Creado en ChatGPT |
En colaboración con Mercedes Leticia Sánchez Ambriz
Escucha el pódcast en este enlace
Hoy estamos siendo testigos de un cambio de era
en la creación tecnológica: de tener que escribir código manualmente, hemos
pasado a conversar con sistemas inteligentes para encontrar soluciones a
nuestras necesidades informativas. Este giro hacia el lenguaje natural supone
que la tecnología se adapte más a las personas, en lugar de exigir que las
personas se adapten a la tecnología.
El resultado inmediato es una democratización
sin precedentes: más individuos que nunca —independientemente de su
formación técnica— pueden materializar sus ideas en forma de programas,
automatizaciones o contenidos digitales. La programación se vuelve más fluida y
accesible, casi como expresarle un deseo a un asistente dispuesto a realizarlo.
Las implicaciones en programación, educación,
innovación e inclusión digital apenas comienzan a desarrollarse. Estamos frente
a un cambio de entornos de trabajo transformados por colaboradores de IA, aulas
donde los estudiantes aprenden con asistentes personalizados, un mercado
inundado de pequeñas aplicaciones de todos los rincones del mundo, y
comunidades tradicionalmente rezagadas participando activamente en la economía
digital.
Al mismo tiempo, este cambio invita a replantear el rol humano: con la IA
encargándose de la parte mecánica, nuestro aporte se centra en la creatividad,
la estrategia y los valores éticos que orientan cada proyecto. Programar ya no
es solo escribir instrucciones para máquinas, sino saber qué pedir y cómo guiar a una inteligencia artificial para
obtener el resultado deseado.
La IA conversacional no elimina la necesidad de
ingenio humano, sino que lo potencia. Al liberarnos de muchas complejidades,
nos permite enfocarnos en innovar, en resolver problemas y en soñar en
grande, sin que el conocimiento técnico sea un obstáculo infranqueable. Por
supuesto, habrá retos que abordar —desde asegurar la calidad y la seguridad de
las soluciones generadas, hasta adaptar nuestras habilidades y empleos a esta
nueva realidad—, pero el panorama general es alentador.
Con agentes que cada día se vuelven más amigables,
la creación tecnológica se hace más inclusiva, más humana y más creativa.
Podemos imaginar un futuro cercano en el que “programar” sea tan común como
usar internet, donde cualquier persona con una idea pueda dialogar con una IA
para convertirla en realidad. En ese futuro, el lenguaje conversacional será el
nuevo código universal, y la capacidad de soñar y dar forma a esos sueños
estará verdaderamente al alcance de todos.
Como no podía ser de otra manera, en este blog
hemos comentado sobre las siguientes App:
Creando
un tutor personalizado con IA en donde mostramos los pasos para generar una
App en Gemini.
Detector
de Aitoxicación que calcula el nivel de aitoxicación que podemos alcanzar
en la actualidad con la exposición permanente a la IA.
Generador
de infografías al igual que las anteriores, es una App, que facilita al
profesor seleccionar la herramienta adecuada para generar una infografía a
partir de varios requisitos.
Herramientas
de IA generadoras de audio. Rellenando la información que se solicita, se
sugieren diferentes herramientas para generar audio
Por fin hacia la inclusión digital
La tendencia hacia la programación mediante
lenguaje natural tiene fuertes implicaciones en la inclusión digital,
entendida como la participación de distintos grupos sociales en la creación y
aprovechamiento de la tecnología. En el pasado, esa participación estaba
limitada por la brecha de habilidades: solo una minoría con educación
especializada podía crear software o automatizaciones, mientras la mayoría eran
usuarios pasivos de las herramientas creadas por otros. La IA conversacional
viene a cerrar en parte esa brecha, al permitir que cualquiera con
acceso a internet pueda aspirar a construir sus propias soluciones.
Un aspecto importante es la barrera del idioma.
Mucho del conocimiento de programación y documentación técnica históricamente
ha estado disponible principalmente en inglés, lo que marginalizaba a
comunidades no angloparlantes. Ahora, modelos multilingües entienden y
responden en español (y decenas de lenguas más), lo que implica que una persona
puede programar escribieno en su idioma nativo.
Al respecto Huang (2025) destacaba este hecho al
afirmar que cualquier herramienta de IA entiende lo que quieres decir “incluso
si no sabes hablar inglés” Por primera vez, millones de personas en América
Latina, España y otras regiones pueden aprender y crear tecnología sin la
barrera idiomática, interactuando directamente con sistemas conversacionales en
español. Esto amplía enormemente
el alcance de la inclusión digital, sumando a gente que antes no podía
aprovechar plenamente la revolución tecnológica por no dominar el idioma
técnico dominante.
Desde luego, la inclusión digital real requiere
también atender factores fuera de la IA: asegurar la conectividad, el acceso a
dispositivos, la formación básica. La tecnología conversacional no resuelve por
sí solo problema de desigualdad socioeconómica. Sin embargo, al bajar el requisito de conocimientos
especializados, pone la creación tecnológica al alcance de cualquiera
que cuente con conexión a internet y curiosidad por experimentar.
Esa idea, respaldada por expertos como Según
Jensen Huang, CEO de Nvidia, la inteligencia artificial permite que cualquiera
pueda escribir código usando solo lenguaje natural (Shibu, 2025), deja de ser
una utopía futurista para convertirse en una realidad tangible: “La programación se está convirtiendo en
algo tan accesible como hablar inglés”, afirmó recientemente,
destacando cómo la inteligencia artificial permite que cualquier persona,
incluso sin formación técnica, cree soluciones digitales con lenguaje natural.
Hoy, un estudiante de colegio en una zona rural
con un teléfono móvil puede idear y hacer un bot en su idioma; un pequeño
comerciante puede automatizar su inventario; un activista comunitario puede
crear en una tarde un sitio web informativo. Estas oportunidades, antes
reservadas para programadores, ahora están al alcance de muchos más. Es la democratización
de la creación tecnológica, y los docentes están en el centro de este nuevo
despertar.
La IA conversacional, bien aprovechada, puede ampliar
la inclusión digital no solo porque más gente use tecnología, sino porque
más gente produzca tecnología.
Esto aporta una dimensión de inclusión mucho más potente: distintos grupos
podrán desarrollar herramientas a su medida, reflejando sus culturas, lenguas y
necesidades particulares.
La diversidad de creadores eventualmente lleva a
una tecnología más inclusiva para usuarios finales también, ya que las
soluciones no provendrán únicamente de una élite homogénea, sino de una
pluralidad de voces. En este sentido, la IA es la “mayor fuerza igualadora
que hemos conocido; va a empoderarnos”, como dijo Huang (2025) refiriéndose
al potencial social de esta revolución. Si se encauza adecuadamente, la
programación por lenguaje natural podría ser un gran nivelador que reduzca
brechas digitales, generacionales, económicas y geográficas.
Los docentes, por su parte, se podrán beneficiar:
Gracias al Vibe Coding, el docente
latinoamericano, puede hablarle a la tecnología como les habla a sus
estudiantes. Puede decirle: “Quiero un generador de cuestionarios”, “Ayúdame a
crear un juego sobre los ecosistemas”, o “Hazme una app para comunicarme con
las familias” y ella responde. No con trabas ni códigos complicados, sino con
propuestas, prototipos y soluciones que tú puedes adaptar, mejorar y usar.
Ya no hay diferencias entre zonas rurales o
urbanas, no importa si la conexión es limitada o si nunca aprendiste a
programar. Importa el deseo de transformar, de acercarte más a tus estudiantes,
de crear algo significativo. Los Chats puede ayudar a redactar un proyecto;
Canva puede darle forma visual a esa explicación que siempre fue difícil; Glide
te da la posibilidad de tener tu propia app sin escribir ni una línea de
código; y con Scratch, tus alumnos pueden programar sus sueños, contigo como
guía.
Este no es solo un cambio tecnológico. Es un cambio
cultural, pedagógico y profundamente humano. Porque ahora la creatividad no
tiene barreras técnicas, y el conocimiento no está encerrado en lenguajes
que no dominamos. Está ahí, en nuestras manos, listo para ser moldeado por
nuestras voces, nuestras culturas, nuestras realidades.
No tengas miedo de la tecnología. Cada
clic, cada intento, es un paso hacia una educación más libre, más justa y más
creativa. Eres tú, maestro, maestra, quien puede hacer que la tecnología deje
de ser algo lejano y se convierta en herramienta de inclusión, de
empoderamiento, de transformación democrática.
No necesitas saber código. Solo necesitas tener una
idea y las ganas de hacerla vibrar. Porque eso es Vibe Coding: crear
con intención, con pasión y con tu voz.
Referencia
Huang,
J. (2025, junio 9). Nvidia CEO
Jensen Huang says AI lets anyone write code. Entrepreneur. Citado en
Sherin Shibu (Ed.)
Shibu, S. (2025, junio 9). Nvidia CEO Jensen Huang says AI lets
anyone write code. Entrepreneur.
https://www.entrepreneur.com/business-news/nvidia-ceo-jensen-huang-says-ai-lets-anyone-write-code/492985
Demasiados desafíos para una gran mayoría de la sociedad de educadores que prefieren no salir de su zona de confort y viven enclados en el estar conformes con lo que hacen . Para quienes estamos comprometidos con dar un giro de 360 grados sus reflexiones son fertilizantes para empezar a utilizarlas
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