viernes, 16 de mayo de 2025

La ruta del escritor académico con IA: un itinerario para transformar tu práctica de escritura (parte dos)

Generado en Copilot

En colaboración con la Dra Mercedes Leticia Sánchez Ambriz

En un mundo donde la inteligencia artificial (IA) avanza a pasos agigantados, no basta con saber qué puede hacer: debemos saber cómo trabajar con ella. Esa fue la premisa central de la segunda parte de la conferencia La ruta del escritor académico con IA, donde abordamos la necesidad urgente de cambiar el paradigma de uso de estas herramientas en la escritura académica.

De googlear a dialogar: una transformación radical

Durante años hemos utilizado Google como nuestra principal fuente de información. Pero con la irrupción de modelos como ChatGPT, estamos ante una oportunidad distinta. La IA no debe ser una simple máquina que responde preguntas básicas como “¿qué es la taxonomía de Bloom?”, sino una aliada para pensar, refinar ideas, identificar vacíos teóricos y proponer rutas de investigación.

Esto exige un giro de 180°. El cambio no es técnico, sino epistemológico: pasamos de ser consumidores de respuestas a co-creadores de conocimiento.

De la idea al artículo: una ruta mediada por la IA

La conferencia mostró paso a paso cómo puede estructurarse el proceso de escritura académica con apoyo de herramientas de IA. En la primera parte explicamos las tres primeras paradas: Creando mi idea, Configurando mi idea y Reafirmando mi idea.

En esta segunda parte explicamos las otras cuatro paradas.

Consolidando mi idea, es la cuarta etapa y consiste en ayudarnos de las herramientas de IA, como es el caso de ChatGPT para establecer el problema científico que sirve de eje a la investigación y, por ende al artículo o ensayo. En esta etapa iniciamos la verdadera búsqueda bibliográfica empleando sitios como SemanticScholar, SciScite, Elicit y Perplexity. La búsqueda emplea las palabras claves que obtuvimos de la consulta con ChatGPT.

En esta etapa se emplea NotebookLM una aplicación de Google, con la que se pueden crear resúmenes, formular preguntas, descomponer la información en partes, generar mapas mentales, entre otras posibilidades. Este trabajo lo realizamos con los artículos previamente seleccionados en la consulta bibliográfica. Se trata de no saturarnos con artículos similares, sino de utilizar la IA para una correcta selección. Como en esta etapa se trabaja directamente con la bibliografía es importante utilizar un gestor bibliográfico como Mendeley o Zotero.

La penúltima etapa es Escribiendo mi artículo. En ella, como su nombre indica, procedemos a la redacción del trabajo. Recomendamos que como punto de partida se pueda realizar una investigación profunda en ChatGPT o en Gemini. El objetivo es comparar las ideas que nos formamos durante las etapas anteriores con los resultados de este tipo de investigación.

En esta etapa recomendamos emplear algunas recomendaciones diarias (trabajo personal que, desde el 31 de marzo del 2020, realizamos diariamente) por ejemplo se sugiere emplear un complemento de Chrome, denominado LanguageTool, que corresponde a la recomendación 357. También se comentó sobre el empleo del importador Web de Mendeley, que es la recomendación 780. Otra recomendación fue un traductor de páginas Web en línea denominado Linguist, que es la recomendación 1549, y otra la número 1066, un complemento de Chrome, que permite transcribir toda la conversación de un video en YouTube. Esta recomendación es la que facilita en gran medida la creación de este trabajo. La base de este artículo es la transcripción de la charla que se publica en YouTube. Con ella la añadimos a ChatGPT y empleamos el siguiente prompt: “Con el documento, crea un artículo para mi blog”. Siempre añadimos elementos nuevos, pero la base está creada y es sobre la que trabajamos.

La última etapa de las seis que componen la ruta del escritor académico es la de publicar el artículo. En esta debe tomarse en cuenta las exigencias de las revistas, aunque se sugiere que se puedan colocar en algunos repositorios como ResearchGate o Academia. Es importante también hacer notar la necesidad de crear una cuenta en ORCID.

En esta etapa se recomendó el acceso del Tutor IMRyD un GPT personalizado que permite tanto la revisión de un artículo que sigue esta metodología, como la ayuda para organizar la elaboración de un artículo. Este tutor se puede emplea desde esta dirección.


¿Es esto plagio? Una aclaración necesaria

Durante la segunda charla de este tema, un participante preguntó, sobre si lo que estábamos haciendo podría ser plagio. La respuesta es clara: no. Al igual que conversar con un colega experto, dialogar con la IA no implica copiar. La IA trabaja con lo que sabe de nosotros, de las búsquedas previas, de las interacciones. Si el contenido lo generamos con su ayuda, el producto sigue siendo nuestro. En la charla sometimos al escrutinio de Turnitin, el artículo de la primera charla. Para sorpresa de todos, el índice de coincidencia fue de apenas 1%, atribuido a una frase convencional.

Educar en el uso estratégico de la IA

El problema no es la herramienta, sino cómo la usamos. Muchos estudiantes solo copian y pegan lo que les da ChatGPT, porque no se les ha enseñado a dialogar con la IA. Necesitamos promover el uso de estrategias como la creación de prompts adecuados, la reflexión sobre los vacíos en la literatura, el análisis comparado entre respuestas y, sobre todo, el pensamiento crítico.

Recomendaciones prácticas para el aula

  • Graba tus clases y transcríbelas con IA. Puedes convertirlas en artículos o materiales de estudio.
  • Utiliza NotebookLM para resumir y analizar bibliografía.
  • Emplea gestores como Mendeley para organizar y citar tus fuentes con precisión.
  • Integra la IA en la formación metodológica, no como sustituto del pensamiento, sino como estímulo de este.

La IA no sustituye al autor, lo potencia

No se trata de abandonar el criterio académico, ni de dejar de leer, ni de automatizar la escritura. Se trata de entender que estamos en una nueva era del conocimiento, donde la inteligencia humana y la artificial pueden (y deben) complementarse.

Usar la IA no es dejar de pensar, es aprender a pensar mejor.

Para acceder al último tomo de las recomendaciones diarias lo puede hacer desde este enlace

Si deseas escuchar el pódcast de este artículo accede desde este enlace

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