.org/Journal/Jan_05/article01.htm

Vygotsky, L. S. (1978). Mind in society: The development of higher psychological processes (M. Cole, V. John-Steiner, S. Scribner & E. Souberman, Eds. & Trans.). Harvard University Press. (Obra original publicada en 1930-1934)


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