jueves, 28 de abril de 2011

Twitter como método pedagógico


Por lo general el tratamiento de un concurso dentro del proceso pedagógico, es una acción que se va más al plano extracurricular y común en la enseñanza media. Por el contrario en la educación superior, este tipo de tares se limita más a ferias y exposiciones científicas, también con carácter extracurricular.

En este comentario me referiré al tratamiento dado a este tipo de actividad, como parte de la formación del estudiante en la educación superior. En otros comentarios expliqué el empleo de Twitter de otras maneras vinculados a medios como la pizarra digital y el aula digital.

Considero que el concurso lo podemos valorar desde el punto de vista didáctico como un método de tipo grupal. Al igual que todo método la esencia del mismo es el camino que profesores y estudiantes emplean para lograr el objetivo.

En este ejemplo el concurso se llamó “Un día cualquiera en mi vida”, consistió en un relato breve o cuento corto que se escribió mediante Twitter. 

Los estudiantes del taller Multimedia educativo que imparto en el octavo semestre de la Licenciatura en educación de la Universidad Autónoma “Gabriel René Moreno” fueron los protagonistas de este concurso. 

Por supuesto que la literatura no es la razón de mi asignatura, pero sí el empleo de las tecnologías modernas, entre ellas Twitter. En realidad el objetivo del concurso estuvo dirigido a emplear Twitter de una manera creativa por parte de mis estudiantes. 

En este objetivo es donde me apoyo para considerar el concurso como un método, donde todos participan, desde diferentes posiciones. Un grupo de estudiantes eligió participar en el concurso, otro ser jurado y el resto espectador. Tres puntos de vista diferentes de la misma actividad y todos con el mismo objetivo. 

En este caso podíamos tratar temas relacionados con la tecnología, lo cual tal vez hubiera conducido al logro del objetivo. Sin embargo pensamos que dicho contenido no era el más adecuado y la realidad y participación de los estudiantes corroboró la validez de la selección del concurso.

En algo más de una hora de competencia se escribieron solo con el hastag UnDia unos 350 Twitter que en relación a los concursantes equivalen a unos 25 mensajes por cada uno. Muy pocos de los participantes habían escrito esa cantidad de mensajes desde que tienen su cuenta en Twitter. 

Durante la competencia todos los estudiantes podían ver en la pizarra digital como avanzaba la creación de los mensajes, la lista corría permanentemente y hubo momentos donde en pocos minutos llegaban cerca de cien mensajes. 
La lista de Twitter se hacía interminable
 
En la aplicación de todo método se valora tanto lo externo como lo interno del método. En este último se toma en cuenta las posibilidades de los estudiantes para trabajar con el contenido, sus experiencias previas así como el nivel de complejidad de la tarea. En lo externo del método es lo que se ve directamente en su ejecución. 

El método implica en primer lugar la organización tanto del profesor como del estudiante. En el primer caso se orientó con tiempo la ejecución del concurso, se colocaron en el aula digital las bases del concurso y se seleccionó la forma más adecuada de mostrar los Twitters en tiempo real. 

En las bases del concurso se especificó que se tomarían en cuenta cinco elementos en la evaluación del concurso: la originalidad en el tratamiento, la credibilidad del tema, la redacción, la ortografía y la secuencia lógica de cada mensaje. De este modo el concurso no se convirtió en una competencia, sino en un método que ayudó a los estudiantes a perfeccionar su trabajo mediante Twitter. No podemos dejar de lado que la aplicación de los métodos, contribuye al desarrollo de valores, como por ejemplo la responsabilidad por parte de los jurados. 
Algunos de los jurados
 
En resumen considero que es un método que podemos perfeccionar, pero que muestra como una herramienta de la Web 2.0 como es Twitter la podemos emplear en la actividad pedagógica. 

En esta dirección se puede leer el discurso para dar a conocer los ganadores así como el cuento seleccionado.  

martes, 26 de abril de 2011

El video un medio “made in” Latinoamérica.


Aprovechando la ventaja de reciclaje que ofrecen los medios digitales, emplearé como base en el comentario actual un artículo que publiqué en 1993 en el periódico “Los Tiempos” de Cochabamba. En aquella oportunidad mantenía una columna semanal en dicho periódico en la que escribí por espacio de unos tres años.

Este artículo como no cae directamente en el campo tecnológico, mantiene la esencia de su primera publicación. Debo comentar que a mi juicio, el video es un medio nacido y criado en este Continente. Entendemos como medio, no el equipo, sino la manifestación cultural, científica e ideológica que generó el empleo de esos equipos, creando así lo que llamamos video. Nadie soñaba con la facilidad que hoy tenemos en el empleo del video, con la existencia de Youtube y otros sitios similares, Internet era solo un experimento que estaba por despertar. En aquel momento expresé:

Por suerte las carabelas de Colón no importaron el video del Viejo Continente, pues este medio fue depositado en cajas de cartón y transportado en aviones desde el lejano oriente.

Pero el video en América Latina no se vistió al estilo asiático, adoptó el vestuario de la clandestinidad.

Nació y se crió en medio de la represión política, el asesinato y las desapariciones, propio de las dictaduras militares que asolaron el Continente (en el pasado siglo)

Sus primeros compañeros de juego fueron los movimientos sociales, sindicales y de las masas oprimidas y explotadas durante la época militar.

Sus primeros pasos no transcurrieron en los estudios, como su hermano mayor la televisión o su tío el cine. Por el contrario caminó antes que sus familiares lo sospecharan.

Su bautizo ocurrió entre nubes, fuertes vientos y frío, en lo alto de los cerros junto a las aldeas más pobres. Su primera comunión no fue pública, ni se divulgó por los diarios pues la rindió en las entrañas del Continente, junto a los mineros y su tío protector.

Tuvo en este Continente una utilización más social que recreativa, más política que cultural. Por vez primera el pueblo aparecía reflejado en las pantallas como actor principal y más importante.

Así Juan y Pedro, Andrés y Julián, desconocidos en su país se hicieron más populares que la Coca Cola cuando aparecieron interpretando sus canciones en sus idiomas nativos y que los señores cultos de su país no conocían.

Pero María e Inés, aprendieron del video como poder decirle a sus maridos que no debían beber más en la taberna del viejo Pablo, y Mercedes, aquella que todos decían que sería alguien en la vida, grabó en su pueblito la primera marcha por sus derechos comunales.

Entonces sirvió de eco a las minorías étnicas que abundan en la vasta región que se extiende del río Bravo a la Patagonia, llegó a recoger sus costumbres y tradiciones, sus hábitos y necesidades y comenzó a convertirse en la memoria de la mayoría de nuestra población.

Los jóvenes delgados y con pelo revuelto empezaron a mostrar el lado oculto de las sociedades y el video se abrazó a los desposeídos, los pobres y los abandonados.

Entonces un día la cámara y los jóvenes comenzaron a agruparse y al conjuro mágico de otros equipos empezaron a ser objetos cotidianos en las huelgas, las manifestaciones, los actos culturales y religiosos y en los sepelios de aquellos caídos por defender el derecho al pan de cada día y a la aurora de cada mañana.

Estos jóvenes, llamados videastas por alguien, empezaron a descubrirse unos a los otros. Los de Bolivia y Perú con los de Chile y Uruguay empezaron a caminar juntos y en la marcha se unieron otros países que al igual que ellos tenían sus propias experiencias y necesidades

La cinta de video, con su mortífera carga pasó de una mano a otra, de un idioma a otro, cruzó más de una frontera y se dio a conocer en este Continente y su fuerza fue tan grande que los señores de otros Continentes se asombraron de lo aquí pasaba. Pero para ese entonces ya los videastas se habían reunido en 1988 en Santiago de Chile y todavía los del Viejo Continente ni apenas se conocían.
La imagen corresponde a la filmación de unos de los capítulos
de una serie que realizamos sobre aves
de la Sierra del Rosario, en Pinar del Río, Cuba.

jueves, 21 de abril de 2011

Usando las tecnologías sin necesidad de conocerlas.


Referirnos al empleo de las tecnologías en la clase es un tema recurrente que genera susceptibilidad entre los profesores. Algunos consideran que un buen maestro es aquel que da una excelente clase sin necesidad de recurrir a otros medios que no sea su voz, mientras otros argumentan que no tienen tiempo para aprender el manejo de las tecnologías. El listado a favor o en contra es interminable y de seguir insistiendo este artículo no motivaría su lectura.

Por ello quiero proponer el empleo de la tecnología, sin que sea necesario comprender a fondo su uso. Es muy sencillo, pasemos su empleo al estudiante, que use los medios de una manera diferente a como lo hace a diario.

Una sencilla observación a nuestros estudiantes permite percatarnos que casi todos tienen celulares, emplean algún dispositivo reproductor de música y no pocos tienen sus perfiles en Facebook y sus propios Blogs, a la par que todos tienen correo electrónico. Lo que pretendo demostrar, es que no es tan necesario que el profesor domine estos medios, sí no que emplee el conocimiento de los estudiantes, su energía y motivación para convertirlos en sus más cercanos aliados.

¿En cuántas ocasiones esas herramientas modernas se ponen en función de los contenidos de estudio? El estudiante las emplea pero no las relaciona con la clase, sí lo hiciera a menudo, encontraría una disposición mayor al estudio; en otras palabras elevaría su motivación por la clase y hallaría una manera diferente de emplear un recurso tecnológico que en la clase es prohibido.

Comenzaré por el celular, este medio lo vemos más como un enemigo de las clases, que como un aliado. Está claro que es una enorme molestia cuando suena en medio de la clase o cuando se emplea para indicar la respuesta a la pregunta no estudiada.

Se ha preguntado sí puede incorporarlo a su clase. Una buena manera es la de crear grupos de trabajo que narren en pocas palabras una historia, que es enviada mediante un mensaje de texto a otro equipo y este se encarga de agregar otras líneas y así hasta crear un pequeña obra literaria con el celular. El profesor recibe todos los mensajes y puede discutir la forma de escritura que emplean los jóvenes, las abreviaturas y lejos de negarlas, rescatarlas y estudiar sus lados positivos y negativos.

El celular encuentra otro uso cuando se va a una excursión. Los estudiantes que tienen celulares con cámara se pueden convertir en los reporteros gráficos, mientras que los no tienen este medio pueden narrar o escribir el acompañamiento de las fotos. En vez de elaborar un monótono trabajo donde se indica lo que hizo durante la excursión, es preferible que todos aporten a un único y enriquecedor trabajo.

Aprovechando los celulares se puede crear un concurso de fotografías o de videos, tomar cualquier tema de estudio, desde la aplicación práctica de un teorema matemático, hasta la demostración de ecuaciones físicas y químicas y convertirlo en un objeto de discusión mediante imágenes. Pídales a sus estudiantes que expliquen mediante fotos la tercera Ley de Newton

Otra tecnología que no debemos negar es la presencia de los Blogs, conocemos que muchos docentes no lo tienen, tampoco es obligatorio disponer de uno. Sin embargo gran cantidad de estudiantes tienen sus Blogs, a veces cargados de informaciones innecesarias, pero eso sí ajenos por completo a la clase.

Nuevamente aprovechemos el talento de nuestros estudiantes y le pedimos que en vez de entregar impresa la memoria de la excursión, la escriban en un Blog o en más de uno. Las guías de estudio, las de repaso y otros documentos que genera el profesor pueden ser “colgados” por los estudiantes en sus blogs personales. Así no tenemos que encargarnos de reproducirlos, se lo enviamos por correo a uno o varios estudiantes y estos se encargan de colocarlos en sus blogs y reenviarlos al resto de sus compañeros.

No es necesario que el profesor tenga su blog, aprovechemos los de nuestros estudiantes. Tampoco debemos emplear más tiempo del que tenemos, solo es cuestión de pasar parte de la responsabilidad al estudiante. En términos pedagógicos estamos aplicando el aprendizaje desarrollador propugnado por Ausebel y Brunner y ampliamos la zona de desarrollo próximo de Vigostky.

Además del Blog se puede recurrir a un Wiki, donde todos contribuyen a un trabajo de la materia, algo así como la Wikipedia. Pero este Wiki se enriquece en cada curso, estando en presencia de un trabajo colaborativo permanente.

Otra tecnología empleada por los estudiantes son los reproductores Mp3, muchos de estos con opciones de grabación. Aprovechemos este recurso para entrevistar a profesores, compañeros de estudio, padres y otros familiares sobre variados temas. No es necesario que el profesor sepa manejar este medio, solo debe orientar al estudiante en el tema a indagar. Pida a sus estudiantes que entrevisten a otros mediante Messenger o Skype.

Para el final dejo una de las tecnologías más empleadas, el Chat. Los estudiantes utilizan palabras nunca aprendidas en clases, que no están escritas en ninguno de los textos escolares y sin embargo dominadas a la perfección por todos. Podemos generar un Chat para coordinar una excursión o un trabajo grupal, discutir ideas y llegar a conclusiones que pueden ser ampliadas en clases.

En no pocas ocasiones los profesores indican temas de investigación donde los estudiantes simplemente copian y pegan, no le encuentran sentido a lo que están haciendo. Trasladando a la clase estas sencillas tecnologías encontrarán mayor interés al trabajo pedido por el profesor.

Se trata de canalizar el uso de los medios, incentivar en los estudiantes una mayor responsabilidad y relacionar su uso con los contenidos de clases. Todo esto no requiere de más trabajo por parte del profesor, tampoco la necesidad de dominar su empleo, solo ser más creativo.

lunes, 18 de abril de 2011

Ideas para el diseño del fondo de una presentación en Power Point.

Como escribí en otra oportunidad las presentaciones con Power Point son un medio, que atraviesa todas las etapas, desde la selección, diseño y elaboración hasta su uso. Una vez tomada en cuenta que la presentación es el medio aconsejable, que existen los recursos técnicos para su uso y las condiciones del local donde se trabajará son adecuadas, se procede al diseño y elaboración del medio.

El diseño es una etapa previa a la realización o ejecución del medio. Diseñar significa recabar todo tipo de información necesaria para la posterior creación del medio. Esta información se inicia con la determinación de los contenidos de la clase y la precisión de los métodos a emplear. El profesor debe valorar en función del lenguaje propio del medio, qué contenidos muestra mediante un medio y cuáles con otros.

El diseño de una presentación no comienza en la computadora, se inicia en un papel. Antes de sentarse delante de su computadora, tome un papel y empiece a desarrollar lo que desea incorporar en cada diapositiva. En el lenguaje cinematográfico se conoce como “history board” que viene a ser un guión con  texto y descripción de imágenes. Tómese el tiempo necesario, escriba todo el texto, dibuje las imágenes o descríbalas sí es posible.

Es importante considerar que no es lo mismo diseñar un libro de texto, un papelógrafo, o una guía de laboratorio que una presentación en Power Point. Cada medio tiene su propio lenguaje, por lo que no es adecuado extrapolar a la pantalla de una diapositiva el texto para ser impreso. En vez de ganar tiempo se pierde, en vez de motivar al estudiante, se logra lo contrario.

Dividiré el diseño de las presentaciones en cinco áreas, tratando de agrupar en ellas los elementos más importantes del diseño. Estas son: fondo, texto, imágenes, animaciones y organización general de las diapositivas.

En este comentario me referiré al fondo de la presentación, que es una de las áreas donde más errores se producen. Iniciaré sugiriendo no emplear los fondos y diseños que Power Point incluye en sus diferentes versiones. Este criterio está avalado por una razón: el diseño no debe imponerse al contenido.

El fondo debe estar relacionado con el contenido a tratar, evite utilizar fondos con imágenes difíciles de comprender o cargadas de información y en especial sí escribirá sobre este.

No emplee fondos degradados, es decir con un color que cambia de tonalidad o varios colores, impidiendo la lectura sí emplea textos. Se aconseja en ambientes chicos emplear fondos de color claro, que iluminan el ambiente, mientras que en ambientes grandes, es preferible emplear fondos oscuros.

Sí emplea un fondo de un único color, sea cuidadoso en su selección, recuerde que los colores tienen variadas interpretaciones psicológicas y tome en cuenta el contraste de colores con el resto de la información.

No abuse con una paleta de colores variados, es aconsejable un equilibrio entre estos, en vez de convertir el fondo en un carnaval de colores. Es preferible mantener el mismo fondo en toda la presentación, cambios de fondos, en especial de colores afectan la concentración de la atención y confunden al estudiante. El estudiante, se adapta al principio de la continuidad en la información y por ello espera que la siguiente diapositiva muestre los mismos colores.

No es difícil seguir estas recomendaciones, piense siempre que lo más importante es favorecer el aprendizaje de los estudiantes, por lo que es aconsejable evaluar la presentación una vez concluida la exposición. 

martes, 12 de abril de 2011

Los miedos que no son miedos y lo que esconden esos que no son miedos.

Por el título, más parece un trabalenguas o una frase  copiada de “Don Quijote” pero nada que ver con estas suposiciones.

Trataré sobre los miedos a trabajar con los medios tecnológicos actuales, en especial la computadora y los servicios que empleamos por medio de Internet. 

Mi profesión, con las enormes satisfacciones de cada día, me permite tratar a la misma vez con muchas personas: mis estudiantes que le dan sentido a mi trabajo. En una asignatura donde trabajamos en un laboratorio de computadoras suelo hallar numerosas experiencias, las que me llevan en parte al título del artículo. 

En ese laboratorio, suelo ingresar por la puerta trasera y espiar lo que están realizando los estudiantes, antes de iniciar la clase. A veces están tan concentrados que suelo pararme detrás de alguno de ellos por un rato y no se dan cuenta de mi presencia. 

Esa táctica me ayuda a encontrar esos miedos que aparecen cuando se sientan frente a una computadora. Uno de ellos es el tiempo que pueden dedicar a una tarea determinada, el tiempo que le resta para cumplirla y pasar a otra. Este miedo muchas veces está generado por un pobre sistema de habilidades de trabajo en la computadora. Un clásico ejemplo es escribir en el buscador de Google la dirección a la que deben acceder,  en vez de escribirla directamente en la barra del navegador. 

Suelo insistir en que empleen Mozilla Firefox desde sus memorias USB, con lo que evitan escribir toda la dirección de un sitio que visitan con frecuencia, guardar las contraseñas y otras configuraciones del navegador. 

Otro  de los miedos permanentes es seguir las instrucciones que se muestran en la pantalla cuando deben instalar un programa en sus memorias o crear una cuenta en una red social. Se quedan a veces esperando la orden de seguir, cuando en la pantalla aparece “siguiente”. Creo que este miedo se debe a una inseguridad en lo que hacen y hasta a veces en una baja valoración de sus propias habilidades. 

Este miedo también se une a la limitada habilidad de leer las indicaciones que muestran los navegadores. Etiquetas como que el sitio desea escribir una cookie, o que el sitio no es seguro, o que se impidió abrir una ventana emergente, son indicaciones que no se leen o sí lo hacen entran en pánico y se quedan detenidos sin avanzar. Veo muchas veces que Mozilla les indica que el sitio no es seguro, aun cuando ingresan al mismo a diario, no saben qué hacer. La práctica cotidiana es cerrar el navegador, abrirlo y así infinitas veces. 

Un miedo  mayor es el idioma, cuántas veces se quedan esperando por que la palabra se cambie sola al español y no avanzan a otra pantalla, no buscan en Google la traducción.
Muchos de esos miedos se esconden en una frase solemne: “no se trabajar bien en la computadora, no me enseñaron” Los momentos actuales no son para aprender a trabajar en la computadora, no es necesario, y eso lo vemos en los niños, que con solo mirar donde se enciende y se apaga el resto lo ponen ellos solos. 

Lo bueno de estos miedos es que no requieren de tratamiento psicológico, solo un poco más de esfuerzo, perder el miedo a hacer las cosas por uno mismo y siempre decir que sí puedo.
Algunos de mis alumnos

jueves, 7 de abril de 2011

Un ejemplo del uso de la PDI en las clases de Lic en Educación

La pizarra digital interactiva es un medio al que le dediqué un comentario explicando su uso en forma de sistema con el aula digital bajo Moodle y la cuenta de Twitter de cada estudiante.

En esta ocasión, muestro el trabajo realizado después de la clase, donde demostré a mis estudiantes de la Lic en Educación de la UAGRM, el empleo de la PDI.

En este caso se cumple una de las funciones más importantes de los medios y por ende de la PDI, el empleo por parte de los estudiantes, favoreciendo la interactividad con todos los componentes personales del proceso pedagógico. 

En la medida que vamos explicando las posibilidades didácticas de la PDI, unas veces los estudiantes y otro yo, se va llenando la presentación con frases y palabras relacionadas con la información que se muestra.

En este caso la presentación debe prepararse específicamente para trabajarla de ese modo, no es posible ni aconsejable la improvisación, como podemos hacerlo en la pizarra tradicional. 
Una vez terminada la clase guardé la presentación con el empleo del programa de la PDI y esto es lo que se muestra.


martes, 5 de abril de 2011

El mejor medio de enseñanza.


En diferentes cursos de posgrado que he impartido sobre el tema de los medios, algunos participantes me insisten en establecer un listado de los medios imprescindibles, de aquellos que no pueden faltar e incluso me han preguntado, cuál es el mejor de todos. 

Sin lugar a dudas es bien complejo señalar cuál es el medio de enseñanza más importante, el más útil, en fin señalar solo uno es casi imposible. Sin embargo me atrevo a señalar que un medio es el que puede dirigir el trabajo de los restantes medios, organizar la secuencia de sus acciones y en especial orientar el trabajo de los estudiantes. 

Además este medio es el más empleado y también el más mal empleado. Por supuesto que me refiero a la voz.

No todas las personas pueden expresarse con claridad cuando hablan ante un auditorio. Ello se debe a innumerables factores que van desde la disposición de los órganos de la fonación hasta elementos subjetivos como el nivel cultural, la preparación para su trabajo, la presencia personal, entre otros.

A pesar de ello todas las personas son capaces de hablar y comunicarse oralmente. El lenguaje oral precede a la escritura y hablamos más de lo que escribimos. Los residentes de las regiones urbanas según establecen algunos investigadores se comunican oralmente durante las 3/4 partes del día y sólo leen o escriben la tercera parte del día.

La diferencia principal entre el lenguaje oral y el escrito se manifiesta por la expresividad que durante la conversación tienen las personas. Los gestos, los movimientos, la pronunciación, la entonación, las características personales del que habla, el interés y las motivaciones por hablar o escuchar, la preparación de los que intervienen en la conversación, entre otros muchos factores, determinan la riqueza de la comunicación oral que ni el mejor libro puede superarlo.

Un elemento de vital importancia en el discurso del conferencista o en la clase del profesor es su propia personalidad. Este debe poseer un sistema nervioso equilibrado, donde los procesos de excitación e inhibición  estén mutuamente compensados. El profesor debe ser capaz de introducirse rápidamente en su tema cuando ha sido interrumpido por cualquier causa, cuando los estudiantes le pregunten debe responder con seguridad y exactitud.

En mi opinión la voz del profesor debe destacarse por tres rasgos fundamentales: dicción, entonación y ritmo.
A lo anterior se suman otros elementos como los gestos y movimientos del profesor durante la exposición oral, que contribuyen a llamar la atención, a redundar sobre lo dicho y en especial disminuir la fatiga pedagógica en los largos períodos de clase.

A pesar de la importancia de la voz como medio de enseñanza en muy pocas instituciones formadoras de profesores le dedican el tiempo necesario a mejorar la manera de decir, a enseñar cómo desplazarse en el aula, a valorar la importancia del ritmo en la exposición, a discutir sobre la importancia de la presencia personal y en especial la personalidad del profesor. 

Aun cuando la voz sigue siendo nuestro primer medio de enseñanza, el más empleado y por ende el más afectado, no existen legislaciones laborales, que consideren las afecciones en los órganos fonatorios como accidente o motivo de incapacidad laboral. Por lo general los profesores debemos competir con ruidos externos, con las pobres condiciones acústicas de los locales docentes, con los ruidos ocasionados por los estudiantes, entre otros tipos de ruidos. Aun con todos esos ruidos debemos seguir en nuestro trabajo.

Muchos profesores se quejan de dolores en la garganta, otros padecen de disfonía permanente y no encuentran respaldo en las autoridades para disminuir o eliminar las causas externas de tales males. 

En definitiva nuestra voz, que es nuestro más útil medio de enseñanza, que ni el más sofisticado de los medios actuales puede superar, debemos cuidarla y preservarla para que siga siendo nuestro “mejor” medio.