En los dos comentarios
anteriores abordé primeramente la transición de una didáctica organizativa,
apoyada en la relación profesor estudiante, que enfatiza más en consignas que
en hechos precisos, mientras que en el segundo trabajo dirigí el análisis al
trabajo del profesor.
En esta ocasión esbozaré
las ideas en relación al estudiante. El proceso pedagógico gira alrededor de
sus dos principales componentes personales: estudiante y profesor, sin
dejar de lado otros elementos de la sociedad que juegan un papel importante.
Tradicionalmente conocemos que el estudiante es el centro del proceso, que se organiza tomando en cuenta sus posibilidades, nivel de desarrollo, intereses,
gustos entre otros muchos elementos. En los diseños curriculares se insiste en
formar estudiantes activos, con liderazgo, centrados en una dinámica
significativa entre otros muchos calificativos. Sin embargo de la teoría
expresada en estos diseños a la práctica hay un gran trecho.
¿Conocemos a nuestros
estudiantes?
Muy poco, estamos lejos
de poder detectar sus gustos y preferencias aunque hagamos encuestas de todo
tipo. Debemos admitirlo, resulta complejo ubicarnos en el rol del estudiante,
no podemos ni debemos pensar como él. Nuestros estudiantes universitarios cada
vez son más los que nacieron con Internet, los que emplean equipos móviles, los
que viven en la instantaneidad y participan en muchas redes sociales. A veces
en algunas que los profesores ni siquiera hemos escuchado alguna vez.
Podemos aprovechar su
sentido de pertenencia a las redes sociales para insistir en el llamado
aprendizaje cooperativo o grupal, objeto de la didáctica colaborativa. La
principal base científica es el paradigma constructivista, apoyada en especial
en el enfoque histórico cultural. De modo general se entiende que la formación
del conocimiento es propio del individuo, con la ayuda de los demás.
La mayoría de los
teóricos en este tema reconocen que la construcción de significados por parte
del estudiante se da principalmente por el descubrimiento, el análisis o
comprensión de los conocimientos y la aplicación de este a la solución de
problemas, tanto en la vida práctica como en actividades simuladas, donde
interviene la interacción con los demás.
El trabajo grupal es una
necesidad, está demostrado como las soluciones a numerosos problemas se dan
solo cuando se trabaja en equipo. Si a esto añadimos el empleo de las redes
sociales y las habilidades comunicativas que se desarrollan en las mismas tenemos
una buena visión de cómo encarar el trabajo colaborativo
Tres principios básicos
rigen el trabajo colectivo: la actividad, el colectivismo y el enfoque
individual. Trabajar de este modo permite que el estudiante deje de ser un
consumidor de información para dirigirse a la búsqueda de conocimientos, leyes y
regularidades que le permiten interpretar los fenómenos de la realidad de
manera independiente y emprender su transformación creadora. El colectivismo
favorece la elevación de la responsabilidad
del estudiante, la exigencia en el trabajo individual y grupal , la seguridad
en el aprendizaje, la mejora de su identidad personal, la motivación en el
aprendizaje y el desarrollo de su personalidad como un ser altamente
independiente y capaz de tomar decisiones.
Pero lo anterior se
convierte en consigna cuando solo queda en el enunciado. Para evitar lo
anterior el papel del profesor es decisivo, en su carácter de organizador del
aprendizaje colaborativo debe cumplir también con la función de control. Este es el lado
débil del trabajo grupal, la mayoría de los profesores consideran bajo la
noción del aprendizaje constructivista que es una responsabilidad única del
estudiante y por ende el control lo realizan principalmente como evaluación al
concluir el trabajo.
Por el contrario el
control del profesor no se puede limitar a una sola etapa del trabajo grupal,
sino que debe ser constante en todos los momentos. Desde la creación del grupo,
hasta la selección de los temas, la discusión grupal, el trabajo independiente,
hasta la aplicación y los resultados obtenidos. Es un gran trabajo para el
profesor, aunque con algunos recursos actuales puede mejorar su efectividad y
reducir el tiempo. Un ejemplo de ello es trabajar en línea con un documento en
Google Drive donde el profesor puede participar desde el inicio del trabajo,
observando el trabajo de los estudiantes y apoyándolos con ideas a la solución
de los problemas propuestos.
El estudiante que
necesitamos debe estar preparado para resolver problemas y retos de diferentes
grados de complejidad presentados por el profesor. Para ello deben informarse a
través de la variedad de medios digitales a los que acceden con frecuencia, compartir
esta información con sus compañeros de grupo y buscar las mejores soluciones al
problema presentado. Es evidente que el profesor debe seleccionar o crear
problemas que sean en parte conocidos por el estudiante, pero que para su
solución definitiva requiere de nueva información, la discusión en el grupo y
de ser posible su aplicación práctica para verificar dicha solución.
La actitud de los estudiantes debe modificarse al comprender que el trabajo cooperado, que no excluye su individualidad, es decisivo en su aprendizaje.
Para concluir debemos regresar al
papel organizador del profesor, su presencia de una manera u otra está en todas
las etapas del trabajo grupal. Esa es una gran diferencia con la didáctica
organizativa que se dirige más a chequear el resultado final sin intervenir de
manera directa en todas las etapas.
En el siguiente comentario abordaremos la relación método medio.
Efectivamante, la relación interpersonal docente estudiantes y estudiantes - estudiantes es esencial al trabajo colaborativo, ya sea de forma presencial o virtual. El aprendizaje significativo y enfoque constructivista en las condiciones de la educación superior tiene entre sus bases el reconocimiento de los saberes previos de los estudiantes de forma individual y grupal. Es una de las bases del éxito del aprendizaje.
ResponderEliminarEfectivamente el seguimiento a las actividades que realicen los estudiantes es crucial, como docentes necesariamente debemos hacerlo, ya que sólo enfocarnos en esperar los resultados nos podría traer malos momentos con ellos respecto a sus trabajos, me ha pasado en lo personal y he tenido que replantearme. Muy acertadas palabras. Saludos cordiales.
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