En colaboración con la Dra Mercedes Leticia Sánchez Ambriz
Cuando se trata de escribir, ya sea un ensayo breve para el
blog o un artículo científico, el mayor obstáculo no suele ser la gramática ni
la metodología, sino la forma en que nos relacionamos con la inteligencia
artificial (IA). A partir de esta premisa, propongo un giro de 180
grados: pasar de la duda y la sospecha a convertir la IA en nuestra aliada.
Este artículo desgrana esa transformación y describe una metodología práctica,
que denominamos la Ruta del escritor académico con IA, que he puesto a
prueba con docentes y estudiantes en varias universidades latinoamericanas y
nacionales.
Girar 180°: de la sospecha a la colaboración
Girar significa “pensar de
manera diferente en cómo emplear la IA”. La mayoría de las críticas se centran
en el fraude, el sesgo, la imprecisión en los datos, la bibliografía, el que no es preciso y muchas otras ideas preconcebidas. Por ello venimos insistiendo en
la idea metafórica de girar 180 grados. El giro consiste en evaluar primero
el potencial y luego detectar los límites. Solo así podremos, reducir la
carga cognitiva que provoca la pantalla en blanco, ahorrar horas de búsqueda
bibliográfica, mejorar la redacción, entre otras posibilidades.
A lo anterior y ubicado en la
actividad de los docentes, estamos obligados a publicar antes de que el
conocimiento acumulado de nuestros profesores se pierda para siempre. Estamos obligados
a colaborar con nuestros profesores en proceso de jubilación para que donen ese
conocimiento para los estudiantes, por ello la urgencia de publicar.
¿Por qué una “ruta”?
Una ruta es un camino con paradas obligatorias y un
orden lógico. Lo importante en la ruta es que se requiere pasar de una parada a
la otra, no se debe saltar, solo seguir el orden señalado. La ruta inicia con
la creación de mi idea, seguimos a la configuración y de aquí a
la reafirmación de la idea. Los siguientes pasos son la consolidación
de la idea, escribir el artículo y publicarlo. Es necesario
considerar que las herramientas cambian, la ruta no. Al adoptarla, dejamos de “googlear
al azar” y pasamos a dialogar mediadamente con la IA, convirtiendo
cada parada en una micro-tarea clara y medible.
Las seis estaciones del recorrido
Crear la idea
Para evitar el bloqueo del escritor, la “pantalla en blanco”
como se conoce, nuestra primera parada es acceder a ChatGPT e indicarle con un prompt
abierto: “Tomando en cuenta el conocimiento que tienes sobre mi trabajo,
proponme cinco temas para crear un ensayo académico”. Es necesario advertir
que para lograr precisión en las respuestas de ChatGPT es obligatorio
configurarlo, llenando las características que debería tener ChatGPT en las
respuestas y en especial lo que debe conocer mi trabajo. Estos datos unidos
a todo el trabajo que realizamos en el chat son suficientes para obtener varias
ideas para un ensayo, un artículo o incluso un post como este en el blog.
Configurar la idea.
A partir de las ideas que ChatGPT nos devolvió, es aconsejable
seleccionar solo una, la que iremos puliendo cada vez más. En esta etapa nuestra sugerencia es crear una
lluvia de ideas, colocando a ChatGPT en modo de brainstorming. Con este método
se pueden generar varias vías de investigación actuando en modo de pensamiento
divergente. Además, se logra un ahorro de tiempo al permitir que sea la IA quien
sugiera las ideas, siempre a partir del conocimiento que tiene ChatGPT sobre mis
intereses.
Reafirmar la idea
Ese es el momento en que la Ruta del Escritor Académico
se pone rigurosa: pasamos de la efervescencia creativa, en las etapas
anteriores a comprobar, con datos, si nuestra idea realmente aporta algo
nuevo, si es pertinente y si existe un vacío en la literatura. Validamos
vacíos de investigación con ResearchRabbit, Connected Papers o Litmaps.
En este comentario solo explicamos las tres primeras etapas
de la ruta. La ruta del escritor académico con IA no es una receta rígida, sino
un andamiaje inteligente que te libera de tareas mecánicas y te deja
espacio para lo verdaderamente humano: criticar, reinterpretar y crear
conocimiento. Da el primer paso, gira 180°, y deja que la IA trabaje para
ti, no tú para ella.
Si deseas escuchar el pódcast sobre el trabajo, lo puedes hacer desde este enlace
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